viernes. 26.04.2024

Los parches del empleo

NUEVATRIBUNA.ES - 30.11.2009Con el fin de que los zagales no se lleven a engaño habrá que aclarar que cuando ZP anuncia un gran plan para la juventud no se refiere a que les vaya a invitar a botellón a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Habla de empleo. A ser posible de un puesto de trabajo que les facilite irse de casa de los padres antes de tener que gastarse la primera paga extraordinaria en un viaje a Benidorm organizado por el Inserso.
NUEVATRIBUNA.ES - 30.11.2009

Con el fin de que los zagales no se lleven a engaño habrá que aclarar que cuando ZP anuncia un gran plan para la juventud no se refiere a que les vaya a invitar a botellón a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Habla de empleo. A ser posible de un puesto de trabajo que les facilite irse de casa de los padres antes de tener que gastarse la primera paga extraordinaria en un viaje a Benidorm organizado por el Inserso. Sólo cabe esperar que esta vez sea de verdad. No la promesa en sí de un plan sino que encuentran un empleo. No cualquier empleo. Es decir, se deberían descartar esas rentas mínimas de supervivencia que las estadísticas de los gobiernos llaman contratos.

Tener un trabajo también debería ser tener una garantía para edificar un futuro. Y eso implica unas condiciones dignas, una estabilidad necesaria y un salario que te permita creer que las utopías propias de la juventud pasan por cambiar el mundo y no por la concesión de una hipoteca. Cuando en las épocas de expansión se alardeaba de los millones de contratos que se suscribían se ocultaba que en ese saco entraba de todo. Casi como en la Ley de Economía Sostenible a la que, por cierto, me sumo con fervor. Aunque sólo sea por no salir del cine en verano sin saber si sigo con las chanclas o llevo por extremidades dos frigopiés seguro que merece la pena. Cuánto bien nos reportará que nos controlen la temperatura. Más ahora con esto de la gripe A.

Decía que esa radiografía del mercado de trabajo contabiliza como contratos algunos compromisos laborales que, en muchos casos, apenas llegan a un mes o a una semana. De ese modo, el calvario de un joven en precario se presentaba, por el arte de magia de la estadística, como prueba fehaciente de la frenética actividad económica. Para que nos hagamos una idea, con esos datos uno no discernía si alguien había abierto una empresa con veinte trabajadores o el mismo licenciado en Física Cuántica había sido contratado veinte veces en los últimos dos meses por la misma empresa de mensajería. Lo importante eran los millones de contratos ¿Para qué estropear un titular con esa manía de leer la letra pequeña? Ahora ya ni siquiera cabe esa engañifa.

De todos modos, es de valorar que el Gobierno haga algo aunque sólo sea para que se le pueda criticar con razón. Que a los diez segundos de su presentación el PP ya tilde de ‘franquista’ la Ley de Economía Sostenible indica que a menudo quieres dar una opinión y lo que exhalas son suspiros de nostalgia. No sé si esta ley activará la economía o servirá para mucho más que para nutrir la sesera de los tertulianos, pero lo que parece seguro es que sirve de mucho menos denostar sin proponer. Todavía se está a la espera de que Mariano, más allá de las fronteras de este desastre, de ese caos absoluto que es España, diga qué haría él para arreglarlo además de esperar a que escampe. Eso sí, mal no le va. De momento, sostenerse se sostiene.

Germán Temprano es escritor y periodista.

JAULA DE GRILLOS

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