viernes. 29.03.2024
TTIP-550

Este 18 de abril se celebra un día de Acción Global contra los Tratados de Libre Comercio. En toda África, Europa, EEUU y Asia habrá infinidad de actos para mostrar este desacuerdo. En España hay previstos distintos actos en diversas poblaciones de A Coruña, Almería, Alicante, Bilbao, Barcelona, Castellón, Gijón, Gran Canaria, Ibiza, Logroño, Lugo, Madrid, Mallorca, Navarra, Orense, Palma, Salamanca, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Vigo, Zaragoza, entre otras.

Según explica Amigos de la Tierra, el nombre de la campaña, “No al TTIP”, hace referencia a uno de los principales tratados que en estos momentos negocia la Unión Europea (UE) con los Estados Unidos (EEUU), y cuyo objetivo es construir una gigantesca área de libre comercio entre dos de las potencias económicas mundiales. Las negociaciones de este tratado se han llevado a cabo hasta ahora, con total falta de transparencia, de tal forma que, hasta su reciente publicación, ni la ciudadanía ni sus representantes parlamentarios conocían las propuestas de los negociadores europeos. Incluso ahora se sigue sin conocer en profundidad como se están desarrollando el intercambio de propuestas entre los negociadores.

Se sabe que EEUU ha puesto sobre la mesa de negociación la eliminación muchas normas europeas sobre el etiquetado de alimentos, armonización a la baja las normas sobre el uso de transgénicos, o sobre la utilización de sustancias prohibidas en el cuidado del ganado o el cultivo agrícola. También se exige la ampliación del periodo de las patentes, cambios en la protección de datos o la relajación en las normativas laborales. Todas estas medidas, llamadas barreras no arancelarias, son normas europeas de protección de la salud, del medio ambiente, o de los derechos de la ciudadanía.

Mariano Aragonés, periodista y miembro de la campaña, indica que los negociadores europeos han repetido en varias ocasiones que no se va a incluir transgénicos o carne hormonada y que no se van a eliminar derechos laborales; “Entonces, si no van aceptar ninguna de las principales reivindicaciones de la parte estadounidense ¿qué van a negociar?” añade. “Sabemos que las presiones de los lobbies de la industria agroalimentaria están apostando muy fuerte para que se cambie la normativa europea”.

El TTIP pretende ser una tratado “vivo”, esto quiere decir que aún después de terminada la negociación y ratificado el tratado por los parlamentos, las partes interesadas (los lobbies) tendrán capacidad frente a cualquier cambio normativo por parte de cualquier estamento del estado. Esto se articulará mediante un Órgano de Cooperación Reguladora, un órgano formado por funcionarios de las agencias reguladoras de EEUU y de la UE, y en el que se sentarán para ser consultadas las partes interesadas.

Según afirmaron los miembros de la campaña, esto va a suponer que cualquier legislación propuesta por Ayuntamientos, Comunidades o Parlamento tenga que ser revisada por este organismo antes de que sea discutido por concejales o parlamentarios. “Es el secuestro de la democracia” afirman.

Pero el TTIP, siendo uno de los principales tratados, no es el único, además se han negociado o están en proceso: El CETA Acuerdo Global de Comercio, ya se ha terminado su negociación con Canadá, y solo queda pendiente su ratificación por por el Parlamento Europeo, y que tiene similares características al TTIP. El TISA – Acuerdo sobre Comercio y Servicios que se está negociando bajo el ampara de la OMC entre 50 países y pretende ser un acuerdo general de desregulación de los servicios públicos a nivel global. EEUU ya casi ha finalizado un acuerdo bilateral de inversiones con China. EEUU está negociando el Tratado Transpacífico con países ribereños del pacífico. Y la UE está negociando un tratado con algunos países de África, Caribe y Pacífico.

En resumen es una política de tratados a nivel global que pude acaparar el 90% de comercio mundial, y cuya finalidad es asegurar el beneficio de las empresas transnacionales sin considerar los derechos de las personas ni los límites del planeta.

Sandra Espeja, Licenciada en Ciencias Ambientales, “Se defiende el libre comercio como solución a todos los problemas, y se insiste en un crecimiento desaforado que pone en riesgo la sostenibilidad del planeta, mientras que el argumento de un mayor empleo resulta falso”.

La estructura de estos tratados descansa el ISDS, las siglas en ingles del Mecanismo de Resolución de Conflictos entre Inversor-Estado. Un tribunal privado compuesto por tres abogados, que no son jueces y que funcionan independientemente de los sistemas legislativos nacionales y europeos y que se rigen por el código mercantil internacional única y exclusivamente.

“Si estos acuerdos salen adelante, las grandes empresas multinacionales tendrán derechos exclusivos para demandar a los gobiernos por cualquier ley que consideren lesiva a sus aspiraciones de beneficios. Las pequeñas empresas locales no podrán acceder a estas demandas, no sólo por su elevado coste, si no porque está destinado solo a los inversores extranjeros” afirma Espeja. “Además los Estados no podrán recurrir las sentencias. Y está demostrado que estos tribunales fallan en su mayoría a favor de las grandes transnacionales, ignorando el interés general”.

Este mecanismo es el que está produciendo más grietas entre los defensores de los tratados, y ya existen varias resoluciones de parlamentos nacionales europeos en contra del ISDS, por ejemplo el de Francia, pero los miembros de la campaña no se quieren confiar y afirman que aún sin ISDS estos tratados suponen una amenaza.

Ecologistas en Acción lanza un rap para explicar las amenazas del tratado

18 de abril | Movilizaciones en el Día de Acción Global contra el TTIP