domingo. 28.04.2024
JORNADAS ANTIFRANQUISTAS EN ZARAGOZA

Antifranquistas en Aragón dan un paso al frente por la memoria democrática y contra la derecha reaccionaria

Testimonio vivo de hombres y mujeres que lucharon contra el franquismo y sufrieron represión y cárcel.

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Participantes de las jornadas en la Universidad de Paraninfo. (Foto: Agencia Ana Rioja)

“Existe una memoria abrumadora de los vencedores y una memoria humillada de los vencidos”, afirma Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza. Y son “esas memorias vencidas y humilladas” las que ahora -40 años después de la restauración de la democracia-, “quieren hablar”.

Su voz se escuchó los pasados 27 y 28 de octubre en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en unas jornadas organizadas por un grupo de aragoneses, militantes antifranquistas que han decidido dar un paso al frente contra el olvido, con testimonios de una memoria democrática viva que sirva de antídoto a las políticas reaccionarias de la derecha y ultraderecha, también en Aragón, donde el nuevo gobierno de PP y Vox pretende derogar la ley de memoria en un nuevo intento de revisionismo y borrado de la historia.

La agencia de noticias ‘Ana Rioja’ recogía en un comunicado el espíritu de estas jornadas que bajo el título “Lucha y represión en Aragón (1960-1976)” han tenido como principal fin escribir un periodo de la reciente historia de España “incómodo y olvidado”, mostrando para el recuerdo “los nombres, hechos, esfuerzos y pesares” de aquellas personas que lucharon por la libertad en los años de agonía franquista, antesala de la Transición, durante dos décadas en los que los estertores de la dictadura mantuvieron toda su fuerza represiva.

"El final del franquismo no fue una época dulce"

La verdad de aquellos días inundó el Aula Magna del Paraninfo universitario con invitados de excepción como el propio Casanovas, ponente en la primera jornada, que habló de ese pasado “incómodo para unos e infame para otros”, un periodo de efervescencia social y auge de movimientos transformadores. “Pero el final del franquismo no fue una época dulce. Continuó el afán represor con otros métodos que se adaptaron a los nuevos tiempos, como la creación del Tribunal de Orden Público (TOP) en 1963 con miles de procesados hasta 1976. La transición fue gradual, lenta y costó muchísimo, porque cuatro décadas de franquismo no pueden dar paso a una transición inmaculada”, recordó el catedrático.

José Antonio Fatás Cabeza, Eduardo González Carriedo, Maribel Miguel Rasal, Félix Matute Cañas, Isabel Monserrat Blasco, José Ignacio Lacasta Zabalza y María José Moreno, Rosa Casas Zalaya, Fidel Ibáñez Rozas, Paco Polo Blasco, Floreal Torguet Pena, Félix Tundidor Diaus y Miguel Ángel Zamora Antón, fueron los encargados de narrar durante el viernes y sábado, sus experiencias vitales, la represión sufrida en sus propias carnes, representantes todos de una generación de luchadores antifranquistas.

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Aula Magna del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.

"Fueron años muy críticos"

Especial interés suscitó la participación de Nicolás Sartorius, cofundador de CCOO y actualmente presidente del Consejo Asesor de la Fundación Alternativas, quien recordó que a la muerte del dictador “el país entró en un estancamiento político en el que siguieron funcionando los aparatos represores de la dictadura”, con el TOP y su avalancha de expedientes que llevó a la cárcel a mucha gente, pero la fuerza de la calle ganó pulso con movilizaciones del mundo obrero, estudiantil y otros colectivos sociales. En ese momento “las relaciones de fuerza” comenzaron a virar y es cuando el rey Juan Carlos I pronunció para la prensa extranjera la declaración de “Yo voy a abrir España a la democracia”. Un importante hito para Sartorius que provocó la dimisión de Arias Navarro y el ascenso al poder de Adolfo Suárez. Pese a la apertura “fueron años muy críticos”, afirma, con la matanza de Atocha, la amnistía, los Pactos de la Moncloa y la aprobación de la Constitución de 1978 que “enterró definitivamente la dictadura”.

En vísperas de la celebración, este martes 31 de octubre, del Día Internacional de recuerdo y homenaje a las víctimas del franquismo’ que se instauró tras la entrada en vigor de la Ley estatal de Memoria Democrática, y que conmemora la fecha en la que las Cortes Generales aprobaron la Carta Magna, los antifranquistas aragoneses lanzan una resolución donde denuncian las políticas reaccionarias de la derecha y ultraderecha y exigen la aplicación, sin ambages de las leyes de memoria, especialmente la de Aragón que pretende derogar el Gobierno de Jorge Azcón.

Reproducimos a continuación la resolución íntegra adoptada por los organizadores de las jornadas.
 

RESOLUCIÓN
Han transcurrido más de 40 años desde que España recuperara la democracia después del largo tiempo de la dictadura de Franco. Un tiempo en el que, si bien las libertades están consolidadas, seguimos con una parte de nuestra historia oculta o tergiversada. Y, por si fuera poco, cada vez es mayor el empeño de algunos sectores políticos y sociales en menospreciar y esconder los esfuerzos que por la democracia se hicieron.

Mientras que en países que sufrieron dictaduras atroces, Argentina y Chile, entre otros, la historia empieza a reconciliarse con la verdad, aquí, entre nosotros, siguen ignorados hechos que deberían estar en la vida y el conocimiento de todos, y no faltan los intentos por derogar o incumplir las leyes de Memoria Democrática, que ya fueron aprobadas.

En Aragón, al igual que en otras Comunidades, la judicialización y represión que se sufrió en la dictadura, completando los primeros años de privaciones y asesinatos del franquismo, tuvieron una expresión manifiesta desde los años 60 del pasado siglo y hasta mediados los 70: estados de excepción que acabaron con militantes antifranquistas torturados en las comisarías o en las cárceles, batallones de castigo, expulsiones de la Universidad, elaboración de listas negras en el trabajo, despidos políticos de trabajadores, censura cultural y social, huelgas fuertemente reprimidas…., sin que hoy, de todo aquello haya un relato suficiente que acerque la verdad al conocimiento colectivo.

Reconocer la historia es la mejor manera de aproximarse al presente, y el mejor medio, a la vez, para pensar con inteligencia en el futuro. Lo decíamos ya en el primer documento que convocaba a realizar unas jornadas por la Memoria Democrática y contra la represión durante el franquismo. Y volvemos a reiterarlo.

Es en este contexto en el que se han celebrado, los días 27 y 28 de octubre, las Jornadas por la Memoria Democrática y contra la represión durante el franquismo, con la participación de Julián Casanova, Catedrático de Historia Contemporánea y Nicolás Sartorius, abogado y escritor, presidente del Consejo Asesor de la Fundación Alternativas, además de trece compañeros y compañeras que han dejado testimonio de su experiencia. Otros testimonios escritos han completado el material personal que ha sido objeto de exposición y debate.
REIVINDICACIONES
a)  Denunciar públicamente los intentos de partidos políticos y sectores sociales reaccionarios en poner trabas al conocimiento de hechos inequívocos de la historia de Aragón, y que devuelven a la verdad un periodo cargado de silencios y tergiversaciones.

b)  Continuar con la recuperación de los restos humanos que siguen en paradero desconocido, como consecuencia de fusilamientos sin garantías judiciales, y con su devolución a las familias afectadas, tiene que ser, por justicia y reparación incontestables, una de las tareas primeras y de urgente actuación, destinando a ella cuantos medios técnicos y económicos sean necesarios por parte de las instituciones. En este sentido, reconocer la labor desarrollada, durante estos años, por historiadores, organizaciones y asociaciones memorialistas merece especialmente destacarse.

c)  Las leyes de Memoria Democrática, recientemente aprobadas, deben ser aplicadas, en toda su extensión y sin retrasos. Denunciamos la pretensión del actual Gobierno de Aragón de derogar la Ley aragonesa de Memoria Democrática, y hacemos un llamamiento a todos los demócratas a expresar el rechazo a tal pretensión, y a unirse a la protesta ya expresada por profesores de historia de la Universidad de Zaragoza, avalada por innumerables firmas ciudadanas.

d)  Sería necesario generar un amplio movimiento social, con participación del mayor número de fuerzas y  colectivos ciudadanos, en defensa de la memoria histórica, que profundice en la democracia y acabe con los vestigios políticos, institucionales, mediáticos y jurídicos que perduran del franquismo

e)  Tomar medidas para que los hechos que forman la historia por la libertad y la democracia durante el franquismo sean conocidos, especialmente por los jóvenes que no la vivieron. En este sentido, sería necesario que formaran parte de la actividad curricular en todas las etapas educativas, y que se realizasen, en los centros educativos y en la sociedad, actividades que permitan su conocimiento.

f)   Los y las participantes en las jornadas se ofrecen a dar continuidad a las mismas, y a crear un espacio plural de encuentro, reflexión y acción de la memoria, en defensa de una democracia completa y avanzada. Por ello, se ponen al servicio del tejido social y educativo para explicar sus experiencias en la lucha antifranquista y por la consecución de la democracia.

Las ponencias de estas jornadas, los debates, y los testimonios escritos y verbales serán editados, convencidos de que con ello se aporta un material que merece ser incorporado al conocimiento de todos los aragoneses.

Por último, se quiere destacar que la pretensión de las Jornadas, lejos de buscar el enfrentamiento, ha sido evidenciar la realidad de esa importante y decisiva parte de la historia de Aragón, y de la relevante participación en ella de personas que fueron víctimas de la brutalidad y la insidia de la dictadura. Tener conocimiento de ello, y hacerlo manifiesto, servirá para construir un futuro más hermanado y libre, democrático y compartido.

Antifranquistas en Aragón dan un paso al frente por la memoria democrática y contra la...