Ya hace un par de meses, Ramón Reboiras, su director, escribía en la Editorial de la revista TintaLibre: "Hacia el año 430 antes de Cristo, Heródoto de Halicarnaso, considerado como el primer gran historiador, emprendió una monumental obra dedicada a contar las guerras médicas entre dos contendientes, griegos y persas". Pues bien: "`Letras de combate´, nuestro número de abril, reúne en sus páginas varios frentes de actualidad -de Siria a Ucrania-, viejos conflictos -Vietnam, nuestra guerra civil- y un ramillete de esritores -Andréi Kurkov, Irène Nemirovsky- e intelectuales -Antonio Gramsci, Arturo Barea- que han vivido la guerra como escenario cruento de esa gran `miseria´ a la que aludía Heródoto".
Reboiras, en tal trabajo, añade: "Mientras los focos de actualidad miran a Ucrania, Siria, doce años después del inicio de su revuelta contra el tirano Bashir al-Asad, es hoy un país desgraciado donde el `patriarcado´ internacional -de China a Rusia, de Estados Unidos a Irán- juega un abominable ensayo de poderío ante una población que vive en la miseria y a la que acaba de sacudir un terremoto". Andréi Kurkov, "uno de los autores en lengua rusa más internacionales, aunque residente en Kiev y de pasaporte ucraniano, recuerda que se le esfumaron las ganas de seguir escribiendo ficción tras la invasión rusa", concluye, pues tal autor, "que era capaz de reírse del régimen soviético e incluso llegó a ser muy crítico con Zelenski, afirma que tendrán que pasar unos años para que vuelva a poder disfrutar de ese humor endiablado que birilla en libros como Abejas grises o Muerte con pingüino".
Unas y otras guerras, cientos de guerras. ¿Tiene remedio el ser humano? Lo dudo
A lo que estamos: "Guerra y paz es una epopeya que trascurre en un territorio tan vasto como Rusia y solo por eso necesitaba ser monstruosa de talla y aliento. Lo que no es, desde luego, es inconexa. Al contrario: hasta la sensación inconclusa que nos deja su epílogo tiene un porqué", recuerda Marcos Giralt Torrente en el reciente libro narrativo de Anagrama Algún día seré recuerdo. Todo ello, nos lleva a preguntarnos sobre el por qué de la guerra. Giralt Torrente recuerda que "en la acumulación de minucias sobre los personajes [de la obra de Tolstói] se vislumbra su percepción de que la historia está construida sobre innumerables factores y no solo sobre los económicos o económicos de los que se ocupan los historiadores".
Unas y otras guerras, cientos de guerras. ¿Tiene remedio el ser humano? Lo dudo. Europa Press, 3 de julio: "La plataforma Desokupa ha desplegado" una lona "en la madrileña calle de Atochacontra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, donde se ve su cara, enfrentada a la de Daniel Esteve, dueño de la empresa de desokupación, con el lema `Tú a Marruecos. Desokupa la Moncloa´". ¿Necesita, dicho excremento, interpretación alguna?¿Escapará, el supuesto ser humano, de las garras de los genocidas y los asesinos de masas? En serio: lo dudo.
