jueves. 25.04.2024

Reunida en Luque, a 20 kilómetros de Asunción, capital de Paraguay, la Cumbre semestral del Mercado Común del Sur (Mercosur) sesionó durante el 28 y 29 de junio, con la presencia de sus cuatro países miembros (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).

Una de las novedades de esta cumbre fue la realización, a pedido de Argentina, de la I Reunión de los Ministros de Industria de los países miembros, con objeto de impulsar la agenda para una mayor integración productiva, a través del fortalecimiento de la especialización y complementación industrial. Participaron la ministra argentina Débora Giorgi; de Paraguay, Francisco José Rivas Almada; de Uruguay, Roberto Kreimerman; y de Brasil, Fernando Pimentel.

Hasta la fecha, asistían a estos encuentros los cuadros técnicos que conforman el Grupo Mercado Común y los ministros de Economía y los Cancilleres, que forman el Consejo del Mercado Común, principal autoridad del organismo multilateral.

En la apertura, Fernando Lugo puso el acento en el fortalecimiento del organismo por medio de la superación de las asimetrías económicas y el acuerdo sobre el libre tránsito de bienes.

Señaló que a pesar de los conflictos comerciales existentes, todos los socios del bloque se muestran dispuestos a priorizar y preservar el proceso de integración, poniendo el acento en propuestas de mecanismos para resolver disputas y en un nuevo llamado a un mayor compromiso para ir logrando un perfil progresivamente más resolutivo.

Seguimos poniendo lo mejor de nosotros mismos para contribuir a eliminar las barreras de toda índole y para eliminar los obstáculos que nos impidan superar este proceso de asimetría (…) el propósito es crear un organismo basado en la cooperación, en la solidaridad y en la institucionalidad coherente con sus propias fuerzas”, afirmó.

Se refirió también a la importancia estratégica de la cuestión energética, que debe ocupar un lugar destacado en la agenda común: “La energía (…) es parte integral y fundamental de nuestra política exterior y será una de las muestras de un paso cualitativo hacia la consolidación de un proceso integrador que garantice elevar el nivel de vida de nuestros pueblos”, señaló.

 

Los debates

En la reunión de ministros de Industria se abogó por la integración productiva entre empresas de distintos países del bloque que puede ayudar tanto a incrementar el comercio interior como a superar muchos de los enfrentamientos privados que suscitan la falta de estrategia de complementación y especialización productiva.

Además, el ministro de Hacienda de Paraguay, Dionisio Borda, señaló que tanto los ministros de Economía como los de Industria y Producción expresaron su preocupación por el avance de los productos chinos en la región. La ministra de Industria argentina, Dévora Giorgi, sugirió la incorporación al debate de la próxima cumbre los posibles mecanismos para impedir la invasión de productos asiáticos. Ello implica, señaló el asesor paraguayo Fernando Massi, la realización de un análisis sobre las relaciones entre China y el Mercosur.

El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, destacó en una entrevista al periódico Página 12 que una de las claves del encuentro fue trabajar en “la expansión del comercio intraMercosur en un momento de la economía mundial donde se está viendo un crecimiento muy lento de Estados Unidos y Europa. Lo que el ministro de Brasil, Guido Mantenga, definió como ‘guerra de monedas’ el año pasado son tensiones que aún hoy existen. Estamos viendo que los flujos de comercio tienen una corriente favorable hacia nuestros países porque crecemos más rápido que el resto del mundo. En el mediano plazo esto se puede convertir en un problema y la solución superadora es que crezca el comercio intraMercosur”.

Se mostró partidario de que cada país del Mercosur conserve su moneda y de incrementar el intercambio comercial entre los socios “en monedas locales, instrumento que permitirá conservar la política monetaria” de cada Estado miembro. “La experiencia de Europa genera dudas sobre las bondades de una moneda única”, afirmó.

Las decisiones

Los cancilleres acordaron varias cuestiones de relevancia: la coordinación de la macroeconomía por medio de Grupos de Trabajo permanentes en materia fiscal, monetaria y financiera, balanza de pagos, diálogo macroeconómico e información. En este rubro se incorporó a la agenda para la próxima cumbre el debate sobre la revaluación de las monedas de la región, el recalentamiento de las economías y el control del flujo de capitales.

Además, respondiendo a una demanda de Paraguay para evitar los bloqueos a sus exportaciones por agua, se aprobó una decisión que establece la libertad para el tráfico en tránsito que tenga como origen o destino a un Estado parte del Mercosur. En cambio, quedó pendiente la adopción de mecanismos para garantizar el libre tránsito de mecanismos y personas entre los países miembros y la eliminación a partir del 1º de enero de 2012 del doble cobro del arancel externo común.

"Los trabajos seguirán en el segundo semestre de 2011 para ajustar la transferencia de recursos para la distribución de la renta aduanera, incluyendo una compensación para el Paraguay por ser un país sin litoral marítimo", señaló el bloque en un comunicado.

El Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) destinó a los cuatro miembros plenos cerca de 7 millones de dólares para buscar soluciones a los problemas del “creciente envejecimiento de la población y el padecimiento de enfermedades crónico-degenerativas”. Los fondos serán administrados por las agencias estatales de salud de cada país.

Finalmente, se creó un Grupo de Trabajo destinado a la formulación de proyectos que sirvan para superar las asimetrías existentes en el bloque y para la creación de una instancia de planificación estratégica conjunta.

 


Derechos Humanos

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, recibió la distinción de Ciudadana Ilustre del Mercosur, “en reconocimiento a su perseverante tarea en la promoción y el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y por su permanente lucha por la memoria, la verdad y la justicia”.

Carlotto es la segunda persona que recibe este reconocimiento por parte del bloque; la primera fue el escritor uruguayo Eduardo Galeano, en 2008.

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, tras leer la resolución adoptada por los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, señaló que es imprescindible aprender de la historia: “No podemos construir el futuro sin mirar al pasado”.

La organización Abuelas de Plaza de Mayo es una asociación civil que tiene por objeto localizar y restituir a sus familias legítimas todas las hijas e hijos de personas desaparecidas por la represión durante la dictadura, que fueron apropiados y adoptados ilegalmente. Se calcula que hay más de 500 casos y ya fueron restituidos 104, gracias al trabajo infatigable de las Abuelas.

Malvinas

En un nuevo documento, el Mercosur y los países asociados volvieron a apoyar el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, rechazando enérgicamente el intento de militarización del conflicto por parte del gobierno británico.

Repudian “las lamentables declaraciones del ministro de Defensa (Liam Fox) británico respecto a la disposición de aviones de combate y poder naval en la zona de las Islas Malvinas”. Y afirman que “con declaraciones de este tener, el Reino Unido continúa desoyendo los reiterados llamados de la comunidad internacional de sentarse a negociar con la República Argentina para resolver la disputa de soberanía, de conformidad con las Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Comité. Especial de Descolonización y de la Organización de los Estados Americanos”.

Se comprometieron, así mismo, a informar al gobierno argentino sobre “los artefactos navales con derroteros” que incluyan las islas.


Clausura

En el cierre de la cumbre estuvieron presentes Fernando Lugo (Paraguay, presidente pro tempore saliente y anfitrión), Dilma Rousseff (Brasil) y José Mujica (Uruguay, presidente pro tempore entrante). La presidenta argentina Cristina Fernández no pudo viajar por prescripción médica y estuvo representada por el canciller, Héctor Timerman. Tampoco pudo asistir el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, internado en Cuba para tratar un proceso canceroso; en su lugar estuvo el canciller, Nicolás Maduro. Esté país se encuentra en proceso de integración plena al Mercosur, para la que le falta la aprobación del senado de Paraguay, bloqueado por la oposición a Lugo.

También asistieron al cierre el presidente de Ecuador (Estado asociado, como Bolivia, Chile, Colombia, Perú y México), Rafael Correa, el canciller de Japón, Takeaki Matsumoto y autoridades de Australia, México, Pakistán, Palestina y la Unión Europea, además de representantes de organismos internacionales como la Asociación Latinoamericana de Integración, la Comisión Económica para América Latina y Caribe, la Corporación Andina de Fomento, la Organización de Estados Americanos, la Secretaría General Iberoamericana, el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe.

En su intervención, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, propuso la creación de una estructura regional que permita financiar el desarrollo prescindiendo de los organismos internacionales. Argumentó que hoy los países latinoamericanos cobran por colocar sus reservas monetarias en Estados Unidos una tasa de interés en torno al 0,5 y 1% pero deben pagar los créditos a tasas del 6 u 8% e incluso más del 10% si tienen un riesgo país alto. Es necesario “crear una arquitectura financiera regional, liberarnos del FMI, del Banco Mundial y del BID, que nos obligan a seguir los imperativos de sus políticas”, afirmó.

El presidente de Uruguay, José Mujica, asumió la presidencia pro témpore del Mercosur. Abogó por la pronta incorporación de Venezuela: “Que Venezuela se incorpore lo más pronto porque es una manera de enfrentar las asimetrías”; y agregó que “Brasil no tiene la culpa de ser tan grande y nosotros no tenemos la culpa de ser tan chicos”.

Se comprometió a avanzar en la negociación global con Europa y, de hecho, todo indica que la semana entrante se retomará el diálogo.

La Unión Europea y el Mercosur firmaron en 1996, en Madrid, un “Acuerdo Marco” para conformar una asociación interregional, comercial, política y económica. Sin embargo, no hubo avances en ese sentido por las dificultades para llegar a acuerdos en los capítulos referidos a los sectores agropecuario, de servicios y de compras estatales.

La última ronda de negociaciones en Ginebra, en marzo pasado, volvió a trabarse, cuando Francia se opuso a cualquier tratado agrícola con el Mercosur que pueda perjudicar a sus agricultores.

Cumbre del MERCOSUR