lunes. 29.04.2024
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Primer grupo socialista. (Buenos Aires 1892)

@Montagut5

“¿Por qué socialismo en Argentina?”

Pues ante esta pregunta Adolfo Posada ofreció una respuesta en las páginas de la revista española Vida Socialista, en octubre de 1912. Veamos, pues, cómo se justificaría la existencia de un Partido Socialista en Argentina, y de la mano de un buen conocedor del mismo, ya que en esas mismas páginas escribió una historia breve del nacimiento y primer desarrollo del Partido Socialista.

Adolfo Posada (1860-1944) fue un fundamental jurista asturiano, sociólogo, escritor y uno de los principales regeneracionistas. En 1910, pensionado por la Junta para la Ampliación de Estudios, emprendió un viaje por los países del Cono Sur.

Si Argentina no contaba con una gran industria, condición fundamental para contar con una clase proletaria, ¿por qué debía tener un Partido Socialista? La respuesta parecía sencilla porque ya el puerto y los muelles de Buenos Aires suponían una gran concentración proletaria. Allí trabajaba una gran masa muy activa, “explosiva, temible, dueña—cuando despierta su conciencia colectiva—de la vida entera de la ciudad, y, á través de ella, de buena parte de la República”. Pero, además, estaban los ferroviarios.

La máxima aspiración del Partido Socialista argentino era la sustitución del régimen capitalista por la sociedad colectivista

El tercer factor, y por lo que veremos, fundamental, tendría que ver con el campo. El socialismo argentino no había renunciado a la aspiración colectivista. Uno de los “propagandistas argentinos más caracterizados, el doctor Enrique del Valle Iberlucea (estaríamos hablando del primer senador socialista, y que había nacido en Castro-Urdiales), había afirmado que, a pesar de que en Argentina había una gran extensión de tierra inexplorada, la apropiación individual de todo el suelo del país había establecido las condiciones de la sociedad capitalista, y la máxima aspiración del Partido Socialista argentino era la sustitución del régimen capitalista por la sociedad colectivista.

Pero aquí se presentaba el problema porque había quien consideraba un absurdo hablar de la aspiración socialista de un régimen de propiedad colectiva cuando sobraba aún tanta tierra. Al parecer, eso era lo que se podía desprender de una conferencia que el destacado socialista argentino Ferri había dado en el Teatro Victoria donde había afirmado que la acción socialista no podía ejercerse donde la propiedad individual no hubiera llegado a su pleno desarrollo. No parecía que convenciese a Posada. Parecía evidente por los ejemplos históricos que había varias formas de apropiación del suelo y del cultivo. Había estado el sistema feudal medieval y la fórmula del Estado liberal con sus concesiones individuales, pero también podía darse la fórmula socialista. Para Posada quizás no hubiera otro lugar más apropiado que las naciones “hispanoamericanas” no sólo para hacer ensayos de pequeñas sociedades colectivistas y comunistas, sino para el ensayo general de una sociedad socialista. Con eso ya bastaba para justificar la aspiración socialista en Argentina, y aún sin ella, ¿no bastaba que se pusiera la aspiración colectivista como último objetivo para justificar la existencia de un Partido Socialista en Argentina?


Como fuente principal de este artículo hemos empleado el número 140 de Vida Socialista. Además, podemos acudir a: E. Del Valle Iberlucea, “El movimiento socialista en la República”, en los Anales de la Facultad de Derecho de Buenos Aires, números 7 y 8, páginas 304 y 306, afio 1903. Sobre el socialismo argentino podemos acudir al libro de Lucas Poy, El Partido Socialista Argentino. 1896-1912, Santiago, 2020.

Sobre el socialismo en Argentina (1912)