viernes. 26.04.2024

En una serie de 22 tuits, la presidente argentina, Cristina Fernández, ha vuelto a cargar contra la Justicia, luego de varios reveses en temas muy sensibles para el gobierno. “Esta Cámara ha traspasado, y se le ha permitido traspasar, todos los límites”, dijo, en referencia a los jueces que en los últimos días concedieron una medida cautelar al Grupo Clarín por la Ley de Medios, y que después frenaron la expropiación del predio de 12 hectáreas de la Sociedad Rural en el barrio porteño de Palermo, que había sido decidido por la presidente el pasado 19 de diciembre.

Para la mandataria, hay un desequilibrio total del sistema democrático, acusando a los jueces de gobernar, anulando decisiones propias intransferibles, del Ejecutivo y el Legislativo. Refiriéndose a la expropiación del predio donde cada año se celebra la Exposición Rural, escribió en su cuenta de Twitter: “Este viernes, la Cámara Civil y Comercial que mantiene suspendida desde hace cuatro años una ley del Congreso (se refiere a la Ley de Medios), debía resolver sobre el decreto que revocó la venta a precio vil, impago además, de La Rural. Al final, ¿cómo falló? ¿A favor del Estado o de la Sociedad Rural Argentina? A favor de las corporaciones, siempre, Always (sic)?” Y habló de la existencia de un “Superpoder sobre el Ejecutivo y el Legislativo.

Cristina Fernández se quejó de que hace 4 años que está suspendida la aplicación de la Ley de Medios, “el período completo de un presidente electo, un gobernador o un legislador”.

También se refirió, por primera vez, al escándalo por el asado en la ESMA. “Típica noticia cazabobos de la cadena del odio y el desánimo”, afirmó, refiriéndose a los medios no alineados con el gobierno. Defendió al ministro de Justicia, Julio Alak, que fue el que convocó el acto en la ESMA. Y reiteró que el espacio, que en su momento funcionó como el peor centro de exterminio de la dictadura, seguirá siendo escenario de hechos similares: “en la ESMA se han hecho y se seguirán haciendo asados, festivales, reuniones”.

A la ofensiva se sumó también el vicepresidente, Amado Boudou, afirmando que “hay jueces que están comprometidos con los poderosos y con el pasado de la Argentina (…) Es impresionante cómo algunos jueces utilizan su poder para favorecer corporaciones, no les alcanzó con favorecer a Clarín que ahora favorecen a la Sociedad Rural”.

También aprovechó para pegarle a la Cámara Martín Sabatella, el titular de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), el organismo encargado de aplicar la Ley de Medios, pero para opinar sobre el fallo relativo a la Sociedad Rural: “tomaron una decisión contraria a los intereses del pueblo y de la Patria, como es la de otorgarle la cautelar a la Sociedad Rural”.

El cuestionado ministro de Justicia, Julio Alak, anunció que se apelará la medida cautelar, y consideró que ese fuero está impidiendo gobernar, “al violar la igualdad ante la ley y el equilibrio de poderes”.

Al mismo tiempo, la Corte Suprema también está siendo objeto de presiones y descalificaciones. La presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Banafini, ha anunciado que revelará “quiénes son” los integrantes del máximo tribunal, que es el que tiene en sus manos la decisión final sobre la constitucionalidad de la Ley de Medios. Solo salvó a uno de sus integrantes, Raúl Zaffaroni, públicamente alineado con el gobierno. Del resto, ya anticipó que estaban comprometidos “con los que fueron represores, comprometidos con los grandes medios, a los que les tienen miedo o son socios”.

Banafini anunció que en los próximos jueves –día en que siempre hacen sus actos en la plaza de Mayo-, contaría la historia de los jueces: “estamos haciendo una muy exhaustiva investigación para decir quiénes son, de dónde vienen, a quiénes apoyaron, con quiénes estuvieron”. Y dejó caer que el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, se había reunido con Héctor Magnetto, el director ejecutivo del Grupo Clarín.

La dirigente de las Madres de la Plaza de Mayo asegura que le dijo a Néstor Kirchner, al comenzar su mandato, que había todavía 400 jueces comprometidos con la dictadura, que tenían que ser removidos. Según su versión, Kirchner le respondió que era muy difícil, porque habría que hacer un juicio contra cada magistrado. Muchos de esos jueces muchos murieron o están jubilados, pero habría todavía unos 250 en activo, según Bonafini.

Sorprende esta ofensiva sobre una Corte Suprema que fue renovada al principio del gobierno de Néstor Kirchner, que fue respetada por la oposición y presentada por el gobierno como uno de sus mayores logros. Pero, aunque los desencuentros no son recientes, la situación relación empeoró bruscamente en estas últimas semanas, llevando a la presidente a defender una democratización de la Justicia.

No pasó ni un día desde el último fallo judicial favorable a Clarín, para que Cristina Fernández recordara que los jueces tienen magníficos sueldos, jubilaciones de privilegio y no pagan el impuesto a las ganancias. Días antes, la mandataria ya había pedido públicamente que la Justicia actuara “con decoro e independencia de los poderes económicos”.

En realidad, el desencuentro del gobierno con la Justicia y, en concreto con la Corte Suprema, comenzó antes de los actuales reveses. Se remonta, como mínimo, a su fallo obligando a la restitución del procurador general de la provincia de Santa Cruz, echado ilegalmente por Kirchner cuando era gobernador de dicha provincia, hace 17 años. Fallo que hasta el día de hoy ha sido ignorado. Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la Presidencia y uno de los hombres que más influencia tienen sobre la presidente, lo dejó claro hace ya más de dos años cuando dijo: “Dónde está mi decepción con esta Corte? Que nosotros la pusimos para otra cosa”.

A pesar del período vacacional -los argentinos veranean mayoritariamente en enero, el equivalente en el hemisferio sur al agosto europeo-, la Justicia decidió suspender la llamada feria judicial y abocarse a los dos temas en conflicto, la Ley de Medios y la expropiación a la Rural. Por tanto, nuevos episodios están por producirse y todo indica que serán igual de ruidosos que los que se han vivido estos días.

Cristina Fernández acusa a los jueces del caso Clarín de traspasar todos los límites