viernes. 26.04.2024
PierPaoloPasolini
Pier Paolo Pasolini (Wikipedia)

Ensayo | JUAN ÁNGEL JURISTO

La edición italiana de este libro se publicó por Garzanti en 2018 y está compuesta en su mayor parte, salvo una carta abierta a Italo Calvino, aparecida en Paese sera, y de la entrevista que le hizo Massimo Fini, dedicada al film Fascista, por los artículos aparecidos en Corriere della Sera y que más tarde se publicaron conjuntamente en el volumen Escritos corsarios. El título del libro alude a la rúbrica de un artículo aparecido en Corriere della Sera, “Abramos un debate sobre el caso Pannella” donde Pasolini defiende al líder fundador del Partido Radical y principal defensor de los derechos civiles en un momento en que éste hizo una huelga de hambre y fue abandonado por los partidos de izquierda. Esa postura fue tomada por Pasolini como ejemplo de la tesis que defendió sobre lo que él llamaba el nuevo totalitarismo o el nuevo fascismo, es decir, la nueva sociedad del capitalismo tardío de la sociedad de consumo que había entrado en Europa en la década de los sesenta y setenta con el establecimiento de las multinacionales norteamericanas y que representó con una bella metáfora, la de la correspondencia entre la desaparición de las luciérnagas, que sólo sobreviven en un aire no  contaminado y  que según él la nueva prosperidad de la sociedad de consumo había acabado con su luz. Esa metáfora es especialmente atinada pues para Pasolini este nuevo totalitarismo apaga todo atisbo de luz al estar determinado por una clase social que ha olvidado sus raíces campesinas, lo que le diferencia totalmente de la masa compuesta por el Ventennio fascista, donde la mayoría de los fascistas, una vez se quitaban el uniforme, volvían a ser de nuevo determinados por la cultura del origen del que provenían y que Pasolini, con buen tino, nunca extendió al nacionalsocialismo alemán, compuesto ya por una masa industrial de atisbos pequeño burgueses, que es de donde se alimenta la sociedad de consumo. Está de más decir que la socialdemocracia, representada por el Partido Socialista, al igual que el PCI de Enrico Berlinguer actúan como cómplices en este sentido de la Democracia Cristiana y de la represión suave que sabe convertirse en dura e incluso es capaz de desestabilizar un país, como sucedió en los años de plomo, que es donde se inscribe el artículo sobre Marco Pannella, que protagonizó en 1974 una huelga de hambre. De esta postura escribió Leonardo Sciascia en un artículo titulado “La vieja doblez de la vida italiana”: “Pannella y las no muchas personas que piensan y sienten como él (y a las que me honro de pertenecer) se encuentran, pues, frente a una tarea grave y difícil: recordar a los sin memoria la existencia del derecho y reivindicar tal existencia frente a los juegos de poder, que precisamente conduce la política italiana en el vacío del derecho y su atropello”. Pasolini se encuentra, claro está, en medio de toda aquella tempestad a su manera, lo que le lleva  a discrepar con Italo Calvino respecto a la defensa del mundo campesino, que el autor de El vizconde demediado había calificado como defensor de la Italietta, es decir, de un país provinciano y sin grandes ambiciones.

pasolini fascismoEn estos artículos Pasolini alerta sobre la homogeneización de la sociedad actual, donde radica el mayor peligro del nuevo totalitarismo: “Porque el viejo fascismo, aunque fuera a través de la regeneración retórica, hacía distingos: mientras que el nuevo fascismo, que es del todo distinto, ya no; no es humanísticamente retórico, sino americanamente pragmático. Su objetivo es la reorganización y la homogeneización brutalmente totalitaria del mundo”. De esta manera finaliza su artículo del Corriere della Sera del 24 de junio de 1974 titulado “El poder sin rostro”.

Para Pasolini los bienes superfluos hacen una vida superflua y esa vida superflua conlleva necesariamente unos valores, aún inexpresados, y conviene tener en cuenta esto de inexpresados cincuenta años antes de que aconteciera esta revolución digital en que estamos inmersos, unos nuevos valores que conlleva la sociedad de consumo que, según él, es el más nuevo y más feroz totalitarismo que se haya visto jamás.

Y divide la entrada de ese período consumista como el acontecimiento más radical de la historia italiana del pasado siglo, y ello hasta el extremo de que divide las fases de la historia de la Democracia Cristiana en dos: “La primera fase de ese régimen (como, con razón han insistido en llamarlo los radicales) es la que va desde el final de la guerra hasta la desaparición de las luciérnagas; la segunda es la que va desde la desaparición de las luciérnagas hasta hoy”

De la conveniencia de la publicación de este volumen habla bien a las claras el hecho de que los síntomas de que habla Pasolini se han convertido ya en paleos, no en neos, como en la década de los setenta que es justo cuando se produce con la crisis del petróleo la primera de las que tuvo lugar en la sociedad de consumo. Puede discreparse de las causas del análisis de Pasolini, pero no de sus consecuencias donde se muestra lúcido hasta la exasperación. Conviene, sin embargo, no generalizar en demasía: Pasolini fue un fustigador implacable de la política italiana de su tiempo y estos artículos piden cierta contextualización para no caer en los errores de la generalización. Lo contrario es, sin embargo, también cierto. De aquí su extraña vigencia si sabemos distinguir la anécdota del momento de la categoría del análisis.

Pier Paolo Pasolini. El fascismo de los antifascistas. Galaxia Gutenberg. Barcelona. 2021. 99 pp | COMPRA ONLINE


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JUAN ÁNGEL JURISTO es escritor y critico literario

Cuando las luciérnagas abandonaron la luz | Pasolini y el fascismo