jueves. 28.03.2024

Se estrenó el pasado jueves, 21 de julio, y fue record de audiencia. La serie “Los Archivos del Cardenal”, que dramatiza hechos reales durante la época de la dictadura, se estrenó en el canal estatal, TVN (Televisión Nacional), provocando la reacción airada de algunos destacados dirigentes de la derecha, que nunca admitieron los crímenes que se cometieron en la dictadura que encabezó Pinochet.

Basada en los archivos de la Vicaría de la Solidaridad y la labor de su creador, el cardenal Silva Enríquez, el primero de los doce capítulos contó la historia de 15 campesinos encontrados muertos en 1978 en la isla de Maipo, cerca de la capital chilena, dentro de los hornos de Lonquén. Habían sido secuestrados por carabineros y asesinados tras una feroz paliza. El descubrimiento de los restos y la noticia de que la Vicaría de la Solidaridad estaba al tanto, llevó al gobierno a la llamada “Operación Retiro de Televisores”, por la cual los cuerpos fueron desenterrados y arrojados al mar, para evitar pruebas.

Familiares de estas víctimas se reunieron para ver el estreno de la serie y expresaron su gran emoción. Emilio Astudillo, concejal de Lonquén, cuyo padre y dos hermanos fueron víctimas de esta matanza, declaraba: “fue un momento importante, en el que un canal de televisión vuelva a dar la imagen de la historia reciente de nuestro país”. El ex presidente Patricio Aylwin, primer presidente de la democracia, celebró la emisión de esta serie: “es muy bueno que esto se divulgue y que sea conocido por la mayoría de los chilenos, ya que el conocimiento de estas cosas tiene que llegar a reafirmar la fraternidad de los chilenos y la decisión de que nunca más vuelvan a ocurrir cosas como estas”.

El director ejecutivo del canal, Mauro Valdés, consideró que la televisión chilena está madura para ver este tipo de temáticas: “la verdad que es emocionante mirar el pasado de frente, asumirlo, contemplarlo y aprender de nuestra historia”, dijo. Valdés es un abogado de 42 años que era hasta ahora vicepresidente de una empresa minera. Fue nombrado con este nuevo gobierno de derecha, pero es un liberal con relaciones en todo el espectro político chileno. “Contar la historia de la Vicaría y reflejar el talante y la valentía de personas que defendieron la vida de otros, contribuye esencialmente a una idea de vida colectiva hecha desde valores sustantivos”, dijo el responsable del canal. La serie, en realidad, es una herencia de la anterior administración.

Las reacciones más furibundas vinieron de Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, el partido del presidente Piñera y de Alberto Cardemil, hoy senador del mismo partido, pero que fuera subsecretario del Interior de Pinochet entre 1984 y 1988. Larraín se quejó al Palacio de la Moneda y a la directiva de TVN, afirmando que la serie solo victimiza a la izquierda y que su objetivo es mantener vivo el odio.

Pero llamó la atención la reacción de Cardemil, publicada en una columna en el diario La Segunda, por lo desmesurada. “El canal estatal acomete en su programación diaria la demolición subliminal, prolija y sostenida del presidente Piñera, sus ministros y parlamentarios de gobierno”, afirmó, hablando además de la “sórdida selección de los supuestos archivos de la Vicaría de la Solidaridad”. En realidad el caso de Cardemil es en cierto modo entendible. Su cargo como número 2 en el Ministerio del Interior del gobierno militar coincidió con la época de las grandes protestas contra el general Pinochet, salvajemente reprimidas y que contaron con el aval y hasta el aliento del cardenal Silva Henríquez.

El cardenal Raúl Silva Enríquez, creador de La Vicaría de la Solidaridad, concibió esta instancia como la voz de los sin voz. La serie televisiva refleja la valentía de sus funcionarios, que se enfrentaron a un régimen cuya ferocidad en la represión no hace falta recordar: algo más de 3.000 opositores asesinados, 1.200 desaparecidos y heridas abiertas en la sociedad que siguen abiertas hasta el día de hoy.

Polémica en Chile por una serie de televisión que retrata los crímenes de la dictadura