viernes. 26.04.2024

“Chile está reclamando una mayor igualdad y justicia, la calle reclama salarios dignos que permitan vivir, las mujeres derechos que les niegan y que terminen los abusos...”

Seguro que al final de la tormenta volverá a brillar el Sol.

chile 5Chile, la inmensa mayoría de su población, no quieren aguantar más. Las calles han tenido un pequeño paréntesis durante el verano austral. Que el gobierno, lejos de aprovechar para poner en marcha soluciones de contenido social como las reclamadas, también se han tomado como de vacaciones. Sin querer pararse a interpretar y a pensar en la magnitud de la realidad que está aconteciendo hoy en Chile. Una pena tanta incapacidad manifiesta. Porque, el pueblo de Chile, no se merece esa desidia y la incapacidad demostrada por su gobierno.

Para que lo entiendan mejor, Enero y Febrero en Chile es lo que para España representan los meses de Julio y Agosto.

Y, aun así, es tan grande el malestar acumulado, que cada viernes han seguido manteniendo la protesta viva con concentraciones y manifestaciones invariablemente reprimidas y disueltas con gases y a tiros por los carabineros, a los que ya se les conoce por el sobrenombre despectivo de “los pacos”. Lo pude vivir desde una distancia prudencial,  que no evitó que los gases afectaran mi garganta.

Pero si algo ha venido poniendo en claro esta ola  de protestas masivas de la sociedad chilena, es la falta de adecuación a la democracia de las propias fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de Chile. Ésta es otra de las asignaturas pendientes que un gobierno democrático deberá corregir.

Los datos de la represión son verdaderamente escandalosos para una democracia aunque sea tan recortada como esta: casi dos centenares de personas han perdido un ojo por pelotazos en la represión de las movilizaciones; varios centenares de mujeres han denunciado violaciones y abusos de todo tipo, por fuerzas de seguridad.

Más de 200 personas han perdido la vida, y más de dos mil (no se dan datos oficiales creíbles de nada)  han sido detenidas…

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Este es el panorama que recorre Chile de Norte a Sur y de Este a Oeste. Una movilización sin precedentes que deberían escuchar el gobierno y las fuerzas políticas chilenas.

Al gobierno le han salvado de nuevo los acontecimientos. Primero ha sido el verano austral, y más tarde, la Pandemia del corona virus. Ante la cual, han decretado el estado de excepción, que sin duda le va a dar un respiro con las movilizaciones. Pero harían bien en aprovechar el tiempo para ir avanzando en las medidas que está reclamando la calle. Porque estas no van a cesar.

Desde mi última visita, (ahora hacían justamente cinco años de ella) los salarios han seguido estancados, y los precios de todo, no han dejado de subir. Me cuentan que, sencillamente, para la inmensa mayoría de chilenos es imposible  llegar al día 20 de cada mes; que se entrampan a través de las tarjetas de crédito para terminarlo. Con el resultado de ir incrementando cada vez más una deuda que les ahoga.

chile 4Con un salario mínimo de poco más de trescientos mil pesos, deben afrontar unos precios muy parecidos a los que podemos ver en los supermercados en España. Pero con una grave diferencia: que al cambio son poco más de trescientos euros.

Mientras, los precios no han parado de subir a un ritmo que para la mayoría de la gente en Chile ya resultan inalcanzables.

Sencillamente, y aunque parecía algo imposible de lograr, las desigualdades en Chile no solo no se detuvieron durante este tiempo transcurrido desde mi anterior visita, sino que siguieron incrementándose.

(Aquella realidad también  la conté en varios artículos en Nueva Tribuna, en el año 2015, cuando todavía quien gobernaba era la presidenta Bachelet, lo digo para quien tenga interés en repasar la trayectoria de los hechos).

Todo anuncia ahora, que nada va a parar la protesta en Chile mientras  el gobierno y toda la clase política, no se tomen en serio el basta ya de la calle a las tremendas desigualdades que se viven en Chile.

La Pandemia del corona virus, que acababa de asomar en Chile llamando a las puertas del final del verano, justo durante mi salida del País, sólo va a representar un paréntesis a favor del gobierno para evitar las grandes movilizaciones que ya estaban convocadas. Pero si nada cambia, en materia de salarios, educación, salud y pensiones,  puedo asegurarles que sólo estarán ante un paréntesis de tanto  tiempo  como tiempo  dure la Pandemia.

Las fuerzas políticas entre tanto, estaban planteando un cambio de Constitución. Y estaba previsto un Referéndum para que la gente manifestara su posición a favor o en contra de cambiarla. Ese era y es un paso necesario en la buena dirección, que ahora también ha sido aplazado por la Pandemia.

chile 2Pero será mejor que nadie se equivoque con eso. Era y es un paso necesario, pero con la misma claridad digo que es totalmente insuficiente.

Que se abra cuanto antes un periodo pre-constituyente, es imprescindible para dejar atrás las múltiples herencias nefastas que dejó la dictadura. Pero con eso sólo, no van a desmovilizar a los millones de personas que en las calles de Chile están clamando contra la terrible desigualdad, la podredumbre y la corrupción que asola al País y a buena parte de la clase política.

Las reclamaciones de la calle están exigiendo un salario mínimo de 550 mil pesos al mes, para que las personas puedan llegar a final de mes con su trabajo. Y están pidiendo la reforma, ya, de los tres pilares imprescindibles para una sociedad democrática y social: educación y sanidad pública y gratuita de calidad para todos, y un sistema de pensiones digno y con la garantía del Estado que garantice una pensión digna después de una vida de trabajo. Y todo esto, como no puede ser de otra manera en democracia, amparado en un sistema fiscal, justo, donde contribuyan más quienes más tienen.

Texto e imágenes de Martín Landa


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