domingo. 28.04.2024
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Mientras la extrema derecha integra en sus programas gubernamentales la libre portación de armas, la plataforma Gun Violence Archive dio a conocer el informe en el que certifica un total de 20.910 muertes por violencia con armas; una cifra que supera el registro del mismo período del año 2022.

Centros comerciales, escuelas, universidades, plazas y paseos públicos, son algunos de los sitios en los que se han producido los 331 tiroteos en el primer semestre del 2023. La organización Gun Violence Archive informó también que de la cifra total, 11.748 muertes han sido por suicidio, mientras que la cifra restante, 9.162, corresponden a homicidios, disparos no intencionales y otras causas.

La discriminación, el odio racial y la xenofobia son también factores determinantes en el número escalofriante de muertes por uso de armas de fuego. En 2020, el 60,9% de las 19.995 víctimas mortales fueron afroamericanas, a pesar de que este colectivo constituye únicamente el 13% de la población estadounidense. “Los varones negros de entre 15 y 34 años tienen 10 veces más probabilidades de morir por disparos que los varones blancos de la misma edad”, sostiene la plataforma GVA.

La ausencia de medidas para abordar la discriminación sistémica, el fracaso a la hora de evitar que las armas de fuego caigan en manos de quienes más probabilidades tienen de utilizarlas de manera indebida, y la falta de inversiones en programas para prevenir la violencia con este tipo de armas, son los factores que contribuyen a lo que a estas alturas podría definirse como una verdadera epidemia de violencia.

Los varones negros de entre 15 y 34 años tienen 10 veces más probabilidades de morir por disparos que los varones blancos de la misma edad

Los sucesivos gobiernos que han ocupado la Casa Blanca no sólo no han resuelto uno de los problemas mayúsculos que padece el país, sino que han permitido lo que hoy es una auténtica crisis contra la que ni republicanos ni demócratas están dispuestos a dar batalla. “Estados Unidos no cuenta con medidas como un registro nacional de armas de fuego mediante el cual controlar la posesión de dichas armas. En todos los estados la ciudadanía puede portar legalmente armas de fuego ocultas en público. Sólo California, Florida, Illinois y Columbia poseen leyes que prohíben la portación”.

La cifra de muertes no disminuye, sino que crece exponencialmente año tras año. Y el estado no se responsabiliza ni toma medidas para detener una crisis que parece no tener fin. 

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