viernes. 26.04.2024

La gente no se deja engañar

pensiones

Ni a mí ni a UGT nos quedan muchas más cosas que decir en relación con el sistema de pensiones, porque llevamos años de movilizaciones, de hacer informes y de presentar propuestas

Con todo lo que hemos hablado de las pensiones en los últimos años, ahora que estamos en plena campaña electoral el tema parece haber desaparecido del debate. Ni a mí ni a UGT nos quedan muchas más cosas que decir en relación con el sistema de pensiones, porque llevamos años de movilizaciones, de hacer informes y de presentar propuestas.

Recuerdo que hubo algunos momentos en estos años, en los que mirabas la agenda de actividades públicas y estaban plagadas de actos relacionados con las pensiones; todo el mundo, fuera aseguradora, consultora, grupo financiero, grupo de expertos, fundación, lobby, institución, club de pensamiento, etc… tenía una propuesta sobre qué hacer con las pensiones, o un informe augurando todo tipo de cataclismos para el sistema público.

Se han debido de gastar enormes cantidades de dinero en todo eso para ‘crear clima’, para generar un estado de opinión –como dicen los especialistas en comunicación pública- que engrasara las propuestas de recorte y convenciera a la gente de que fueran derivando el ahorro hacia sistemas privados, generando un nuevo campo para el negocio privado. El problema está en que, lo pinten como lo pinten, la mayoría de los sueldos dan lo que dan, y no llegan para ese ahorro. El sistema público de pensiones en la columna vertebral que mantiene en pie el Estado social, y el que ha impedido que la crisis asolara el país más de lo que lo ha hecho.

Pero la gente no se ha dejado engañar. Que paguen todos los informes que quieran a todos los expertos que quieran. Nos da igual. Sabemos que el sistema público de pensiones es sostenible, y queremos que siga siéndolo. Por eso hay que recuperar el Pacto de Toledo, y el diálogo social; por eso hay que pensar un poco menos en los negocios y más en las necesidades de la gente.

Por eso también hay que empezar derogando la reforma de pensiones que impuso el Gobierno del PP –rompiendo todos los consensos- en el año 2013, derogar el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización que conducen a la sostenibilidad del sistema vía empobrecimiento masivo de actuales y futuros pensionistas. Hay que garantizar una financiación suficiente del sistema, preferentemente a través de las cotizaciones sociales, pero también aportando financiación con impuestos a medida que sea necesario; y garantizar el poder adquisitivo de las pensiones mediante su revalorización en función de la subida de los precios al consumo.

Son medidas fundamentales que deberían retomarse con urgencia en cuanto se produzcan las elecciones generales y se vuelva a constituir Las Cortes. El acuerdo en estos temas es fundamental, el diálogo político y social (Pacto de Toledo y diálogo social) deben retomar el trabajo con mucha más ambición y determinación que en los últimos años. UGT pondrá sobre la mesa propuestas, las que he mencionado y otras, como completar la separación de fuentes del sistema de pensiones con el objetivo de que las cotizaciones sociales se destinen a financiar la parte contributiva del sistema, y la no contributiva -incluyendo gastos de gestión, así como los demás gastos que no le corresponde sostener a la Seguridad Social- se financie con cargo a impuestos generales.

La gente no se deja engañar