En el reciente y personalísimo texto narrativo Estímulos (Arcadia), Joaquim Jordà recuerda que, en "los últimos ocho días, el mundo apesta a sangre, sudor y pólvora".
Era un texto suyo del 27 de marzo de 2003: "(...) Saddam leía su primer mensaje en una hoja que parecía arrancada de un cuaderno escolar. Con voz igualmente desagradable, Bush, el reverendo Butcher Bush, leía el suyo en un teleprónter. Carnicerito Aznar, en su máximo, y fugaz, momento de gloria, recitaba, como un torpe pero aplicado escolar, la lección que Big Butcher le había dictado".
¿2003? Y, ¿qué tiene esto que ver con la sociedad actual?
Viene a cuenta, seguramente, con el presente bélico. Nazanín Armanian, Público, 10 de marzo de 2023: "La verdad siempre es la primera víctima de la guerra, y también en Ucrania, y, al igual que el asunto de las `armas de destrucción masiva de Sadam Husein´ fue solo una de las 7 mentiras de la guerra contra Irak para conseguir unos 10 objetivos, los bulos abundan".
José luis Gordillo, Público, el mismo día: "Hay varios tipos de belicistas distópicos, pero lo que tienen en común todos ellos es considerar que su punto de vista es muy realista".
¿Tiene remedio esta situación? Nazanín Arminian: "La guerra es inherente a la economía y al capitalismo. Uno de los motivos de que los movimientos antimilitaristas no avancen es justamente apuntar a este nexo".
Por ello (y, desgraciadamente, por mucho más), conviene leer libros como el citado de Joaquim Jordà: "Recuerden que dadá nació durante la primera guerra interimperialista, cuando un grupo de ciudadanos de ambos campos decidió desertar a la neutral Suiza. Lecturas recomendadas: Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Céline, y El almuerzo desnudo, de William Burroughs". Por ejemplo...
Guerra conveniente, guerra total. Leamos e informémonos...
