martes. 19.03.2024
ulises

La migración representa una etapa de desequilibrio integral a nivel personal con cambios profundos en diversas áreas vitales, para adaptarse a las nuevas demandas ambientales. En primer lugar, se enfrenta a un duelo a nivel psicológico como consecuencia de las pérdidas inherentes al proceso migratorio. Factores de riesgo en este proceso son: en primer lugar, si existe vulnerabilidad en la persona inmigrante antes de migrar. En segundo lugar, si el nivel de estresores es muy alto porque su medio de acogida es hostil. En tercer lugar. Si se dan ambas condiciones. 

 La tensión diaria que supone adaptarse a un entorno social expulsivo puede originar lo que se ha denominado estrés por choque cultural. Si estas circunstancias adversas se mantienen en el tiempo en el tiempo puede aparecer el Síndrome de Ulises, aunque no es la única consecuencia negativa por la vulnerabilidad de la persona inmigrante, también entre otros se han descrito depresión, abuso de alcohol, de sustancias psicoactivas o entraren mundo del tráfico de drogas o en el mudo de la prostitución. 

 En las Recomendaciones sobre estadísticas de las migraciones internacionales de las Naciones Unidas se refiere la definición del migrante internacional, como cualquier persona que ha cambiado su país de residencia habitual, distingüendo entre “migrante a corto plazo” (aquel que ha cambiado su país de residencia habitual durante al menos tres meses, pero no durante un plazo superior a un año) y “migrante a largo plazo” (aquel que lo ha hecho durante al menos un año). Podemos identificar diversos factores psicosociales que explican las actitudes de rechazo hacia los inmigrantes y que conducen a procesos de discriminación y exclusión social, como los factores sociodemográficos, la ideología política, la percepción de amenaza social o cultural, o el nivel de contacto con los inmigrantes

Günter Grass dijo: ”Europa no debería tener tanto miedo de la migración: todas las grandes culturas de la humanidad surgieron a partir de diferentes formas de mestizaje”

El Síndrome de Ulises del emigrante se define como un cuadro reactivo de estrés con características concretas, que lo convierten en crónico y múltiple ante las dificultades del hecho migratorio.

Cómo se produce el Síndrome de Ulises: Los factores causales pueden clasificarse como factores centrífugos y factores centrípetos: Factores centrífugos que impulsan a salir de su comunidad, abandonar la situación que viven en sus lugares de origen y/o pertenencia relacionados con aspectos económicos, desarrollo profesional o formativo, componentes ambientales, derechos humanos/sociales, existencia de redes familiares en el extranjero, persecuciones política temas políticos o por motivos de seguridad ante la persecución, generalmente de base política y Factores centrípetos de pertenencia a una comunidad con mayores posibilidades, traducidos en beneficios, oportunidades, causas que construyen la ideación, ilusión, fantasía y motivación de un proyecto vital futuro mejor.

La sintomatología del síndrome de Ulises es: Sintomatología depresiva: en especial la tristeza que se potencia si la persona percibe fracaso. También el llanto, los sentimientos de culpa y las ideas de muerte se presentan en algunos casos.

Sintomatología de ansiedad: En especial la presencia de preocupaciones continuas, irritabilidad y nerviosismo. Asimismo, se vería comprometida el área del sueño, pudiendo aparecer cualquiera de los trastornos de insomnio. Sintomatología de somatización: Sobre todo las cefaleas mialgias inespecíficas y fatiga.

Las medidas generales para el abordaje del Síndrome de Ulises pasan por: El apoyo social y sanitario que se vuelven clave en estos casos. De tal modo, las técnicas psicodinámicas y cognitivas orientadas a reducir los síntomas de estrés conllevarían una mejora en el estado de salud y por la prevención y una detección precoz de la problemática que evitaría la cronicidad de parte de los conflictos psicosociales. De este modo, una intervención de tipo psicoeducativo y un tratamiento médico interdisciplinar, junto con entrevistas terapéuticas, facilitará que las actuaciones que se lleven a cabo sean más eficaces. 

La psicología política pretende profundizar en las características políticas de los procesos de incorporación de los inmigrantes en las diferentes dimensiones de la vida social (laboral, económica, cívica, cultural, religiosa) en los países receptores. Esta tarea parte del supuesto de que la inmigración modifica los patrones sociales y, al generar estos cambios sociales, respuestas políticas, con lo cual también el sistema político se ve afectado.

En otros términos, podría decirse que este abordaje tiene por objeto conocer cuáles son las características de las políticas públicas de gestión de la inmigración y cómo ellas, dados ciertos rasgos entre los miembros de los colectivos poblacionales, afectan la integración de estos en la sociedad de acogida. Interesa saber cuáles son los factores históricos culturales, económico-laborales y legal institucionales que influyen en la elección, por parte de los Estados, de un determinado estilo de gestión de la inmigración y, en consecuencia, de los márgenes de ciudadanía reservados para los inmigrantes. En esta aproximación se aprecian también respecto a cuáles son los comportamientos de las diferentes instituciones y actores políticos en contra y a favor de la llegada de inmigración masiva. 

Por último, compartir esta reflexión de Günter Grass: ”Europa no debería tener tanto miedo de la migración: todas las grandes culturas de la humanidad surgieron a partir de diferentes formas de mestizaje”.


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Síndrome de Ulises del emigrante