jueves. 25.04.2024

Omán tiene una extensión de 309.501 km². Es un país situado en el suroeste de Asia, bordeando el mar Arábigo, el golfo de Omán y el golfo Pérsico. Hace frontera con Yemen, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Su capital es Mascate.

Existe cierta diferencia entre la zona histórica de Omán, en el norte, y el sur, que se unió más tarde para formar el actual Omán. Son dos áreas separadas por cientos de kilómetros de desierto, con características geográficas y culturales distintas.

  1. SU ECONOMÍA
  2. SU HISTORIA

Mientras el norte miraba hacia la India, África y el Golfo, el sur mantenía relaciones con las regiones de Mahra y Hadramaut de lo que ahora es Yemen y su comercio se centraba en el este de Asia.

El Rub al Jali es un desierto difícil de cruzar incluso con el transporte moderno, forma una barrera entre el sultanato y el interior de Arabia. Las montañas de Al Hajar, forman un cinturón entre la costa y el desierto de la península de Musandam. Estas barreras geográficas mantuvieron el interior de Omán libre de invasiones militares extranjeras.

El territorio es montañoso, en el norte nos encontramos con la cordillera de Al-Akhdar que corre paralela a la costa del golfo de Omán, y en ella se encuentra el pico más alto, el GÄebel ash-Sham, con una altura de 3.352 m.

Sus características naturales dividen el país en seis áreas distintas:

  • Ruus al Yibal, incluyendo el norte de la península de Musandam. 
  • Al Batinah, una llanura al sureste a lo largo de la costa del golfo de Omán.
  • El interior de Omán, detrás de la costa de Al Batinah, abarca las montañas Al Hajar hasta los límites del desierto.
  • La costa de Mascate, alrededor del punto de Ras al Hadd.
  •  Hacia el sur, nos encontramos con el mar de Arabia, la isla de Masira en alta mar.
  • Por último, la árida costa sur de la región de Dhofar, en el sur.

A excepción de la fértil y húmeda región de Dhofar, la costa y las tierras bajas alrededor de las Montañas Al Hajar forman parte de la ecorregión del golfo de Omán, desierto y semidesierto, mientras que las propias montañas son un hábitat diferente.

Musandam está formado por montañas bajas que constituyen el extremo septentrional de las montañas Al Hajar occidentales. Dos profundas ensenadas, Elphinstone y Malcom rompen la línea costera, muy recortada, que se adentra hasta un tercio en el estrecho de Ormuz.

La ensenada de Elphinstone tiene 16 km de longitud y está rodeada de acantilados de entre 1.000 y 1.250 m de altura, comparada con frecuencia con los fiordos noruegos, pero en un paisaje plenamente desértico.

La llanura de Betina está atravesada por una serie de uadis muy poblados en la zona norte, y más cercanos a las montañas Al Hajar, al sur. Los oasis, regados por manantiales y qanats, se extienden a lo largo de la llanura, hasta unos 10 km tierra adentro.

En las montañas Al Hajar se encuentra el uadi Bani Khalid, uno de los más populares del país para el turismo, ya que posee un flujo casi constante de agua.

El uadi Samail divide las montañas Al Hajar en dos mitades, Al Hajar Oriental y Occidental, dando lugar a la ruta entre Mascate, en la costa, y el interior de Omán. En el centro, donde se encuentran las montañas más altas, el Hajar central, la altura media es de 1.200 m, culminando en el Jebel Hajdar, a 3.000 m.

Aquí vive el tahr que es una especie de cabra alpina única, que solo se encuentra por encima de 1.800 m. Tras las montañas hay dos regiones interiores, Omán interior, y, al sur, desde la costa hasta la frontera de Arabia Saudí, la Gobernación de Al Wusta. Al oeste, se encuentran las estribaciones orientales del desierto de Rub al-Jali.

Las montañas de la región de Dhofar se alzan a unos 20 km de la costa, tienen 120 km de longitud y apenas 20 km de anchura, al norte, es extiende el desierto hasta Arabia. Se dice que en estas montañas, en la reserva natural de Habla Samhan, se encuentra el leopardo de Arabia.

Las montañas Al Hayar bordean toda la costa nordeste de Omán, separadas del mar por una planicie de 20 a 30 km de anchura que se eleva suavemente hasta las montañas. Estas tienen una anchura de 50 a 120 km y se extienden de noroeste a sudeste a lo largo de más de 600 km por Omán y Emiratos Árabes, frente al golfo de Omán. Las zonas más altas de las montañas Al-Hayar están formadas por profundos barrancos

El valle de Samail las divide en orientales y occidentales. Las montañas más altas se hallan en el centro con los montes Jabal Shams de 3.009 m y Jabal Akhdar con 3.000 m de altitud.

La primera, que subyace bajo la segunda, abarca toda la península arábiga, y posee más del 40% de las reservas de gas y petróleo del mundo. Las cimas más altas, Jabal Ajdar y Sai Hatat, a ambos lados del uadi de Samail, son anticlinales.

El valle de Samail tiene 60 km desde el aeropuerto de Mascate hasta la localidad de Izki, al otro lado de las montañas, su punto más alto no supera los 660 m. Los pequeños ríos que bajan de la montaña en forma de torrentes son encauzados por antiguos conductos, que en su desembocadura forman oasis en el interior de la árida llanura costera, donde se realizan diversos cultivos.

En general, el clima de Omán es de desierto tropical con cielos despejados, con excepciones en los extremos norte y sur, en las montañas, donde se producen lluvias veraniegas, y en la costa durante la época de los monzones, que es nuboso. Su vegetación es de tipo esteparia.

En la costa norte del golfo de Omán, el clima es desértico y soleado, con algunas lluvias invernales, sobre todo en la península de Musandam, un enclave de Omán en los Emiratos Árabes Unidos, donde caen entre 15 y 20 mm mensuales entre diciembre y marzo.

En verano, las medias máximas son de 37º y 38º y la humedad hace el calor muy agobiante. Algo más al sur, en la capital, Mascate, también orientado al golfo de Omán, tiene unos 100 mm anuales de precipitación, con máximos en invierno que solo superan los 20 mm en enero y febrero.

Las temperaturas son muy elevadas en verano, con mínimas de 30º y máximas de 40º en mayo y junio, y más frescas en invierno, entre 17º y 25º en enero. La temperatura del mar oscila entre los 24º y los 31º del verano.

En las montañas Al Hayar, que bordean la costa norte, con cima en Jebel Shams, de 2.980 m de altitud, el monzón del sudoeste trae algo de lluvia a los cañones, pero no supera los 200-300 mm en todo el año.

En Saiq, a 2.000 m de altura, caen unos 300 mm, con 50 mm en agosto y 10 mm en noviembre y diciembre, y temperaturas que van de los 5º y 15º en enero, a los 21º y 31º de julio.

En la costa oriental, frente al mar de Arabia, el clima es más seco y progresivamente más cálido hacia el sur en invierno y menos cálido en verano, aunque más húmedo a causa sobre todo del monzón. Cuando el viento sopla del interior y arrastra tormentas de arena se puede llegar a los 40º.

En la isla de Masira, hace calor todo el año, entre los 19º y 27º de enero y los 26º y 36º de mayo. En julio y agosto las máximas bajan a 31º o 32º. Las lluvias anuales no superan los 40 mm. En el extremo sur, en Salalah, la capital de Dhofar, las medias máximas de verano se quedan en 33º, y las nocturnas en 27º con humedad. Caen cerca de 100 mm, sobre todo en julio y agosto.

En las montañas meridionales, en las sierras de Dhofar al norte de Salalah, a 1.000 m, las temperaturas oscilan entre los 21º de invierno y los 30º del verano, a 1.000 m de altura.

En el desierto interior, la mayor parte del país, las medias veraniegas máximas alcanzan siempre los 40º, con máximas de 50º, sobre todo en mayo y junio. En julio y agosto, el monzón refresca un par de grados, pero no suele llover. En enero oscilan entre 12º y 27º, mientras que en julio no bajan de 28º.

Ocasionalmente, puede tocar tierra un ciclón procedente del norte, con abundantes precipitaciones, como el ciclón Gonu en junio del año 2007 y el ciclón Kelia en el año 2011. Durante el paso de Gonu, cayeron unos 600 mm cerca de la costa.

Omán tiene una población de 5.032.000 habitantes. Casi la mitad de la población vive en la capital Mascate y la llanura costera de Batina, en el nordeste. Viven unas 200.000 personas en el sur del país, y en la península de Musandam, unas 30.000. En la zona metropolitana de Mascate hay en torno a 1,4 millones de personas. Otras ciudades importantes son Seeb con unos 240.000 hab. y Salalah con unos 165.000 hab.

La tasa de población urbana es del 85,4 %. La edad media es de 25,6 años y la esperanza de vida de 75,7 años. La tasa de nacimientos es de 24 por 1.000 hab, y la de defunciones, de 3,3 por cada 1000 hab. El resultado, sumado a la migración, es de un crecimiento del 4,18 % en el año 2018.

En el país se hablan una docena de idiomas, aunque predomina el árabe, que es oficial, seguido del inglés, el baluchi, el suahili, el urdu y diversos dialectos indios. El 85,9% son musulmanes, seguidos del 6,5 % de cristianos, el 5,5 % de hindúes, el 0,8% de budistas y menos del 0,1 % de judíos.

La mayor parte de los musulmanes omaníes, el 75 %, son ibadíes, una rama del inicio del islam distinta de la chií y la sunní. El 25 % restante de musulmanes son sunníes, especialmente en la gobernación de Dhofar.

Hay una pequeña representación chií entre los asiáticos, mientras que los hindúes representan el 13% de la población. En todo caso, el gobierno trata de reducir la dependencia de trabajadores extranjeros y su porcentaje es menor que en otros países árabes.

SU ECONOMÍA

Así como la historia de Omán siempre estuvo unida a Mascate, que es la ciudad principal, también lo estuvo su economía. Omán tiene una economía basada en la explotación de las grandes reservas de gas natural y petróleo. El sistema ha sido controlado por la monarquía reinante y los miembros del gobierno.

En los oasis que forman la desembocadura de los ríos en el interior, se cultivan caña de azúcar, dátiles y cítricos. se cría ganado ovino En la costa y, en el interior, camellos. La pesca de altura, especialmente de sardina, se ha intensificado en los últimos años. Comenzó la extracción de petróleo, que constituye la riqueza principal del país a partir del año 1960.

Se produjo un proceso de liberalización en un doble sentido a partir del año 2000:

  • Por una parte, se trató de desligar la actividad económica y comercial del poder político, propio de un sistema absolutista.
  • Por otro lado, se facilitó la privatización ordenada de las explotaciones mineras.

Los graves desequilibrios sociales mantienen todavía un nivel de desocupación entre los habitantes del país del 15%, que se ha ido reduciendo a lo largo de los últimos cinco años, con una disminución progresiva de la mano de obra proveniente de países como Pakistán, Afganistán o la India. Al mismo tiempo, se ha incrementado la industria pesada destinada a la transformación de productos, diversificando la economía.

Debido a la disminución de las reservas, el país ha desarrollado planes que buscan diversificar su economía, atraer industrias y privatizar actividades, con vistas a disminuir su dependencia del petróleo a sólo 9% del PIB del año 2020.

El turismo y las industrias alimentadas por el gas natural son los componentes principales de la estrategia de diversificación del gobierno. Al adoptar técnicas de aumento de la productividad en la extracción, el país consiguió aumentar su producción en el año 2009, ganando más tiempo para sus estrategias de diversificación.

Además, apenas dispone de recursos naturales, por lo que tiene una gran dependencia petrolera y de sus exportaciones.

SU HISTORIA

Una tablas sumerias de arcilla del III milenio a. C. citan a Omán como uno de los mercados importantes en la economía de las ciudades mesopotámicas.

Los marineros omaníes unieron el Golfo a la India, Indonesia e Indochina y, al producirse la unificación político-religiosa del siglo VII, fueron también un elemento fundamental en la propagación del Islam.

El dominio de los califas fue sólo nominal, hasta que alrededor del año 690, Abd al-Malik lo hizo efectivo para contener la expansión de sectas disidentes. Como consecuencia, algunos jefes derrotados abandonaron el país y uno de ellos, el príncipe Hamza emigró a África, donde fundó en Zanzíbar el año 695. Comenzó así la prolongada vinculación entre Omán y la costa africana, que se mantendría hasta el siglo XIX.

Hacia el año 751, los omaníes aprovecharon las luchas dinásticas en Damasco para elegir un imán, que de jefe espiritual se fue transformando progresivamente en soberano temporal.

La riqueza proporcionada por el tráfico entre África, Indonesia e incluso China transformó al imanato en un factor de poder en toda el área , y en consecuencia, se convirtió en objeto de sucesivas invasiones protagonizadas por los califas de Bagdad, los persas, los mongoles y las tribus de Arabia central, que fueron rechazadas.

No ocurrió lo mismo cuando llegaron los portugueses, que a partir del año 1507 arrasaron la flota y las fortificaciones de la costa, ocuparon las principales ciudades y obtuvieron el control del estrecho de Ormuz. Los portugueses mantuvieron el control de la región durante ciento cincuenta años.

A partir del año 1630, el imán Nasir ibn Murchid inició la lucha contra los invasores desde el interior del país. Su hijo, Saif, la culminó en el año 1650 con la expulsión de los portugueses de Mascate y en el año 1698 con la reconquista de Zanzíbar y la costa africana de Mombasa.

Se creó así un poderoso Estado que unificó políticamente los territorios africanos y asiáticos que habían tenido una economía y una cultura comunes.

El sultán Saif, tercero de la dinastía Saiyid, extendió el dominio sobre los territorios africanos y trasladó la capital del Estado a Zanzíbar, en el año 1832.  Cuando murió, en el año 1856, la presencia inglesa era ya muy fuerte en ambos continentes, éstos aprovecharon las disputas por la sucesión entre los hijos del sultán para imponer su mediación y a través de ella, la separación de las partes africanas y asiática del Estado.

Thuwaini, primer hijo, conservó el sultanato de Omán, mientras el de Zanzíbar fue adjudicado a su hermano Majid. El reino Omaní se debilitó tras la firma del Tratado de Amistad del año 1891, que estableció un virtual protectorado inglés.

Los pueblos del interior eligieron a su propio imán en el año 1913, en oposición al régimen hereditario del sultán. Pese al apoyo de tropas británicas, el monarca no logró reconquistar las provincias rebeldes y la lucha cesó en el año 1920, cuando se firmó un Tratado que reconocía la partición del país en dos Estados, el sultanato de Mascate y el imanato de Omán.

A cambio de a reconocer Mascate el control de aduanas y el derecho a establecer impuestos a las importaciones procedentes de Gran Bretaña, el imán obtuvo del sultán la promesa de no interferir en sus asuntos ni brindar asilo a criminales y opositores que huían de Omán.

Extremadamente pobre, con menos del 1% de sus tierras aptas para la agricultura y artificialmente dividido por el colonialismo, Mascate entre los años 1932 y 1970 el reinado del sultán Saif ibn Taimur, opositor fanático de toda influencia foránea, incluso en la educación y la atención médica.

Ello no le impidió conceder a la Royal Dutch Shell el control sobre la totalidad de los yacimientos petrolíferos.

El imán Ghaleb ibn Alí elegido en el año 1954, se opuso a esta medida, proclamó la independencia y reclamó la afiliación a la Liga Árabe. El movimiento nacionalista fue sofocado, en el año 1955, por las tropas británicas que invadieron el imanato y unificaron el país con el nombre de Sultanato Unido de Mascate y Omán. Desde entonces, un movimiento de liberación lucha contra la monarquía, particularmente en la provincia sureña de Dhofar.

Coincidiendo con la retirada británica del Golfo, a finales de la década de los años 60, Yaimuur fue derrocado por su hijo Qabus en el año 1970. Quienes esperaban del joven monarca una transformación modernizadora pronto advirtieron que sólo se trataba de sustituir el dominio inglés por el de Estados Unidos.

Explotado comercialmente a partir del año 1967, el petróleo es el eje de la economía de Omán, siendo responsable de más de la mitad de su PIB. Más de la mitad de la mano de obra omaní se dedica a tareas agrícolas a lo largo de la estrecha faja litoral, la única considerada apta para el cultivo.

Con asistencia norteamericana, Qabus formó un ejército mercenario y, cuando éste le fue insuficiente para combatir al Frente Popular de Liberación del Golfo pactó con el sha iraní Reza Pahlevi la intervención de las tropas iraníes en el conflicto.

La guerrilla debió replegarse ante la superioridad bélica de esta nueva invasión persa. Al mismo tiempo, las tropas iraníes se quedaron en el país, ejerciendo un virtuakl protectorado sobre el régimen de Qabus y controlando es estratégico estrecho de Ormuz.

Tras la caída del sha persa, las tropa iraníes fueron rápidamente sustituidas por comandos y soldados egipcios. El sultán decidió conceder a Estados Unidos una base aérea en la isla de Masirah, a la que después se sumaron las de Ihamrit y Sib, más las bases navales de Matrah y Salalah. En ese momento, dos tercios del presupuesto se destinaban a gastos militares.

Durante al guerra Irán-Iraq en los año de 1980, Estados Unidos puso la mira en Omán en sus intentos de establecer su influencia en la región. En junio del año 1989, la Petroleum Development Omán descubrió el yacimiento de gas más importante en los últimos veinte años.

Ese año Omán adoptó una política conciliadora respecto a Irán, estableciendo un convenio de cooperación económica condicionado a lograr la estabilidad política de la región.

En marzo del año 1991, tras la invasión iraquí de Kuwait, miembro del Consejo de Cooperación del Gofo, Omán suspendió las ayudas a Jordania y a la OLP. En el año 1991, el gobierno omaní puso en marcha un proceso de democratización que incluyo la creación de un Parlamento elegido directamente por la ciudadanía.

La perspectiva de agotamiento de las reservas de petróleo antes del año 2010, llevó al sultán a lanzar un plan de diversificación de la economía tendiente a desarrollar la pesca, la agricultura y el turismo entre otros sectores.

Los déficits fiscales acumulados por el gobierno desde el año 1981, llevaron al Banco Mundial a advertir que el nivel de gasto del Estado era insostenible. A raíz de esta situación, el sultán anunció, en el año 1995, un programa de reformas que incluía una reducción del gasto público, una serie de privatizaciones y medidas para favorecer las inversiones extranjeras.

El gobierno anunció la aplicación de un plan quinquenal en el año 1996, con la finalidad de equilibrar el presupuesto en el año 2000. El proyecto fue concebido para liberar a la economía de su dependencia del petróleo, e incluía privatizaciones y estímulos para acrecentar la inversión extranjera.

El sultán Qabus amplió la participación popular femenina en un decreto real en junio del año 1997, que permitía a las mujeres de todo el país a postularse para una elección. En las elecciones del año 1997, el gobierno eligió dos mujeres para desempeñar funciones en la Asamblea Consultiva.

En diciembre del año 1997, el sultán designó cuatro mujeres al Consejo de Estado integrado por 41 miembros.

En enero del año 1997, Omán se convirtió en uno de los primeros países árabes en establecer relaciones diplomáticas y comerciales con Israel. Un mes después, el proceso de acercamiento entre ambos Estados se frenó, al cuestionar la Liga Árabe la decisión israelí de construir nuevos asentamientos en la parte este de Jerusalén.

Omán y Emiratos Árabes Unidos firmaron, en mayo del año 1999, un acuerdo que definía parte de la frontera común con el emirato de Abu Dhabi. Ambas partes acordaron que, ulteriormente, habrían de definir con exactitud las fronteras entre Omán y los otros emiratos.

El gobierno otorgó en abril del año 2001, una amplia amnistía a los trabajadores ilegales, que permitía a aquellos que no tuvieran cargos criminales abandonar el país, luego de pagar una multa de 125 dólares, en lugar de la pena usual de 25 dólares por cada día que superara la estadía legal.

En noviembre del año 2002, el sultán Qabus decretó una extensión del derecho al voto a todos los ciudadanos mayores de 21 años. Hasta entonces, sólo estaba autorizado a votar un grupo selecto de líderes locales, intelectuales y empresarios prominentes, alrededor de la cuarta parte de los 1,8 millones de habitantes en condiciones de hacerlo.

La historia de Omán a partir de este momento es de todos conocidas. Esperamos que la riqueza que se crea sea bien repartida cosa que no se produce actualmente y se respeten los derechos civiles de las minorías y de las clases pobres de Omán.


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