viernes. 29.03.2024

¿Ayudaría la celebración de elecciones primarias en los partidos de la izquierda española a una mayor participación en las próximas europeas convocadas para el día 25 de Mayo de 2014?. Desde nuestro punto de vista sí.

Plantear este debate para el Partido Popular es perder el tiempo. Esta formación no celebrará elecciones internas mientras no le obligue una ley electoral como se obliga en otros países. Este tema no forma parte de la agenda de la derecha española. Por el contrario, la búsqueda de mayor participación y más democracia sí es un interés de la izquierda y está muy presente en sus organizaciones y en la sociedad progresista.

La discusión sobre las primarias está de actualidad en el PSOE, (Galicia, Andalucía Catalunya, artículo de la vicesecretaria general Elena Valenciano en El País del 30 de junio) y también en Izquierda Plural.

Sería bueno, en primer lugar, porque supondría un aldabonazo en las tranquilas aguas del día a día de las organizaciones partidarias. Obligaría a presentar alternativas y debatir públicamente sobre temas económicos, financieros, derechos civiles, medioambientales, de emigración, solidaridad, cohesión social y defensa que hoy en día se dirimen en el ámbito europeo.

En las pasadas elecciones europeas la abstención alcanzó el 54%

Ya se ha explicado en numerosos artículos (Javier Aristu), la importancia que las primarias han tenido para la izquierda en países cercanos como Italia y Francia. Este fin de semana el ejemplo es Chile. En unas primarias novedosas, la participación superó las mejores expectativas. 3 millones de votantes (sobre un censo de 12) se acercaron a las urnas inclinándose el 72% a favor de votar a los candidatos de la izquierda y el 28% a los de la coalición conservadora en el poder.

De los 2.137.423 votos que votaron en la izquierda, el 73% apoyó a Michelle Bachelet que se perfila como futura ganadora de las elecciones el 17 de noviembre del presente año. En la derecha hubo sorpresa y un candidato imprevisto, Pablo Longueira. Venció con el 51,3% de apoyo, demostrando así un  cierto rechazo a la gestión gubernamental, incluso en amplios sectores de la derecha.

En las pasadas elecciones europeas la abstención alcanzó el 54%. Si a partir de la vuelta del verano no se produce un gran debate público y abierto, ante el desánimo y desafección creciente con las políticas conservadoras, hegemónicas en el Parlamento, Comisión y Consejo Europeos, será muy probable que dicha abstención supere con creces aquel porcentaje.

Es imprescindible una precampaña de movilización que ponga en valor la enorme importancia que tiene para España “Cambiar el Rumbo” de Europa y para ello pedir a todos los ciudadanos que se comprometan con su participación activa, democrática y consecuente con las opciones de progreso, hoy minoritarias en las instituciones europeas.

En el caso de los grupos que conforman Izquierda Plural, ante unas buenas expectativas electorales, están en inmejorables condiciones para buscar los entendimientos necesarios para presentar candidaturas conjuntas.

La democracia se fortalece ejerciéndola. Si alguna consecuencia pueden sacar los partidos políticos españoles de los procesos y movilizaciones que se han vivido tanto en nuestro país como en otros es que una parte importante de los ciudadanos, sobre todo los jóvenes, quiere mayor protagonismo, nuevas formas de entender la política e indican sus prioridades, sus anhelos de una forma más o menos organizada, pero de forma clara y sostenida en el tiempo.

En el caso de los grupos que conforman Izquierda Plural, ante unas buenas expectativas electorales, están en inmejorables condiciones para buscar los entendimientos necesarios para presentar candidaturas conjuntas.(Joan Herrera, Jordi Guillot).Sin embargo, la forma más o menos participativa con que se alcance dichos acuerdos será un elemento de impulso o de frustración de muchas esperanzas.

Un acuerdo de “reparto” de los puestos con posibilidades de ser elegidos entre los dirigentes de los partidos, después ratificado por sus órganos de dirección, no moverá un solo voto a favor de dichas candidaturas, máxime si el programa mantiene dudas y ambigüedades sobre temas como el Euro, la permanencia en Europa y la Unidad de España.

No es baladí tener en cuenta que las elecciones europeas se producirán en pleno debate acerca del referéndum sobre la independencia en el que se ha embarcado el gobierno conservador de Mas, como señuelo tramposo ante la crisis social y económica que atraviesa Catalunya.

La complejidad interna de Izquierda Plural, con organizaciones de ámbito estatal, nacionalistas, y sectoriales, exige buscar fórmulas que al tiempo que indiquen el peso real de cada componente, pueda incorporar sectores sociales no integrantes de las mismas. De no ser así es posible que surjan nuevas candidaturas que ya se están intentando poner en pie, mediante la suma de mareas, movimientos alternativos, 15M, etc.

El ejemplo de las primarias de Uruguay en el Frente Amplio, puede servir de base y tratar de conseguir no sólo sumar a muchas personas sin partido, sino a multiplicar los resultados.

Para el PSOE y recogiendo las palabras de Elena Valenciano “Desde la transición, el PSOE ha ido siempre por delante del resto de los partidos en la modernización y los avances de la democracia interna” en su reciente artículo publicado en El País, supondría pasar de las palabras a los hechos y dar ese “paso por delante” del que se presume.

En la actualidad varios debates sobre esta cuestión cruzan al todavía primer partido de la oposición. En Andalucía se van a hacer primarias el próximo 29 de Julio para elegir el candidato para dentro de 3 años, con poco tiempo para poder confrontar programas y marcar las diferencias de fondo entre unos y otros candidatos, si es que las hay.

El PSOE puede y debe no resignarse ni dar por sentado que va a tener menos apoyo electoral en las próximas europeas.

Sin embargo en el ámbito europeo, para el que queda menos de uno año, en el que existen diferencias de enfoque profundas como se constató en la Sesión Preparatoria , "Hacia una Europa Federal" de la Conferencia Política, donde expresaron posiciones divergentes  personas como Joaquín Almunia, no sólo sobre el tema de la Naval, las pensiones o los eurobonos, con otros dirigentes como Carlos Carnero Borrell ,  López Garrido, o Rubalcaba, sería imprescindible proceder a celebrar una gran precampaña para las europeas con diferentes propuestas, debates públicos en televisión, radio y medios de comunicación, antes de proceder a la votación entre los diferentes candidatos que opten a formar parte de la candidatura europea.

En la actualidad no puede haber profundización democrática sino es mediante el debate abierto en las redes sociales, el mundo digital, las ondas de la radio y los platós de la televisión. Sin presencia pública y confrontación de propuestas, todo se reduce a debates muy minoritarios donde no se tiene en cuenta el pulso y la opinión de la sociedad.

El PSOE puede y debe no resignarse ni dar por sentado que va a tener menos apoyo electoral en las próximas europeas. Al contrario, debe ir a por todas con un programa renovador y progresista, con candidatos y candidatas que ilusionen en sus comunidades autónomas y con un/una cabeza de lista que se haya ganado el apoyo y el respeto de sus militantes y simpatizantes mediante un debate limpio, claro y transparente y una votación previa.

Por otra parte, este proceso sería una “prueba” perfecta para el cumplimiento del mandato congresual que se ha dado el PSOE de elecciones primarias para las generales de 2015.

Un buen momento para lanzar las elecciones primarias europeas podría ser en la finalización de la conferencia política programada para el otoño y abriría con hechos concretos una nueva manera de hacer política y un claro impulso para las Europeas.

¿Primarias para las elecciones europeas?