viernes. 29.03.2024
proceso 1001 internacional

Se rememora el cincuenta aniversario de la detención de 10 miembros de la dirección de CCOO el 24 de junio de 1972 en Pozuelo de Alarcón. He pensado que sería bueno explicar la parte internacional, los efectos fuera de España de la llamada “caída del 1001”.

Después de junio de 1972 y hasta la libertad de todos los detenidos a finales de 1975, se desplegó una oleada de protestas en toda Europa y en otros continentes, sobre todo a raíz de conocerse  la intención del Régimen de imponer condenas ejemplarizantes contra “los cabecillas” de un movimiento laboral que se había convertido en la primera fuerza de oposición al Régimen y a su “sindicato” oficial.

Estaban muy cercanas las huelgas de la construcción de Granada en julio de 1970 en la que habían muerto tres obreros por disparos de la policía o la de Madrid en septiembre de 1971 en la que un guardia civil mató al militante de Comisiones Pedro Patiño.

También hubo una gran huelga de la SEAT en octubre 1971 en la cual la policía mató al trabajador Antonio Ruiz Villalba.

En Galicia hubo dos huelgas generales en 1972: en Ferrol en marzo y en Vigo en septiembre. En la de Ferrol hubo otros dos huelguistas muertos por la policía y daría lugar a otro de los procesos más importantes del Tribunal de orden Público contra el movimiento obrero y en particular contra CCOO.

El juicio contra los “diez de Carabanchel” era además el primero contra la Coordinadora General de Comisiones Obreras, aunque centenares de sus militantes ya habían pasado por el TOP y otros la harían después. Hubo algunas críticas sobre la forma en que la reunión fue organizada pero lo cierto es que era la primera vez que se desmantelada una reunión nacional de las muchas que se habían celebrado en Madrid desde la primera en Aravaca (en una finca del conde de Motrico) en junio de 1967.

La ofensiva represiva desplegada por la dictadura tras el éxito en las elecciones sindicales de 1966 de las candidaturas obreras independientes impulsadas por CCOO (y por USO y otros grupos) culminó con la sentencias del Tribunal Supremo ilegalizando a CCOO ¡que nunca había sido legal! 

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Manifestación en París, en 1973, por la amnistía.

Sin embargo, pese a la capacidad reivindicativa, la coordinación de CCOO era muy precaria hacia 1972 pues sus dirigentes no eran clandestinos y estaban muy vigilados. Eso explica, en parte, el escaso número de participantes en la reunión de Pozuelo en junio 1972. Rápidamente se reaccionó y se trató de informar y movilizar a los trabajadores y a la opinión pública nacional e internacional.

Desde los núcleos que no habían sido afectados se fue recomponiendo la Coordinadora General que, en diciembre de 1972, lanzó un “llamamiento” especial sobre el que ya empezaba a popularizarse como proceso “1001”, por el número del sumario del Tribunal de Orden Público (TOP):

TRABAJADORES: la solidaridad es  el arma más eficaz  en la lucha de masas. Demostremos  al gobierno y a la oligarquía nuestra conciencia solidaria en defensa de nuestros mejores compañeros. Solo defendiendo a Camacho, Saborido,García Salve, Sartorius, Soto, Muñiz Zapico, Acosta, Fernández Costilla, Santiesteban, Zamora seremos capaces de frenar los despidos, las persecuciones los encarcelamientos. Solo sacando a nuestros compañeros de la cárcel golpearemos mortalmente el sindicato vertical, avanzaremos en la lucha por un sindicato democrático, de clase.

italia ccoo

Este Llamamiento fue difundido en todo el país y también fue reproducido por varios  sindicatos europeos. En Italia, la federación CGIL-CISL-UIL añadió uno propio y apoyó la “Campagna Nazionale per la libertá e l’amnistia  ai prigioneri spagnoli” del Comitato Spagna Libera. (Pincha para ampliar la imagen).

La Delegación Exterior de Comisiones Obreras (DECO) que dirigía en París Carlos Elvira puso en pie una gran campaña de solidaridad, denunciando el caso ante los organismos internacionales como la OIT de Ginebra.

También la DECO organizó viajes de compañeros del interior para que fueran a hablar a diversos países.

Como un botón de muestra resumo un testimonio de Natividad Camacho, destacada militante de la Inter-ramas de Madrid y del Textil, sobre un viaje en el que participó entre noviembre de 1972 y enero de 1973 y que finalizó con su detención en Figueres al volver a España:

En este viaje recorrimos, Vicente Llamazares y yo, y Carlos Elvira a veces, los centros industriales de servicios y culturales más importantes de Francia, solicitando escritos de apoyo, solidaridad económica, etc. Se trataba de que la mayor parte de la sociedad francesa supiera lo que el régimen de Franco había hecho al encarcelar a la representación legítima de un movimiento de trabajadores. Sectores, Fábricas, Universidades, Ayuntamientos, Asociaciones...Carlos Elvira junto con los compañeros de la CGT nos tuvieron algo más de un mes sin parar.

El gobierno maniobraba en la OIT para obstruir que fueran llevados al Comité de Libertad Sindical los numerosos casos de represión como los asesinatos de Daniel Niebla y Amador Rey en Ferrol, y las detenciones  de militantes de UGT, de USO y de CCOO. Alegaba que no podía ser condenado por incumplir convenios de la OIT que no había ratificado, entre ellos el Convenio 87 sobre Libertad Sindical, y rechazaba la simple admisión de una denuncia como intromisión en los asuntos internos de España impropia de los fines de la OIT. Pero el “1001” se seguía con expectativa en la OIT y su tratamiento en este importante organismo servía como caja de resonancia de la labor de la DECO en los diferentes países:

Si bien la delegación española había logrado reducir y mantener amortiguado el potencial explosivo del caso en el CLS (Comité de Libertad Sindical) no pudo impedir la campaña internacional organizada por Carlos Elvira, el cual llegó a distribuir más de 1.000.000 de panfletos… (Martínez Quinteiro, Esther: La denuncia del Sindicato Vertical, volumen II).

A medida que se aproximaba la fecha del juicio se incrementaba el interés mundial. El entonces líder del Partido Laborista británico, Michael Foot se comprometió a poner en marcha un Tribunal Sindical Internacional, (como habían solicitado los detenidos del “1001”) en solidaridad con los sindicatos españoles, aunque esto no cuajó por algunas oposiciones.

En el extranjero, particularmente la prensa, personalizaba en Marcelino Camacho la información sobre el 1001 pues era el dirigente más veterano y más conocido desde las luchas del metal de los años sesenta. Juan Muñiz Zapico,”Juanin”, escribió desde la cárcel una carta dirigida a la dirección del  PCE (que participaba muy activamente en la campaña internacional)  expresando su discrepancia: "Mundo Obrero tiene que reflejar el estilo general, y el proceso es el proceso a un grupo de trabajadores que con más o menos acierto en aquel entonces cumplían la función de dirección en equipo de comisiones, y no “el proceso a Camacho y otros…”, eso no refleja la realidad.

Vicente Llamazares, hombre clave en el núcleo clandestino de CCOO, explicaría muchos años después en una carta que me dirigió en octubre de 2010 para mi libro Comisiones Obreras en la Dictadura que, cuando la clandestina Agencia Democrática de Información logró pasar a la prensa internacional la fotografía de los diez detenidos, se equilibró la campaña en torno a los “10 de Carabanchel”. El  primer cartel con la fotografía de los procesados fue editado en Bélgica y el texto estaba escrito en flamenco y en francés.

Se empezó a preparar la presencia de delegados y personalidades extranjeras al juicio (que aún no tenía fecha), muchas de las cuales no tenían ninguna alineación política. La alarma cundió en el gobierno cuando se supo que incluso el actor Marlon Brando había anunciado su intención de asistir: Me imagino que la noticia llegó a los servicios de seguridad de la dictadura y fue la noticia causante de que señalaran el juicio con cinco días de antelación, casi en navidades. Esta opinión me la dio para el libro mencionado el abogado Jaime Sartorius que coordinaría las defensas.

No es motivo de este artículo el desarrollo del juicio en diciembre de 1973 pero, sin duda, esa expectación internacional fue la que movió a la organización terrorista ETA para fijar el atentado contra Carrero Blanco el mismo día del juicio. Portavoces de ETA  lo negarían afirmando que la fecha la habían escogido “por razones operativas”  y así lo dice Julen Agirre (nombre que encubre a Genoveva Forest) en su libro Operación Ogro.

Por el contrario el abogado Juan María Bandrés, entonces abogado vinculado a ETA,  le diría a Jaime Sartorius que la fecha había sido escogida a propósito: “lo hicieron coincidir en la misma fecha al estar la atención internacional pendiente del juicio contra CCOO, para que tuviera mayor repercusión”. En cualquier caso la “coincidencia” puso en grave riesgo a los procesados y desvió la atención nacional e internacional hacia la muerte del Almirante.

Es sabido que el TOP impuso graves condenas que el Supremo reduciría en febrero de 1975. Hasta el indulto real tras la muerte de Franco no se paró la presión internacional por la libertad del 1001y también por la de los del “Juicio de los 23” de Ferrol y muchos más.

Juan Moreno | Exsecretario de relaciones internacional de CCOO

La repercusión internacional del 'Expediente 1001'