nuevatribuna.es
24 de junio de 2009, 9:33
NUEVATRIBUNA.ES / I.G.C. 24.06.2009
Día de concentraciones en Madrid por la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos. Un centenar de trabajadores se manifestaron este miércoles en la madrileña plaza de Neptuno para exigir al Gobierno que no cierre la planta de la que dependen un millar de familias, al tiempo que las organizaciones ecologistas hacían entrega de una simbólica llave al titular de Industria, Miguel Sebastián, a las puertas del ministerio.
Con pancartas y camisetas con el lema Garoña es segura: Continuidad, los manifestantes, apostados a unos metros de la entrada principal de la Cámara baja, pidieron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que siga las recomendaciones hechas por el Consejo de Seguridad Nuclear que considera viable prorrogar la vida de la central al menos otra década.
”¡Zapatero escucha, Garoña sigue en lucha!”; 2019 es la solución; ¡El informe de Caldera (Jesús) a la papelera!; ¡Pedimos a Zapatero que nos deje trabajar!; o ¡Zapatero, ¿1.000 familias más al paro?” fueron algunos de las consignas que se escucharon y se leyeron en los carteles que portaron los concentrados.
El cierre de la central supondrá el despido de 1.000 trabajadores, pero no serán ellos los únicos afectados. Según fuentes sindicales, otros 3.000 empleos indirectos están amenazados, sin contar con que habrá muchas familias que se irán de la comarca por falta de trabajo, denuncian.
Los sindicatos UGT, CCOO, USO, el Sindicato Independiente de la Energía (SIE); y también trabajadores de Iberdrola y Endesa, apoyaron la protesta. Hasta la concentración se acercaron también para dar su apoyo el equipo económico del PP en el Congreso, los diputados Cristóbal Montoro y Fátima Báñez.
CRÍTICAS A ZAPATERO
El secretario confederal de Acción Sindical de USO, José Vía Iglesias, dijo que la energía nuclear es “respetuosa con el medio ambiente”, al tiempo que considera que una decisión de este calado no puede tomarse por una “táctica política y electoral”. Tampoco cree el compromiso anunciado por Zapatero de que se ofrecerá otro empleo a los trabajadores que se queden en el paro por el cierre: “De este presidente no hay quien se fíe”, afirmó.
A su juicio, “Zapatero ha demostrado estos días pasados que conocimientos técnicos tiene muy pocos sobre las centrales nucleares y sobre la energía nuclear. Por eso esperamos que sea sensible a la opinión, al sentido común, Garoña necesita una continuidad y esperamos que el presidente recapacite", aseguró.
USO considera que "España necesita un mix que contemple la energía nuclear, si queremos apostar por la industria, España necesita la energía nuclear para tener unos precios competitivos". Además, denuncian, “la decisión va a influir en otras centrales que en el año 2010 y 2011 van a encontrarse en la misma situación”, añadió.
Vía Iglesias también criticó "la absoluta demagogia y la absoluta hipocresía que tienen los que defienden el no a la energía nuclear y, sin embargo, permiten que se consuma en España energía nuclear producida en nuestro entorno geográfico".
GAROÑA, AL PLENO DEL CONGRESO
El asunto traspasó las puertas del Congreso llegando a la sesión de control al Gobierno. En una pregunta formulada por la diputada popular Sandra Moneo, el ministro Sebastián éste aseguró que “no va a prejuzgar” al conjunto de la energía nuclear en España, que, según dijo, “es insustituible si se quiere garantizar la seguridad del suministro”.
El titular de Industria destacó que la decisión era “muy compleja” pero recordó al PP que cuando gobernó “decidió el cierre de la central nuclear de Zorita”. A juicio del principal partido de la oposición no existe “ningún motivo” para cerrar Garoña, sino solo una decisión “exclusivamente política”.
"Sabe que nuestro modelo energético no puede seguir prescindiendo de los actuales emplazamientos nucleares", dijo Moneo, para referirse a que el resto de Europa está haciendo una "apuesta decidida por la energía nuclear" y a que "después de la desastrosa gestión de las renovables, donde se han perdido más de 40.000 puestos de trabajo, más vale preservar lo que se tiene". "Con cuatro millones de parados, el Gobierno no puede permitirse el lujo de dejar a miles de familias sin empleo", terminó diciendo.
Día de concentraciones en Madrid por la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos. Un centenar de trabajadores se manifestaron este miércoles en la madrileña plaza de Neptuno para exigir al Gobierno que no cierre la planta de la que dependen un millar de familias, al tiempo que las organizaciones ecologistas hacían entrega de una simbólica llave al titular de Industria, Miguel Sebastián, a las puertas del ministerio.
Con pancartas y camisetas con el lema Garoña es segura: Continuidad, los manifestantes, apostados a unos metros de la entrada principal de la Cámara baja, pidieron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que siga las recomendaciones hechas por el Consejo de Seguridad Nuclear que considera viable prorrogar la vida de la central al menos otra década.
”¡Zapatero escucha, Garoña sigue en lucha!”; 2019 es la solución; ¡El informe de Caldera (Jesús) a la papelera!; ¡Pedimos a Zapatero que nos deje trabajar!; o ¡Zapatero, ¿1.000 familias más al paro?” fueron algunos de las consignas que se escucharon y se leyeron en los carteles que portaron los concentrados.
El cierre de la central supondrá el despido de 1.000 trabajadores, pero no serán ellos los únicos afectados. Según fuentes sindicales, otros 3.000 empleos indirectos están amenazados, sin contar con que habrá muchas familias que se irán de la comarca por falta de trabajo, denuncian.
Los sindicatos UGT, CCOO, USO, el Sindicato Independiente de la Energía (SIE); y también trabajadores de Iberdrola y Endesa, apoyaron la protesta. Hasta la concentración se acercaron también para dar su apoyo el equipo económico del PP en el Congreso, los diputados Cristóbal Montoro y Fátima Báñez.
CRÍTICAS A ZAPATERO
El secretario confederal de Acción Sindical de USO, José Vía Iglesias, dijo que la energía nuclear es “respetuosa con el medio ambiente”, al tiempo que considera que una decisión de este calado no puede tomarse por una “táctica política y electoral”. Tampoco cree el compromiso anunciado por Zapatero de que se ofrecerá otro empleo a los trabajadores que se queden en el paro por el cierre: “De este presidente no hay quien se fíe”, afirmó.
A su juicio, “Zapatero ha demostrado estos días pasados que conocimientos técnicos tiene muy pocos sobre las centrales nucleares y sobre la energía nuclear. Por eso esperamos que sea sensible a la opinión, al sentido común, Garoña necesita una continuidad y esperamos que el presidente recapacite", aseguró.
USO considera que "España necesita un mix que contemple la energía nuclear, si queremos apostar por la industria, España necesita la energía nuclear para tener unos precios competitivos". Además, denuncian, “la decisión va a influir en otras centrales que en el año 2010 y 2011 van a encontrarse en la misma situación”, añadió.
Vía Iglesias también criticó "la absoluta demagogia y la absoluta hipocresía que tienen los que defienden el no a la energía nuclear y, sin embargo, permiten que se consuma en España energía nuclear producida en nuestro entorno geográfico".
GAROÑA, AL PLENO DEL CONGRESO
El asunto traspasó las puertas del Congreso llegando a la sesión de control al Gobierno. En una pregunta formulada por la diputada popular Sandra Moneo, el ministro Sebastián éste aseguró que “no va a prejuzgar” al conjunto de la energía nuclear en España, que, según dijo, “es insustituible si se quiere garantizar la seguridad del suministro”.
El titular de Industria destacó que la decisión era “muy compleja” pero recordó al PP que cuando gobernó “decidió el cierre de la central nuclear de Zorita”. A juicio del principal partido de la oposición no existe “ningún motivo” para cerrar Garoña, sino solo una decisión “exclusivamente política”.
"Sabe que nuestro modelo energético no puede seguir prescindiendo de los actuales emplazamientos nucleares", dijo Moneo, para referirse a que el resto de Europa está haciendo una "apuesta decidida por la energía nuclear" y a que "después de la desastrosa gestión de las renovables, donde se han perdido más de 40.000 puestos de trabajo, más vale preservar lo que se tiene". "Con cuatro millones de parados, el Gobierno no puede permitirse el lujo de dejar a miles de familias sin empleo", terminó diciendo.
