viernes. 26.04.2024

Albert Rivera, la subida de los impuestos y el paro

La presión fiscal en España está muy por debajo de los países de la Unión Europea que mantienen un Estado de bienestar.

En la medida en que la presión fiscal se aproxima a la media europea, la tasa de paro también. Es decir que la tasa de paro baja cuando sube la presión fiscal y no al revés, como defiende la derecha

El otro día en el telediario se escuchó claramente el mensaje que está lanzando el líder de Ciudadanos: “No estamos dispuestos a que se suban los impuestos porque crea más paro”. Este es uno de los “mantras” de la derecha, civilizada o no.

Esta es una afirmación que, como todas, requiere ser demostrada. Para la derecha forma parte de su ideario subconsciente y, por ello, no requiere demostración. Pero los demás acostumbramos a ver qué pasa y qué ha pasado para hacer una afirmación de ese calibre.

Si miramos la presión fiscal que tenemos en comparación con el resto de países de nuestro entorno europeo, podremos observar que por nuestra presión fiscal, medida en porcentaje de nuestra riqueza, ocupamos el puesto 18 de los 28 países de la Unión Europea. Sin embargo, en relación con la riqueza por habitante ocupamos el puesto 13. Si la tesis de Rivera fuera cierta, deberíamos tener una tasa de paro bajísima en relación con los demás estados. Pero todos sabemos que no es así. Es la segunda tasa más alta de la UE, después de Grecia.

Esto es lo que dicen los datos de 2014, que son los últimos sobre presión fiscal publicado por Eurostat. Eurostat sitúa la presión fiscal en el 34,2% frente a la media de la UE-28 del 39,9% o del 40,4% si nos fijamos en la UE-15. Esto quiere decir que una presión fiscal similar a la media de la UE supondría una recaudación de 59.055 millones de euros más o de 65.063 si fuera la de la UE-15.

Si nos fijamos en los países con una presión fiscal más alta, figuran entre ellos los favoritos del señor Rivera, los que pone él de ejemplo y suele citar como forma de hacer las cosas, los países nórdicos. Con una presión fiscal como la danesa, el 50,7% de su PIB, en 2014 se hubieran recaudado 172 mil millones de euros más; Suecia y Finlandia tienen 9,4 y 9,7 puntos más lo que supondría alrededor de cien mil millones de recaudación más y Noruega  “solo” 4,7 puntos más, unos cincuenta mil millones. Cada punto de presión fiscal suponía para España en 2014 una recaudación de 10.411 millones de euros. Entre los países más de nuestro entorno, Francia recauda el 47,8%, Italia el 43,6% y Alemania el 39,3%.

Los estados que menor presión fiscal tienen, son, por este orden, Letonia, Lituania, Bulgaria y Rumanía con una presión inferior al 30%. En el siguiente escalón, justo el anterior al nuestro, están Irlanda, el 30%, Eslovaquia con el 31%, Estonia con el 32,3% y Polonia con el 32,9%.  Si, como quiere Ciudadanos, se bajan los impuestos, ¿cuál sería modelo al que quiere que nos parezcamos? En 2014 la presión fiscal era la misma que Polonia o Estonia. El modelo ¿sería el de Dinamarca, Francia o Italia o, por el contrario a Bulgaria, Rumanía o Lituania?

Inmediatamente por encima de España, con una presión fiscal entre 2,4 y 3 puntos más están Croacia, Eslovenia y Portugal que recaudarían, en equivalente nuestro, entre 25 y 28 mil millones más. Luego nos encontramos a Holanda, Hungría y Grecia cuya recaudación equivaldría entre 35 y 50 mil millones más.

Debajo de estos Estados solamente están los ya mencionados que tienen menor presión fiscal e Irlanda que ha apostado por captar fondos y empresas por medio de una política fiscal por debajo de los países del entorno.

Como primera conclusión se puede decir que la presión fiscal en España está muy por debajo de los países de la Unión Europea que mantienen un Estado de bienestar. Aquellos con una renta por habitante similar a la nuestra, Italia y Eslovenia, tienen una presión fiscal superior en 9 y 3 puntos respectivamente lo que supondría un aumento de la recaudación de 90 a 30 mil millones de euros más según el Estado que tomemos de referencia. La primera política distributiva es la que proviene de la presión fiscal. La mera constatación de la diferencia en el puesto que se ocupa por presión fiscal, el 18 y en la riqueza por habitante, el 13, deja a las claras la necesidad de aumentar la recaudación y los impuestos.

La segunda afirmación que hace el señor Rivera es que no hay que subir impuestos porque sube el paro. ¿Por qué el aumento de la presión fiscal sube el paro? Si miramos qué ha pasado con la relación entre la tasa de paro y el aumento de la presión, el resultado es claro. La mayor presión fiscal desde 1995 ha sido en 2006 y 2007 (36,8% y 37,1%). y los años con menor tasa de paro precisamente han sido esos con un 8,5% y un 8,3%.

Si, continuando en Europa, miramos como han variado las diferencias entre la tasa de paro y la presión fiscal en relación con la media europea, el resultado niega por completo la afirmación de Albert Rivera. En la medida en que la presión fiscal se aproxima a la media europea, la tasa de paro también. Es decir que la tasa de paro baja cuando sube la presión fiscal y no al revés, como defiende la derecha.

  • Entre los años 1995 y 1998 la tasa de paro estaba de media en 21,2% lo que suponía 10,4 puntos por encima de Europa. La presión fiscal estaba en el 31,7% lo que implicaba una diferencia de 6,7 puntos.
  • Entre 1999 y 2003 la presión fiscal era 5,3 puntos inferior a la media de la UE y la tasa de paro 4,2 puntos superior. En esos años la tasa de paro era del 12,5% y la presión fiscal del 33%.
  • Entre 2004 y 2007 hubo una tasa de paro de 9,3% y una presión fiscal del 35,3% con una diferencia de 1,5 y 2,6 puntos sobre la media de la UE, la menor de los veinte años.
  • Entre 2008 y 2014 creció la tasa de paro hasta el 20,9% de media y disminuyó la presión fiscal hasta 31,7%. La diferencia con la UE fue de 11,2 en la tasa de paro y de 6,3 puntos en la presión fiscal.

DIFERENCIA DE TASA DE PARO Y PRESIÓN FISCAL ENTRE ESPAÑA Y LA U.E

Sin título
FUENTE: Eurostat. Ingresos de las administraciones públicas por impuestos y cotizaciones sociales.

Como se aprecia claramente en el gráfico, las dos diferencias con la Unión Europea, tasa de paro y presión fiscal,  tienden a confluir o a alejarse simultáneamente. Ello supone que la afirmación de que el aumento de la presión fiscal hacer crecer el paro es falsa. Lo que hace es disminuir los bolsillos de los intereses que defiende el señor Rivera.

Con la situación actual, no proponer un fuerte aumento de la presión fiscal supone necesariamente seguir condenando a nueve de cada diez jóvenes en paro, a tres de cada cuatro mujeres paradas y dos de cada tres hombres parados a continuar sin protección por desempleo. Eso es inconstitucional. Supone incumplir la Ley de la Dependencia y eso es no garantizar un Estado de Derecho. Supone mantener la sanidad en la situación actual y eso es no garantizar un Estado Social. Supone no garantizar una educación de calidad para todos, con independencia de su origen, y eso es negarnos el futuro.

Además de la falsedad de las afirmaciones de la derecha, y de las razones de justicia, hay un razonamiento económico que cada día es más obvio: el dinero que perciben los parados en prestaciones, lo gastan, aumenta el consumo y se genera más riqueza. El dinero del ahorro, el que el estado dejaría de ingresar con menor presión fiscal, ¿a dónde va? No parece que a la vista de los últimos datos policiales se pueda afirmar que a la inversión. La garantía de la inversión de ese porcentaje del PIB se produce a través de las personas paradas, de las dependientes, de quienes carecen de ingresos, de la educación o de la sanidad. Eso sí garantiza la creación de empleo. La menor presión fiscal no la garantiza o, por lo menos, hasta ahora no la ha garantizado y no hay que creer en que en el futuro lo haga.

Albert Rivera, la subida de los impuestos y el paro