viernes. 26.04.2024

La Cooperación en la Comunidad de Madrid en 2009 y los Objetivos del Milenio

NUEVATRIBUNA.ES - 1.7.2009 “ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE”, dice la ONU, es la prioridad número uno de los Objetivos del Milenio y tenemos hasta 2015 para cumplir con ello. Lastimosamente el hambre, la siguen sufriendo millones de personas por vivir en la pobreza.Datos del informe de Intermón Francia dan cuenta de que muchas personas, especialmente en la infancia, siguen muriendo cada día por causas relacionadas con el hambre.
NUEVATRIBUNA.ES - 1.7.2009

“ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE”, dice la ONU, es la prioridad número uno de los Objetivos del Milenio y tenemos hasta 2015 para cumplir con ello. Lastimosamente el hambre, la siguen sufriendo millones de personas por vivir en la pobreza.

Datos del informe de Intermón Francia dan cuenta de que muchas personas, especialmente en la infancia, siguen muriendo cada día por causas relacionadas con el hambre. Afortunadamente el citado informe no se queda ahí sino que incluye recomendaciones con las soluciones a futuro entre las que están: una adecuada inversión en agricultura; un comercio justo; la redistribución de recursos y la lucha contra el cambio climático. En la Comunidad de Madrid seguimos sin ver en el plan de Cooperación 2009-2012, o inclusive en el anual 2009, acciones concretas que aborden las causas de esta grave situación en el mundo. Si así fuere el continente prioritario de su actuación sería África, pero no lo es. El esfuerzo tampoco aumenta.

En días pasados se publicaban importantes datos que revelaba el informe 2009 de la organización “One”, organización mundial que lucha contra la extrema pobreza, especialmente en África: Los países ricos sólo han dado un tercio del dinero prometido en la reunión de Gleneagles (Escocia, 2005). Allí el objetivo –que se firmó- era doblar para 2010 las ayudas al continente. Pues a día de hoy sólo han aportado 7.000 de los 21.500 millones de dólares prometidos. EEUU, Canadá y Japón, que hicieron compromisos más modestos, los están cumpliendo. Reino Unido o Alemania, van retrasados, pero están tomando medidas para llegar a sus compromisos. Sin embargo, Francia e Italia (próxima anfitriona del G-8) son responsables del 80% del retraso que lleva el G-8 en 2009.

Datos preocupantes, pero volvamos a nuestra región. Actualmente América Latina es la región fundamental de la cooperación de la Comunidad de Madrid, con el 70% de los fondos, seguida de África con un 20% y el 10% restante distribuido entre los demás países. En otras palabras, 7 de cada 10 euros para América Latina y 2 euros para África, y 1 para el resto de países. Esta aseveración no debe tomarse como una opinión en contra de los fondos que se dedican la región latinoamericana, que por diversos motivos sentimos como hermana, además de que constituye la región desde donde una gran parte de sus ciudadanos han escogido Madrid como país de destino de su migración. Creemos, sin embargo, en la coherencia con los objetivos del Milenio y habrá que plantearse reducir paulatinamente estas diferencias, sobre todo porque el problema de América Latino no es de pobreza sino de extrema desigualdad y eso se puede superar apoyando los cambios de poder que reclama la región y que paulatinamente se van dando en Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, no haciendo oídos sordos cuando salen a la luz los desafueros del gobierno colombiano.

El gobierno regional lo señaló en el Balance del Plan 2005-2008, en el que dicen, que cumplieron con creces los objetivos presupuestarios de la cooperación al desarrollo pero que, justamente con África, el reparto no se ajustó estrictamente a lo previsto. Asimismo reconocen que tienen dificultades para cumplir todas las previsiones presupuestarias por ámbitos geográficos y temáticos de toda la cooperación que realiza, Nos preguntamos entonces ¿seguirán los planes anuales esta tendencia? ¿Y en 2009 cómo van a afrontar este compromiso con África? ¿Cómo encaminarán acciones hacia la raíz del problema?

Cuando hablamos de cooperación al desarrollo, de lo que se habla es de esfuerzo, y el esfuerzo se mide en función del porcentaje que se dedica a ello. El Consejo Regional de Cooperación al Desarrollo dijo, ya en el año 2001, el 0,29 por ciento del presupuesto de la Comunidad de Madrid para cooperación al desarrollo; a día de hoy, se dedica el 0,17 por ciento de los presupuestos. Cito aquí palabras del Consejero de Inmigración y Cooperación cuando presentó el Plan 2009-2012: “El presupuesto de la Comunidad de Madrid dedicado a Cooperación se ha multiplicado por más de cuatro desde la llegada de Esperanza Aguirre a la Presidencia, en 2003: de 9,7 millones de euros en 2003 a superar los 40,4 millones 2008”. Claro el presupuesto sube en términos absolutos, pero antes –también bajo gobierno popular- no se cooperaba casi nada. Así que sólo le enmienda la plana a Gallardón.

En cuanto al PIB, nuestra comunidad está ahora mismo en el 0,17 % es decir, la quinta Comunidad por la cola. A este paso no cumplirá el 0,7% del PIB dirigido hacia la cooperación sino hasta el año 2020. Aquí no vale el argumento de que estamos en un contexto de crisis nacional e internacional y que están empleando la austeridad. Contribuir a erradicar la pobreza y el hambre en el mundo, no pasa por cálculos de ningún tipo, es un compromiso internacional que nos obliga.

No recomendamos desde esta tribuna dirigir menos fondos a América Latina, sino cumplir con los objetivos que se tienen para contribuir al desarrollo sostenible de África aumentando recursos a esta región. Por consiguiente, se incrementaría ipso facto el porcentaje de la cooperación madrileña, en general, haciendo creíble el esfuerzo que tanto pregonan en sus números.

El escrupuloso seguimiento que hacemos desde la oposición a las políticas de cooperación del gobierno de Esperanza Aguirre tiene que ver con la estricta idea de canalizar mejor nuestra cooperación hacia donde realmente se necesita.

Por ejemplo, en cuanto a los convenios directos de colaboración por 7.637.805 euros, para 2009 ¿cuáles son los criterios con los que ellos se adjudican y cuál la evaluación que les precede año tras año? Resulta curioso esto con Colombia, un país que se lleva un buen porcentaje de ellos y sobre los cuáles sería muy necesario un exquisito conocimiento, porque algunos proyectos o el uso que hace este gobierno, muy amigo del PP, son cuestionados por la sociedad civil colombiana y cuando menos deben darse explicaciones, porque el poder no debe dar vía libre a la “impunidad”.

Otro ejemplo, en el Plan General 2009-2012 se incluye como novedad la incorporación de Rumania y Bulgaria en el grupo de países receptores de la ayuda madrileña “con atención especial”, el mismo grupo al que pertenecen, según el plan, países como Gambia, Guinea Ecuatorial, Malí, Sudán, Cuba, Etiopía, Guinea Conakry, Liberia y Angola.

Es verdad que, según datos del FMI en 2008, mientras que la riqueza generada en Luxemburgo, triplica la media europea, en Bulgaria o Rumanía no alcanzan en promedio el 50% (267% de Luxemburgo y el 37% de Bulgaria, según datos del EUROSTAT 2008 ) Pero, ¿se puede poner en el mismo saco a Rumanía que tiene un PIB (en miles de millones) de 2.467, con Malí que tienen un PIB de 14.18; Liberia con 1.5 y Gambia con 1.34? [CIA World Factbook Enero 1, 2008], por nombrar sólo algunos países.

Con estos números la Cooperación del gobierno madrileño dirigida a Bulgaria y Rumanía no se explica, y qué decir, si añadimos que ambos países pertenecen ya a la Europa ampliada desde hace dos años y por tanto, son receptores de otros fondos. En todo caso, estaremos escrupulosamente atentos de que se cumpla ese acuerdo, que dijo el Sr. Consejero de Inmigración y Cooperación, hicieron con las organizaciones no gubernamentales de realizar sólo una aportación máxima del 2 por ciento de los fondos de cooperación a Rumanía y Bulgaria y de que esto no tenga un abuso populista con la población rumana, pues la cooperación obedece a principios de solidaridad y ética, y no debe contribuir a intereses y aprovechamiento particular electoral, como hasta ahora ha ocurrido, en la carrera en la que se encuentra el PP hacia el 2011, con la inmigración otra perversión más de la política.

Repito aquí, lo que el grupo socialista hizo con contundencia en la comisión de Cooperación e Inmigración de la Asamblea de Madrid: “No se puede hacer ayuda humanitaria ni cooperación al desarrollo a impulsos de titulares de prensa”. Las actuaciones, que hay que hacer, deben tener una continuidad y una estrategia, no pueden ser los proyectos los que definan el plan. El esfuerzo debe ser adecuado, hay que llegar a los compromisos internacionales asumidos por nuestro país y hay que recuperar el consenso.

Yolanda Villavicencio M. es diputada Socialista Asamblea de Madrid. Es licenciada en Económicas y Ciencias Empresariales, especialista en Cooperación Internacional al Desarrollo, especialista en Mujer y Desarrollo, máster en Migraciones y Relaciones Intracomunitarias y en los últimos ocho años ha dirigido la entidad AESCO, especializada en migraciones, cooperación al desarrollo y codesarrollo.

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