jueves. 09.05.2024

@Montagut | El gran maestre del Gran Oriente Español, Miguel Morayta, realizó unas reflexiones sobre los ritos en masonería en la asamblea de dicha Obediencia de julio del año 1910 que nos permiten entender su importancia para la existencia de la misma, y de la mano de un masón fundamental en la Historia de la masonería española.

Precisamente, era el rito lo que hacía que la masonería fuera distinta de las asociaciones profanas, y eso le había permitido perdurar en el tiempo al distinguirla de ateneos, casinos o comités políticos.

El rito sería el gobierno y la administración de la masonería. Pero también era, como término derivado del latín ritus, el orden, costumbre, ceremonia, y por extensión, la práctica y fórmulas empleadas en los “cultos”, o más bien el conjunto de reglas o preceptos para cumplir las ceremonias masónicas (tenidas), o conforme se comunicarían “los signos, toques y palabras” propias de cada grado, sin los cuales la masonería no sería una sociedad secreta, aunque hoy se emplearía más el concepto de discreta.

Era el rito lo que hacía que la masonería fuera distinta de las asociaciones profanas, y eso le había permitido perdurar en el tiempo

Pero si los principios masónicos serían esenciales, aunque Morayta hablaría de doctrina o dogma, el rito era accidental. Así pues, no sería masón quien no se guiase bajo la trilogía de Libertad, Igualdad y Fraternidad con todo lo que se derivaba de la misma, y lo era quien siguiendo estos principios practicaba cualquier de los ritos “considerados regulares”, es decir, reconocidos por la mayoría de las potencias u obediencias masónicas.

Morayta explicaba en su discurso que la masonería universal en sus estatutos y resoluciones había definido que ninguno de los ritos podía aspirar a la supremacía sobre cualquier otro, pero consideraba que, por consentimiento general, antigüedad y porque llenaría “bien todas las necesidades de la orden, el más admitido era el rito escocés antiguo y aceptado.

Por otro lado, Morayta avisaba que había que cuidar mucho la “instrucción masónica”, enseñando en lo que se conocen dentro de la masonería como “tenidas de instrucción”, el significado de los toques, palabras y signos, y de ensayar su práctica. Si no se dominaban bien se afeaban las tenidas, expresando, por fin, que el día en el que las mismas se redujesen a “sesiones profanas”, es decir, como de una asociación de la vida normal, sería muy desdichado para la orden.

Hemos trabajado con el número del 28 de julio de 1910 del Boletín del Gran Oriente Español.

El rito en Masonería: una visión desde 1910