El objetivo de este plan es "maximizar los recursos de la Administración" de tal modo que "sirvan de oportunidad de negocio al sector privado"
El Ministerio de Defensa está estudiando fórmulas para que el sector privado gestione servicios e instalaciones de las Fuerzas Armadas (FAS) con el fin de mejorar la eficacia y el rendimiento de los recursos públicos.
Argüelles ha explicado que el objetivo de este plan es "maximizar los recursos de la Administración" de tal modo que "sirvan de oportunidad de negocio al sector privado, obteniéndose así resultados y creando valor para todas las partes".
El 'número dos' de Defensa ha subrayado que el sector público, sobre todo en tiempos de crisis, tiene dificultades para optimizar su enorme capital de medios humanos y materiales de personal e infraestructuras.
Por ello, se ha mostrado partidario de explotar las posibilidades que ofrecen estos recursos a través de la capacidad gestora que caracteriza a las empresas privadas.
"Se abren oportunidades de negocio al sector privado gracias a la puesta a su disposición de importantes recursos hasta ahora únicamente a disposición de la Administración", ha resumido.
Sin concretar qué tipo de servicios o centros serían explotados, Argüelles ha hablado "especialmente, pero no solo", de instalaciones "de alto componente tecnológico o logístico".
El secretario de Estado ha opinado que este marco de colaboración iría más allá de la relación contractual que Defensa mantiene con el sector privado en la actualidad.
Ha recordado que estos contratos se extienden a ámbitos como la compra de material y alimentos, la prestación de servicios o la gestión de infraestructuras básicas en el día a día de las FAS.
El secretario de Estado ha destacado la necesidad de simplificar la estructura de contratación de Defensa, al existir en la actualidad 130 órganos con competencia en esta materia.
Por ello, ha defendido que la gestión de contratos sea "más integral, ordenada y racional", con sistemas más modernos que redunden en una mayor eficacia.
Argüelles ha remarcado los éxitos que ha reportado la colaboración entre su departamento con la industria militar.
No obstante, ha asegurado que esta "cultura del proteccionismo ha mostrado ya sus límites" y ha generado una situación de "doble cautividad".
"La política de defensa corre peligro de derivar hacia la sola política industrial o de empleo, olvidando su objetivo fundamental, que es garantizar los medios materiales para la defensa nacional. Y a su vez, el sector privado acaba dependiendo para su pervivencia de un único cliente y sus circunstancias", ha explicado.
Argüelles ha recomendado a la industria armamentística desarrollar capacidades tecnológicas propias y contar con productos propios para no depender solo de la fabricación de componentes.
