sábado. 27.04.2024

En esta nueva saga te acercamos la historia de cinco injusticias cometidas a lo largo de los tiempos, en aras del machismo (ó el capitalismo), de la pluma del historiador Edmundo Fayanás, desde el prisma de 'Mujeres de película'.


Una luchadora contra la discapacidad: Helen Keller

Con la edad de 19 meses, Helen sufrió una enfermedad, que hoy día sigue siendo un misterio. Los médicos del momento le llamaron la enfermedad de “la fiebre del cerebro”, mientras que los médicos actuales consideran que sería una escarlatina o una meningitis. Cuando Helen tenía siete años, ya empleaba sesenta signos para comunicarse con su familia.


La historia de una injusticia: Mileva Maric

Mileva comienza sus estudios a la edad de diez años (1886) en un colegio para niñas. Posteriormente, estudia en el instituto de educación de Sremska Mitrovica. Este centro disponía de un magnifico laboratorio de Física y Química. Mileva y Albert Einstein iniciaron una relación sentimental muy fuerte. En el año 1900, Einstein escribe a Mileva lo siguiente estoy solo con todo el mundo, salvo contigo.  Qué feliz soy por haberte encontrado a ti, a alguien igual a mí en todos los aspectos, tan fuerte y autónomo como yo”.


Milada Králová, una luchadora por la libertad y los derechos humanos

Milada Králová nace en Praga, y desde muy joven, creció en Milada un sentimiento de solidaridad hacia los más necesitados y de lucha contra las injusticias. Se caracterizó por sus ideas progresistas en su juventud. Estudió en un instituto durante la Primera Guerra Mundial y fue expulsada del centro por participar en manifestaciones pacifistas. 


Claudia Metelo, la matrona romana rebelde

Claudia Mileto, por defender su propia libertad, por adelantarse a su tiempo y vivir sin las sujeciones a las que estaban sometidas las demás mujeres, sufrió un castigo brutal y su nombre quedó manchado para siempre.


Ethel y Julius Rosenberg, la historia de una injusticia

El juicio a los Rosenberg sólo duró noventa minutos, siendo sentenciado a quince años de cárcel, que era el máximo posible por pasar secretos militares a una nación aliada, pues en ese momento histórico la URSS y Gran Bretaña eran aliados. Jean Paul Sartre definió este juicio diciendo “La ejecución de los Rosenberg es un linchamiento legal que mancha de sangre a todo un país”


Cinco injusticias cometidas por el machismo (o el capitalismo) a lo largo de los tiempos