viernes. 29.03.2024
Vista de un cartel en Buenos Aires tras el anuncio dado el pasado 4 de abril por el Gobierno de la sureña provincia argentina de Río Negro sobre la retirada de la licencia en esa región a la petrolera YPF, controlada por la española Repsol

Se especula con que el Estado argentino se haga cargo del 25,5 % que ahora detenta la familia Eskenazi

Este jueves, la presidente de Argentina, Cristina Fernández, se reunirá con los gobernadores de provincias petroleras y después podría anunciar el ingreso del Estado en la compañía. En las últimas horas han sido varias las señales y las declaraciones en este sentido, lo que provocó que las acciones de la compañía se desplomaran, tanto en el mercado de valores de Buenos Aires (un 5,6 %), como en Wall Street (5 %). En lo que va de año las acciones de YPF perdieron 39,13 % en la bolsa de Nueva York y 31,02 % en Buenos Aires. El valor de la compañía fue estimado en las últimas horas en 8.740 millones de dólares, menos de la mitad que hace un año. 

Jorge Sapag, gobernador de Neuquén, una de las provincias petroleras, declaró tras reunirse con el Ministro de Planificación, Julio de Vido, que en las próximas horas habría novedades importantes: “yo creo que se viene una sociedad de economía mixta en el caso de YPF y vamos a ver las oportunidades de inversión que allí aparecen”. Sapag cree que seguramente el Estado va a querer gobernar esta sociedad. Neuquén es una de las provincias que en las últimas semanas ha retirado a YPF la concesión de diversas áreas de producción, con el argumento de falta de inversión de la compañía.

El diputado oficialista y ex viceministro de Economía, Roberto Feletti, salió a declarar por su parte que “es lógica y necesaria la intervención del Estado”, dado que habría una colisión entre los intereses nacionales y los de Repsol. El diputado, que preside la comisión de Presupuesto del Congreso, señaló que la gran discusión es el aumento de la producción petrolera a partir de un mejor escenario de inversión, “y esto no puede ser decidido por una empresa extranjera”.

A falta del anuncio que puede hacer la presidente, se especula con que el Estado argentino se haga carga del 25,5 % que ahora detenta la familia Eskenazi, que en su momento entró en la compañía por exigencia del gobierno (Néstor Kirchner). Pero para poder ejercer el control de las decisiones empresariales, el Estado asumiría otro porcentaje, bien del paquete que ostenta Repsol (57,4%), o de los fondos que poseen Lazard y Eton Park. Para matizar el cariz expropiatorio de la medida, se habla de que podría entrar en la compañía la familia argentina Bulgheroni, dos hermanos que controlan la petrolera Bridas, y que figuran como los más ricos de Argentina en la lista de Forbes.

El Estado deberá pagar este año una factura energética de unos 10.000 millones de dólares, lo que desequilibrará las cuentas externas

El conflicto del gobierno argentino con Repsol-YPF se desató hace varias semanas, con acusaciones del ejecutivo de que la petrolera no invirtió lo previsto, provocando una situación inédita en el país. Argentina ha pasado de ser un país exportador de gas y petróleo a importador. El elevado crecimiento económico de los últimos años, con la consiguiente demanda, no se ha visto reflejado en los niveles de producción.

En los últimos años la producción de petróleo cayó entre un 30 y un 35 %, mientras que la de gas fue de más del 40 %. El sector privado, por su parte, culpa al gobierno de la situación, señalando que los precios máximos establecidos para el consumo doméstico desalientan la inversión.

El Estado deberá pagar este año una factura energética de unos 10.000 millones de dólares, lo que desequilibrará las cuentas externas. Esta es la causa fundamental del cerrojazo a todo tipo de importaciones impuesto a principios de año.

De nada han servido hasta ahora las promesas de nuevas inversiones de Repsol. De hecho el año pasado invirtió 3.000 millones de dólares, casi un 55 % más que en el 2010 y anunció para este año otros 3.400 millones, que sería la inversión más importante en la historia de Repsol. Antonio Brufau, presidente de la compañía, que en las últimas semanas ha viajado constantemente a Buenos Aires, no ha podido entrevistarse con la presidente, que parece decidida a hacer del caso Repsol-YPF una bandera de nacionalismo.

Cuando el pasado 1 de marzo la presidente inauguró el período de sesiones del Parlamento, ya se especuló con que habría anuncios sobre el futuro de la petrolera hispano-argentina, aunque al final nada se dijo. Todo indica que ahora no será éste el caso, pero hay que contar con el tradicional hermetismo presidencial.

Se da por inminente el anuncio de nacionalización parcial de Repsol-YPF