14 de noviembre de 2010, 14:02
NUEVATRIBUNA.ES - 12.11.2010
Las concepciones ultraliberales en lo económico y neoconservadoras en lo ideológico, defienden que las bajadas de impuestos ponen en manos de los empresarios y las personas unos recursos que terminan siendo invertidos, mejorando la actividad económica y creando empleo. Así expuestas, estas razones de tertuliano mil veces repetidas, llegan a parecer verdad. Sin embargo la realidad no las demuestra o demuestra lo contrario. En tiempos de crisis e incertidumbre, como los que vivimos, el ahorro fiscal de los más ricos no va a inversión y, por el contrario, priva a las Administraciones de los recursos para acometer las inversiones necesarias para suplir la falta de inversión privada.
Desde 2007, año en que comenzó la crisis, los regalos fiscales de Esperanza Aguirre han privado a la Administración Regional madrileña de ingresar más de 10.500 millones de euros.
En el mismo periodo Madrid ha visto crecer el paro en más de 360.000 personas, a un ritmo mayor que el resto del Estado. Con estos datos, Esperanza Aguirre se dirige a Zapatero y se ofrece para liderar la salida de la crisis en toda España.
Como argumento esgrime un estudio de encargo, encomendado a FEDEA que afirma que las rebajas fiscales han creado en Madrid 163.000 empleos. Ocurre que FEDEA es la misma Fundación que viene anunciando, desde hace casi 20 años que el sistema de pensiones se hunde. La misma que ha elaborado un informe, también de encargo, para el Consejo Económico y Social madrileño que intenta vender la necesidad del copago sanitario.
Lo cierto y verdadero es que tras las rebajas fiscales se encuentra una competencia desleal con otras Comunidades Autónomas para convertir Madrid en un paraíso fiscal para grandes fortunas. De hecho los beneficios fiscales del Gobierno Regional han ido recayendo en tan sólo el 7 por ciento de los tres millones de contribuyentes. Los que tienen precisamente las rentas más altas.
Las rebajas del IRPF suponen un ahorro fiscal de 40 euros anuales para las rentas del trabajo, mientras que supone más de 1.200 euros de ahorro para las rentas de capital que ingresan más de 100.000 euros al año.
Otro ejemplo, eliminar el impuesto sobre patrimonio en Madrid supone dejar de ingresar 630 millones de euros al año, pero de ello se benefician tan sólo 170.000 de contribuyentes que se ahorran una media de 3.728 euros al año.
Podríamos seguir poniendo ejemplos de beneficios fiscales para los más ricos con la supresión de impuestos como el de sucesiones o donaciones, que permiten ahorros medios de 9.570 euros para los más afortunados.
Sin embargo estas políticas de privilegio con los que más tienen, conviven como la dura situación por la que atraviesan 1.000.000 de personas por debajo del umbral de la pobreza en la Región. Las 564.000 personas paradas de las que 170.000 carecen de todo tipo de prestación o ayuda.
Lejos de sacarnos de la crisis, las políticas fiscales de Esperanza Aguirre nos instalan en la crisis, retrasan la salida de la misma, incrementan el paro y agudizan los problemas sociales.
Madrid necesita una política fiscal que permita contar con los recursos necesarios para incrementar la actividad económica y proteger a las personas más golpeadas por la crisis.
Ni el dogmatismo neoliberal, ni las recetas mágicas que sólo intentan recomponer beneficios especulativos y mantener privilegios de los más ricos, nos van a permitir salir de la crisis y muy al contrario van a someter a las personas y a las familias, a sacrificios inaceptables e innecesarios.
Francisco Javier López Martín - Secretario General de CCOO de Madrid
Las concepciones ultraliberales en lo económico y neoconservadoras en lo ideológico, defienden que las bajadas de impuestos ponen en manos de los empresarios y las personas unos recursos que terminan siendo invertidos, mejorando la actividad económica y creando empleo. Así expuestas, estas razones de tertuliano mil veces repetidas, llegan a parecer verdad. Sin embargo la realidad no las demuestra o demuestra lo contrario. En tiempos de crisis e incertidumbre, como los que vivimos, el ahorro fiscal de los más ricos no va a inversión y, por el contrario, priva a las Administraciones de los recursos para acometer las inversiones necesarias para suplir la falta de inversión privada.
Desde 2007, año en que comenzó la crisis, los regalos fiscales de Esperanza Aguirre han privado a la Administración Regional madrileña de ingresar más de 10.500 millones de euros.
En el mismo periodo Madrid ha visto crecer el paro en más de 360.000 personas, a un ritmo mayor que el resto del Estado. Con estos datos, Esperanza Aguirre se dirige a Zapatero y se ofrece para liderar la salida de la crisis en toda España.
Como argumento esgrime un estudio de encargo, encomendado a FEDEA que afirma que las rebajas fiscales han creado en Madrid 163.000 empleos. Ocurre que FEDEA es la misma Fundación que viene anunciando, desde hace casi 20 años que el sistema de pensiones se hunde. La misma que ha elaborado un informe, también de encargo, para el Consejo Económico y Social madrileño que intenta vender la necesidad del copago sanitario.
Lo cierto y verdadero es que tras las rebajas fiscales se encuentra una competencia desleal con otras Comunidades Autónomas para convertir Madrid en un paraíso fiscal para grandes fortunas. De hecho los beneficios fiscales del Gobierno Regional han ido recayendo en tan sólo el 7 por ciento de los tres millones de contribuyentes. Los que tienen precisamente las rentas más altas.
Las rebajas del IRPF suponen un ahorro fiscal de 40 euros anuales para las rentas del trabajo, mientras que supone más de 1.200 euros de ahorro para las rentas de capital que ingresan más de 100.000 euros al año.
Otro ejemplo, eliminar el impuesto sobre patrimonio en Madrid supone dejar de ingresar 630 millones de euros al año, pero de ello se benefician tan sólo 170.000 de contribuyentes que se ahorran una media de 3.728 euros al año.
Podríamos seguir poniendo ejemplos de beneficios fiscales para los más ricos con la supresión de impuestos como el de sucesiones o donaciones, que permiten ahorros medios de 9.570 euros para los más afortunados.
Sin embargo estas políticas de privilegio con los que más tienen, conviven como la dura situación por la que atraviesan 1.000.000 de personas por debajo del umbral de la pobreza en la Región. Las 564.000 personas paradas de las que 170.000 carecen de todo tipo de prestación o ayuda.
Lejos de sacarnos de la crisis, las políticas fiscales de Esperanza Aguirre nos instalan en la crisis, retrasan la salida de la misma, incrementan el paro y agudizan los problemas sociales.
Madrid necesita una política fiscal que permita contar con los recursos necesarios para incrementar la actividad económica y proteger a las personas más golpeadas por la crisis.
Ni el dogmatismo neoliberal, ni las recetas mágicas que sólo intentan recomponer beneficios especulativos y mantener privilegios de los más ricos, nos van a permitir salir de la crisis y muy al contrario van a someter a las personas y a las familias, a sacrificios inaceptables e innecesarios.
Francisco Javier López Martín - Secretario General de CCOO de Madrid