sábado. 04.05.2024

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

¿Qué es más importante, la imaginación o la realidad? ¿Pueden las fantasías dar forma a nuestras aburridas vidas? Estas son algunas de las reflexiones que propone Juan José Millás en "Miércoles que parecen jueves", un monólogo de amplia profundidad filosófica (e irónica) con el que el escritor continúa explorando uno de los grandes pilares de su obra literaria: la dualidad entre realidad y ficción.

Mario Gas da forma al texto y dirige una obra que comienza abruptamente cuando una mujer, interpretada por Clara Sanchís, entra armada en escena y toma a todos los espectadores como rehenes. De esta forma, nos enteramos de que estamos en un centro educativo donde se esperaba la llegada de Juan José Millás para impartir una conferencia titulada "Realidad y ficción", y que además la policía tiene acordonada toda la zona. Extrañamente, la mujer, pistola en mano, defiende que ella es el escritor y que nadie debe ponerlo en duda. Y añade, "¿para qué querría yo fingir que soy Juan José Millás, si eso es una mierda? Puestos a imaginar, prefiero ser Juan Carlos I".

Juan José Millás nos brinda un espejo en el que reflejarnos y que nos hace salir del teatro con alguna duda más que razonable

Este es el punto de partida con el que Clara Sanchís nos sumerge en un mundo donde las cosas no parecen tan claras y donde no existen blancos y negros entre la fantasía y la vida ordinaria. Un mundo lleno de realidad e irrealidad, en el cual la imaginación puede ser clave en el desarrollo vital. De esta manera, Millás, a través de la boca de Clara Sanchis, propone temas muy interesantes, como, por ejemplo, ¿quién está más vivo, un padre muerto o Don Quijote? ¿Quién es más peligroso, alguien que se toma tres cervezas y quema un contenedor, justificando la existencia de todo un sistema que nos controla, o alguien que se encierra un viernes por la noche a leer "Crimen y Castigo"? "Desde hace años, siempre llevo conmigo un ejemplar de Crimen y castigo y una pistola. Yo leo a muerte, que es como jugar a la ruleta rusa", confiesa la mujer mientras nos apunta con su arma.

Estas pequeñas pinceladas van transformando "Miércoles que parecen jueves" en una obra que no duda en cuestionar todo lo que nos rodea desde una perspectiva muy crítica. Juan José Millás nos brinda un espejo en el que reflejarnos y que nos hace salir del teatro con alguna duda más que razonable, especialmente en lo que respecta a nuestra propia cordura. "Todo lo que cuento me ha sucedido. De una u otra manera", ha declarado el propio escritor en más de una ocasión, dejando claro que la realidad puede entenderse de muchas maneras.

Mario Gas dirige la obra con sobriedad, con el objetivo de que no haya distracciones en escena que puedan apartarnos del texto

Finalmente, nos encontramos con un texto brillante que busca explicar que la línea entre lo que imaginamos y lo que realmente nos sucede es tan delgada que a veces no somos conscientes de nuestra propia locura. Son muchos los ejemplos de que la vida es realmente lo que nosotros queremos que sea, pero quizás el momento más claro llega cuando Clara Sanchís nos recuerda que el único valor del dólar es el que queramos darle. El día en que se nos agote la imaginación, también lo hará el sistema capitalista.

Mario Gas dirige la obra con sobriedad, con el objetivo de que no haya distracciones en escena que puedan apartarnos del texto. Apenas habrá un perchero y un par de sillas para dar vida al monólogo. Clara Sanchís será la encargada de articular los distintos momentos del texto mediante su expresividad y el contacto con los espectadores, llegando a escoger a algunos como "rehenes VIP" a los que sentará en el propio escenario, o mediante la presencia virtual del propio Millás, que la interpelará y cuestionará en la recta final.

"Miércoles que parecen jueves" podrá verse en el Teatro Quique San Francisco hasta el 17 de diciembre.

Miércoles que parecen jueves: la importancia de llamarse Juan José Millás