nuevatribuna.es
23 de febrero de 2009, 17:58
J.P. / NUEVATRIBUNA.ES - 23.02.2009
El grupo, que cuenta con el respaldo de una treintena de personas (entre ellas Isaac Jiménez, columnista de Libertad Digital y responsable de las páginas web de los principales programas de la COPE), hace referencia al denominado Caso Leganés, uno de los episodios más turbios de la presidencia de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.
CASO LEGANÉS
Una denuncia anónima acusó en 2005 a 15 médicos del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) de haber cometido 400 homicidios en Urgencias. El Gobierno regional dio pábulo a la acusación y Manuel Lamela (entonces consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre) destituyó a cinco jefes de servicio y tres supervisores por unas presuntas prácticas irregulares que, según sus propias palabras, habían acabado con la vida de decenas de pacientes terminales.
El cabeza de turco de aquella operación, que coincidió en el tiempo con la adjudicación de algunos de los nuevos hospitales semipúblicos de la Comunidad, fue Luis Montes, entonces coordinador de Urgencias.
"EL CASO LEGANÉS FUE UNA CORTINA DE HUMO"
En una entrevista concedida en octubre del pasado año a nuevatribuna.es, Luis Montes afirmó que "el Caso Leganés sirvió de cortina de humo durante más de un año para no hablar de la privatización desmesurada de la sanidad madrileña". Pero Montes no descartaba que en la caza de brujas que padeció influyera un componente ideológico: "El debate sobre la eutanasia estaba surgiendo con fuerza en la sociedad y al PP eso no le gustaba nada. Esperaron el momento y el lugar para sacar adelante este proceso. Lamela, a partir exclusivamente de una denuncia anónima, decidió cesarme y acusarme del homicidio de 400 personas".
El doctor Montes recordó en la entrevista cómo el Gobierno de Esperanza Aguirre se ensañó con los profesionales del Severo Ochoa: "Sabemos que llamaron a muchas familias ofreciéndoles cantidades de dinero para que me denunciaran; ellos mismos nos lo contaron y tan sólo una denunció. Las demás denuncias, repito, eran anónimas".
Casi cuatro años después de aquella pesadilla, y con una sentencia que da la razón al doctor Montes y exige la supresión de toda referencia a la posible mala práctica de los médicos denunciados, hay quien todavía quiere proseguir la caza de brujas.
