jueves. 02.05.2024
Def Leppard
Def Leppard

Isel Sanchez Vega | @IselSv

24 de junio, Auditorio Miguel Ríos. Unas 25.000 personas esperando a más de 30 grados a las 19:30 de la tarde pero unas ganas ansiosas de vivir una gran noche. Los teloneros madrileños “Los Sex”, fueron pura energía de rock and roll. lo que hizo la espera más amena. Lo dieron todo y nos hicieron bailar hasta el suelo.

21 de la noche, aunque se podría decir de la tarde, y Mötley Crüe salió sin demora a escena.

El mejor fue el único miembro no original de la banda, John 5, que sustituye en la gira al mítico Mick Mars cuya baja se debe a su espondilitis anquilosante, una enfermedad que le provoca dolores en la columna y le impide girar la cabeza. El ex Marylin Manson, con la guitarra prácticamente en el pecho, dio un auténtico recital con sus tappings y bendings de 10.

Vince Neil no es el mismo que antaño pero dio más de lo que se esperaba. Se le notaba cansado en ciertos tramos o se le olvidaba la letra, pero habiendo visto fragmentos de otros conciertos, se le nota el esfuerzo por mejorar. Las coristas, Hannah Sutton y Ariana Rosado, que por su vestuario y movimientos lucían como si de un club de streptease se tratase (tenían hasta barra), salvaban muy bien a Vince en los estribillos y por ello se las echaba de menos cuando se ausentaban.

Una noche mágica en la que, cada uno a su manera, nos llevaron de vuelta por unas horas a esos añorados 80

Nikki Sixx Tommy Lee, los “terror twins”, son el alma de los Mötley. Ellos derrochan prácticamente todo el espíritu gamberro que representa al grupo. Nikki es todo carisma al bajo y Tommy sigue en plena forma. Para momentos que han dado que hablar, la bandera de España que sacó el bajista al grito de “oe, oe,” y las peticiones del batera que no veía cerveza (culpa de la organización por no distribuirlas por el recinto) ni tetas (aquí ya queda a juicio de cada uno el verlo como un momento de libertad sexual o un aprovechamiento de poder).

Como su trabajo de estudio más reciente es de hace 15 años su repertorio se basó en el repaso de los clásicos arrancando con “Wild Side” y “Shout at the Devil”, dos de sus hits más enérgicos. Siguieron “Too Fast for Love”, que daba título a su primer álbum (del que personalmente tendrían que haber rascado más) y una de las que mejor sonó de la noche: “Don't Go Away Mad (Just Go Away)”. Llegaron las dos canciones que más ganas tenía de escuchar en directo, “Live Wire” y “Looks that Kill”, y a pesar de dejarme bastante satisfecho se notaba una ligera ralentización con respecto a su tempo original.

En 2019 salió en Netflix el biopic de la banda, “The Dirt”, basada en el libro que publicaron años atrás los miembros de la banda. El lanzamiento de la película fue la principal culpable de su regreso. Para ello, grabaron una nueva canción que lleva el título de la película y en el escenario funcionó muy bien. Probablemente en la que más cómodo se sintió Vince Neil aunque el rap de Machine Gun Kelly le quitó un poco de magia al estar reproducido como tal.

John 5 se robó de nuevo el protagonismo con un solo para justo después arrancar un popurrí de clásicos que subieron la energía del público. Este incluía “Rock and Roll, Part 2”, “Smokin' in the Boys Room”, “Helter Skelter”, “Anarchy in the U.K.” y “Blitzkrieg Bop”. Una propia y dos ya versionadas en estudio.

Tommy Lee se arrancó con el piano para “Home Sweet Home” a la que le siguieron dos del mismo álbum, “Dr. Feelgood” y “Same Ol' Situation (S.O.S.)”, como arranque del apoteosis final. El himno que no ha envejecido del todo bien, “Girls, Girls, Girls”, su tema tardío más potente, “Primal Scream” y su canción insignia, “Kickstart My Heart” fueron las elegidas para el fin de fiesta. Tommy aporreó como colofón algún tipo de receptor de sonido sensible (probablemente algún tipo de micrófono) que sonó como fuegos artificiales.

La inigualable voz de Joe Elliot por el que parece que no han pasado los años y que suena igual o incluso mejor que en estudio

Casi media hora de descanso mientras iba anocheciendo y apareció una cuenta atrás de cinco minutos, con la mítica “Heroes” de David Bowie para anunciar el arranque de Def Leppard hacia las 23 de la noche. Desde el primer minuto los británicos hicieron lo que mejor se les da: conseguir un ambiente mágico que hace sentir al público en una nube con los coros de bajista y guitarristas sus punteos de guitarra con ese efecto tan ochentero que es el “chorus” y la inigualable voz de Joe Elliot por el que parece que no han pasado los años y que suena igual o incluso mejor que en estudio. Elegantes a más no poder con un sonido exageradamente nítido.

A diferencia de Mötley Crüe, Def Leppard tiene un trabajo reciente, “Diamond Star Halos” (2021), por lo que han rescatado sus temas más destacables para esta gira. De hecho, arrancan con uno de los temas más cañeros de ese álbum, “Take What You Want”. No se anduvieron con miramientos y encadenaron “Let´s Get Rocked”, “Animal”, “Foolin” y “Armageddon It”. No son sus cuatro temas más conocidos, estarían en un segundo escalón, pero sí cuatro de los más potentes. Aquí conectaron definitivamente con el público.

Transicionaron con el primer single del último álbum, “Kick”, para pasar a la fase “pastelosa”. Arrancaron pisando fuerte con la que, personalmente creo, es su mejor balada: “Love Bites”. Hysteria pura, con todos esos efectos de sonido, y los mejores coros de toda su discografía. Siguieron con “Promises”, la única que han rescatado de su álbum homónimo. En “This Guitar”, Joe Elliot se animó con la guitarra acústica y terminaron este tramo con “When Love and Hate Collide”. No es un mal tema pero creo que en su discografía tiene temas lentos más destacables pero se ve que le han cogido cariño a este.

Despliegue sonoro total para “Rocket” y momentazo para recordar el injustamente olvidado álbum “High´n´Dry” con la fusión de “Bringin´ On the Heartbreak” y “Switch 625” con un magnífico solo de batería de Rick Allen. Ojalá repasaran más ese álbum, más hard rock que cualquier otro trabajo.

La mejor parte de la noche llegó con el final. “Hysteria” sonó a otro nivel, “Pour Some Sugar on Me" terminó de destrozar las gargantas de los asistentes, “Rock of Ages” sonaba a despedida pero “Photograph” fue el broche perfecto. Detallazo el de añadir en la pantalla fotos realizadas esa misma noche a varios fans que llevaban camisetas de Def Leppard para redondear un espectáculo precioso de luces.

Poco que decir de Rick SavageVivian Campbell y Phil Collen que hicieron un trabajo perfecto. Puro talento a las cuerdas y a la voz. Ya podrían arrancarse con alguna canción. Quizá habría que destacar los solos de Phil, como todo en esta banda, elegante.

Una noche mágica en la que, cada uno a su manera, nos llevaron de vuelta por unas horas a esos añorados 80.

Def Leppard y Mötley Crüe: Volver a los 80 por una noche