sábado. 27.04.2024

La idea de una sola conciencia para un grupo de personas está presente en la filosofía política del XVIII. Así, Jean-Jacques Rousseau moviliza el concepto de voluntad general . La idea fue retomada en el siglo siguiente por Auguste Comte, quien utilizó el término consenso.

Los primeros trabajos que se ocupan de la psicología de las masas durante el siglo XIX, movilizan la idea de un alma colectiva que atraviesa un grupo social. Uno de los padres fundadores de la psicología de masas, Gustave Le Bon, presenta esta teoría en Psychology of Crowds, publicado en 1895.

Gustave Lebon

Define la multitud como "una reunión de cualquier individuo, cualquiera que sea su nacionalidad, profesión u ocupación. Con oportunidades que los unen”, y escribe que cuando se juntan, se forma un alma colectiva, transitoria sin duda, pero que presenta características muy claras.

La colectividad se convierte entonces en lo que, a falta de una mejor expresión, llamaría multitud organizada o, si se prefiere, multitud psicológica. Forma un solo ser y está sujeto a la ley de la unidad mental de las multitudes. Señala que las principales razones por las cuales el “yo” se pierde en el “nosotros” son las siguientes:

  • El ser humano percibe a la masa como un poder invencible. Deja de sentirse responsable porque en ella es una figura anónima.
  • Las masas contagian su manera de sentir y actuar a quienes las conforman. Eso se da de manera inconsciente y permite que la masa sea manipulada por un líder.
  • La masa sugestiona e hipnotiza al individuo. Formar parte de una masa lleva a experimentar sentimientos de omnipotencia.
  • En la masa lo irreal predomina sobre lo real. Es compacta y no se rompe por diferencias internas.
  • La masa se percibe como un mecanismo de supervivencia. No pertenecer a la masa es visto como un grave peligro.

La conciencia colectiva es un concepto sociológico fundamental que se refiere al conjunto de creencias, ideas, actitudes morales y conocimientos compartidos que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad. Esta fuerza es distinta de la de la conciencia individual, y generalmente domina sobre ella. Según este concepto, una sociedad, una nación o un grupo social constituyen entidades que se comportan como individuos globales.

La conciencia colectiva modela nuestro sentido de pertenencia e identidad, y también nuestro comportamiento. El sociólogo Émile Durkheim desarrolló este concepto para explicar cómo los individuos se agrupan en unidades colectivas, como los grupos sociales y las sociedades. Concluyo que la sociedad existe porque los individuos únicos se sienten solidarios entre sí.

Émile Durkheim

Por eso, forman colectivos y trabajan juntos para lograr sociedades funcionales y comunitarias. La conciencia colectiva es la fuente de esta solidaridad.

En su libro La división del trabajo social, Durkheim sostiene que en las sociedades “tradicionales” o “más simples”, la religión desempeña un rol importante al unir a sus miembros por medio de la creación de una conciencia común. En las sociedades de este tipo, los contenidos de la conciencia de un individuo son ampliamente compartidos por los otros miembros de su sociedad, lo que da lugar a una “solidaridad mecánica”, modelada gracias a la semejanza mutua. Por otra parte, Durkheim observó las sociedades modernas e industrializadas que caracterizaron a Europa Occidental y a los Estados Unidos recién formados tras la revolución y describió que funcionaban a través de una división del trabajo, por lo que surgió una “solidaridad orgánica”, basada en la confianza mutua que los individuos y grupos tenían entre sí.

Anthony Giddens señala que la conciencia colectiva difiere en los dos tipos de sociedades en cuatro dimensiones:

  • Volumen. Se refiere a la cantidad de gente que comparte una misma conciencia colectiva.
  • Intensidad. Se refiere al grado en que la sienten los miembros de la sociedad.
  • Rigidez. Se refiere a su nivel de definición.
  • Contenido. Se refiere a la forma que adopta la conciencia colectiva en los dos tipos extremos de sociedad.

Para McDougal la sociedad está constituida por un sistema de relaciones entre las mentes individuales, que son las unidades que la componen. Las acciones de la sociedad son, o pueden ser bajo ciertas circunstancias, muy diferentes de la mera suma de las acciones con las que sus diversos miembros podrían reaccionar frente a la situación en ausencia del sistema de relaciones que los convierte en una sociedad. Dicho con otras palabras, en tanto piensa y obra como miembro de una sociedad, el pensamiento y la acción de cada hombre son muy distintos de su pensamiento y de su acción como individuo aislado.

La noción de conciencia colectiva también se debe en gran medida a la popularidad emergente del psicoanálisis en el siglo XX. Así, Carl Jung acuñó el término inconsciente colectivo para denotar los contextos y significados compartidos de los sueños individuales.Según Jung, existe un conjunto preexperiencial de «motivos mitológicos, combinaciones de ideas o imágenes que se pueden encontrar en los mitos de la propia gente o en los de otras razas» que dan «un significado colectivo, un significado que es la propiedad común de la humanidad.”. 

El inconsciente es la parte del ser que el individuo desconoce, pero que aún ejerce el control sobre los comportamientos, deseos e impulsos de ese individuo. Como tal, la inconsciencia nunca se separa por completo de la conciencia dentro del individuo, y uno necesariamente informa al otro.

Uno de los objetivos principales del discurso psicoanalítico es llevar al inconsciente a la conciencia, de modo que el paciente pueda darse cuenta de por qué se comporta de ciertas maneras. El “inconsciente colectivo” junguiano es importante cuando se considera su otra «conciencia colectiva» porque sugiere un conjunto original de arquetipos comunes a todos los miembros de un grupo y a partir de los cuales formulan significados, contextos y patrones dentro del grupo.

Serge Moscovici ha señalado en “El psicoanálisis, su imagen y su público”, las siguientes consideraciones: La representación social es una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos.

La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación. Dicho en términos más llanos, es el conocimiento de sentido común que tiene como objetivos comunicar, estar al día y sentirse dentro del ambiente social, y que se origina en el intercambio de comunicaciones del grupo social. Es una forma de conocimiento a través de la cual quien conoce se coloca dentro de lo que conoce. Al tener la representación social dos caras -la figurativa y la simbólica- es posible atribuir a toda figura un sentido y a todo sentido una figura.

Las representaciones sociales definidas por Moscovici como "universos de opinión", pueden ser analizadas con fines didácticos y empíricos en tres dimensiones: la información, el campo de representación y la actitud.

a) La información: Es la organización o suma de conocimientos con que cuenta un grupo acerca de un acontecimiento, hecho o fenómeno de naturaleza social.

b) El campo de representación: Expresa la organización del contenido de la representación en forma jerarquizada, variando de grupo a grupo e inclusive al interior del mismo grupo. Nos remite a la idea de imagen, de modelo social, al contenido concreto y limitado de las proposiciones que se refieren a un aspecto preciso del objeto de representación.

c) La actitud: Es la dimensión que significa la orientación favorable o desfavorable en relación con el objeto de la representación social. Se puede considerar, por lo tanto, como el componente más aparente, fáctico y conductual de la representación, y como la dimensión que suele resultar más generosamente estudiada por su implicación comportamental y de motivación.

Por último, compartir esta reflexión de Gustav Lebon:” Pensar colectivamente es la regla general. Pensar individualmente es la excepción”.

Conciencia Colectiva