jueves. 18.04.2024
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El mito de Tiresias (Tiresias fue un adivino ciego de la ciudad de Tebas; fue uno de los adivinos más célebres), del que se dice que fue siete años hombre y durante otros siete, mujer, no por propia voluntad sino por capricho o castigo de la diosa Hera. La diosa Castalia, en la mitología griega era comprensiva y accedía a los deseos de las almas femeninas encerradas en cuerpos masculinos. En la Roma antigua, existían unas personas nacidas con cuerpo de varón, que decidían su género y auto castraban sus genitales masculinos, eran las sacerdotisas Gallae.

Mary Douglas, fue una antropóloga británica especializada en el análisis de los simbolismos y de los textos bíblicos, y una de las primeras voces en articular el significado simbólico del cuerpo. En sus estudios, el 1 copiacuerpo humano es una importante fuente de metáforas sobre la organización/desorganización de la sociedad. Las categorizaciones que rodean y definen al cuerpo deben tener un origen social. Para ella, toda expresión natural está determinada por la cultura, es decir, no se puede interpretar al cuerpo sin tener en cuenta la interacción entre la materialidad y las construcciones simbólicas que lo embisten y lo llenan de significado, en un cuerpo que represente los significados de las metáforas sociales.

La visión galénica de los genitales, es decir, la lectura propia que le hacía al cuerpo femenino tiene dentro de sí una metáfora de hibridación, que puede estar relacionado con la historia misma de la civilización griega, la cual es rica en sus representaciones mitológicas de seres híbridos. Eliade señala que el imaginario social es como una red de fuerzas e interconexiones que constituye a los sujetos en múltiples, complejas y diversas formas. Dentro de esta complejidad y diversidad hay hallazgos tanto físicos en las artesanías y a través de los mitos, en este caso en particular, relacionadas a las representaciones de Galeno.

La paradoja de la hibridación genera contradicciones, en un sólo cuerpo pensado para una sola sustancia, se encuentran dos, en el caso que nos compete, hombre mujer. Hallazgos en la cultura griega sobre estas representaciones han sido encontrados y registrados en la historia, uno de los mitos que pertenecen al orden de los híbridos es el del andrógino y el hermafrodita, estos mitos impiden aceptar la existencia real, de los intersexuales, por ejemplo. En el Banquete o la Erótica de Platón, se relata que en tiempos primitivos existía una clase particular de ser humano, el andrógino, que tenía en su cuerpo los dos sexos, el masculino y femenino.

Gilbert K Chesterton dijo: ”la intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opinión”

Foucault se interesó en profundizar sobre la construcción de una micropolítica de regulación del cuerpo y una macro política de vigilancia de las poblaciones introduciendo tres concepciones diferentes sobre las formas de poder (el poder soberano, el poder disciplinario y el poder biopolítico), cada una de ellas asociadas a diferentes momentos históricos (antiguo régimen, modernidad y primeras fases de acumulación capitalista) que se relacionan entre sí. En lo religioso, el signo y el símbolo de las sexualidades diferentes que estaban fuera de ese orden divino de hombre-mujer, era motivo de exclusión, castigo y muerte; en la ciencia la visión dicotómica también se mantuvo, todo lo que estaba fuera de X o Y no pertenecía al orden natural, y en ambos casos su fin era rectificar lo que había sido dañado. Foucault llega a plantear que, incluso la identidad sexual es un nuevo espacio teórico y científico en el que se pone en duda la propia noción de identidad.

La transexualidad puede ser definida como la condición en la que una persona con una diferenciación sexual somática aparentemente normal tiene la convicción de que él o ella es en realidad un miembro del sexo opuesto.

La transexualidad puede ser un hecho explicado por la religión, por la medicina, por la biología o por las disciplinas psicológicas. Para los primeros son aberraciones, posesiones demoníacas, pecadores e inquisidores, para los otros son causadas por las hormonas, un desequilibrio neuroendocrino de orden bioquímico que pertenece a los dimorfismos de género. Y a ellos/as como se ven a sí mismo/as que son producto también de este sistema, que están trazados por la cultura, que forman parte de esta gran imbricación de verdades.

Cronológicamente a nivel legislativo en 1.983 se despenalizó la operación de cambio de sexo (se excluye del delito de lesiones). En 1.987 el Tribunal Supremo reconoció el derecho de un transexual a cambiar de nombre y de sexo (STS 02/07/1.987), creándose jurisprudencia. En esta sentencia se consideraba que el género prevalece sobre el sexo. En el año 1.989 el Parlamento Europeo dictó una resolución sobre la discriminación de los transexuales, la cual supone el reconocimiento a nivel interestatal de la transexualidad como una condición digna de todo respeto y que debe ser tratada con seriedad y dedicación por parte de los Estados miembros.

La Fundación de Identidad de Género y Transexualidad, estiman en más de 8.000 los ciudadanos y ciudadanas transexuales del país. Hay más mujeres que hombres, los médicos expertos en este tema hablan de al menos dos casos de personas que desean transitar de hombre a mujer por cada caso de mujer a hombre. Hay personas transexuales de todas las edades, latitudes y clases sociales. 

Por último, compartir esta reflexión de Gilbert K Chesterton: ”la intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opinión”.


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Abordaje de la transexualidad