En España, según datos oficiales, se supera el millón de personas que tienen una enfermedad mental grave, es decir entre el 2,5 y el 3% de la población adulta.
Si un partido utiliza modos y maneras fascistas, la “voz” con la que debería de ser nombrado es la que mejor se adapte a su forma de proceder y de pensar.
¿Es lícito continuar sufragando la asistencia religiosa (católica) obviando que son las diferentes confesiones las que deben afrontar los gastos derivados de su labor pastoral?