jueves. 28.03.2024
EL PLENO CONVALIDA LA REFORMA LABORAL CON LOS VOTOS A FAVOR DEL PP, CIU, UPN Y FAC

El Parlamento da luz verde a la mayor agresión a los derechos de los trabajadores en España

No ha habido sorpresas en la votación del decreto ley aprobado por el Gobierno. El rodillo del PP y el respaldo de Convergencia i Unió bastó para aprobar la nueva reforma laboral tras un enconado debate en el que el PSOE acusó al Ejecutivo de Rajoy de “abrir la puerta al dumping social” vulnerando derechos de los trabajadores. La ministra Fátima Báñez, por su parte, sacó a relucir el escándalo de los ERE en Andalucía a horas de que arranque la campaña electoral para los comicios del 25 de marzo. 

La reforma laboral se tramitará como proyecto de ley

El Congreso de los Diputados convalidó este jueves la reforma laboral con 197 votos a favor (PP, CiU, UPN y FAC) y se tramitará como reforma de ley. Lo hizo tras un enconado debate en el que la mayoría de los Grupos manifestaron su oposición a la nueva legislación laboral, en la misma jornada que se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, 8 de marzo.

El pleno daba comienzo a las nueve en punto, con un hemiciclo semivacío en el que se echó en falta la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se incorporó a su escaño pasadas las diez.

La encargada de defender el decreto ley fue la ministra del ramo, Fátima Báñez, que acaparó en su estreno en la tribuna la ovación y los aplausos del Grupo Popular puesto en pie. Pero no suscitó tampoco menos entusiasmo entre los suyos la portavoz socialista en la Cámara baja, Soraya Rodríguez, que incidió punto por punto en todas aquellas cuestiones que a juicio de los socialistas socavan derechos fundamentales y vulneran algunos artículos de la Constitución.

Bañez arrancó hablando de los más de cinco millones de parados y vendiendo las -en su opinión- virtudes de una reforma que ha provocado ya las primeras movilizaciones sociales y que aventura una huelga general cuya fecha decidirán este viernes los sindicatos. Respeto a los agentes sociales, diálogo permanente, una reforma completa y equilibrada, más derechos, más flexibilidad, más eficiencia, más calidad del empleo, una reforma que promueve la negociación colectiva, fueron algunas de las aseveraciones de la ministra que no le tembló la voz a la hora de afirmar que con esta legislación “el despido en España no será más fácil, será con causa”, evitando la “excesiva judialización” y respetando la Constitución, justo lo contrario de lo que defienden la mayoría de los grupos de la oposición.

Una reforma “ideológica” que supone “un ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país”, criticó el PSOE

A tales afirmaciones, la portavoz socialista entró de lleno en el debate sin demagogias. “Una malísima reforma” que “facilita” el despido; “radical, desequilibrada, inútil”; una auténtica “barbaridad”, que “deja la flexibilidad interna en manos del empresario”, dijo.

Soraya Rodríguez incidió en la figura del despido, “más rápido y más barato”. Criticó el nuevo contrato que permitirá tener a un trabajador un año de prueba y que calificó de “inconstitucional”; alertó de la desaparición de la autorización administrativa: “Se facilita el despido, escapa al control sindical, administrativo y judicial” y “suprime los salarios de tramitación para disuadir a los trabajadores a que acudan al juzgado”. Y es que –según destacó Rodríguez- “todo o casi todo puede ser decidido por el empresario”. La dirigente socialista advirtió de que la negociación colectiva “sustenta la paz social” y que con esta reforma “se abre la puerta al dumping social”. Una reforma “ideológica” que supone “un ajuste de cuentas de la derecha más radical de este país”.

Báñez emplazó al PSOE a “abandonar las movilizaciones y las pancartas”

En el turno de réplica, la ministra acusó a los socialistas de haber aprobado reformas que “más precariedad laboral y paro” han producido en España. “Vergüenza les debía dar”, siguió Báñez para sacar a relucir el escándalo de los ERE en Andalucía a horas de que arranque la campaña electoral para unos comicios que el PP confía en ganar por mayoría. Crecida por los aplausos de la bancada ‘popular’, la titular de Empleo tachó a los socialistas de ser una “máquina” de destrucción de empleo y de haber acometido los “mayores recortes” de derechos de los trabajadores.

El rifirrafe siguió en la dúplica, cuando Soraya Rodríguez acusó al PP de “favorecer el despido” siempre que gobiernan y criticó que esta reforma se haya llevado a cabo sin estar precedida por un proceso de negociación y diálogo con los sindicatos. Finalmente, Báñez emplazó al PSOE a “abandonar las movilizaciones y las pancartas” y arrimar el hombro para salir de la crisis, una petición que removió en sus escaños a los socialistas, que no olvidan que en las dos legislaturas de Zapatero no tuvieron ni un mínimo apoyo del Partido Popular en la oposición.

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