Mónica Grau Setó | @monmislilith
Dos jóvenes huyen de una escena sangrienta, ella proviene de Serbia y esconde un secreto y él es un chico que ha sido maltratado toda la vida por su padrastro, ninguno de los dos encaja en estas tierras. Ambos son perseguidos por una masa enfurecida y por la guardia civil, y deben aprovechar la oscuridad de la noche para esconderse.
Mientras, una predicadora acompañada de sus acólitos viaja, en un autobús de lujo, por los pueblos de la zona, la gente del Desierto y proclama su lucha contra las tinieblas y el mal que habita en la tierra.
La trama que sucede en la España rural actual se ha rodado en Almería. El entorno y el paisaje ayudan a crear una atmosfera de estar perdido en medio de la nada, y ese es el gran acierto de la serie, mostrar las grandes extensiones de tierra desérticas, invernaderos o carreteras secundarias. Un escenario similar a un western de terror. La serie destaca por rodar la mayoría de sus escenas exteriores.
De forma secundaria trata temas como la inmigración ilegal, la mano de obra en los campamentos de migrantes y el racismo. Al fin y al cabo, humanos y criaturas sobrenaturales son monstruos.
En un intento, un tanto fallido, de mezclar el terror gótico con ambiente cañí español, bebe de fuentes de literatura ya que el título evoca al Romancero Gitano de Federico García Lorca, fundiendo lo popular y la vanguardia, la persecución de la raza marginada y tratando el destino trágico y la muerte.
Se inspira en películas y series con personajes sobrenaturales. Reivindica ser española, pero tiende a imitar demasiado a series americanas, como las intrigantes Hemlock Grove, American Gothic o True Blood, todas sucedían en pueblecitos de América Profunda, donde conviviendo humanos con vampiros, hombres lobos y otros seres malditos.
Pero al final la sensación es la prevalencia de la estética, tanto en planos, en imágenes impactantes, juego de luces como en los diferentes títulos de cada episodio y se asimila demasiado a un videoclip. Ya que debemos tener en cuenta que Tomás Peña debutando en la dirección, forma parte del colectivo creativo Manson, responsables de videos de artistas reconocidos como Rosalia, C. Tangana, Bad Gyal, Katy Perry o los míticos The Prodigy.
No consigue una trama bien construida y que funcione sólidamente, como en series españolas como El Internado o 30 monedas, a pesar de tener como guionista a Fernando Navarro (Verónica y Venus)
Es difícil definir esta serie con una sola palabra, pero tal vez la más acertada sería caótica por muchos motivos, como es el orden de los episodios, ya que nos cuenta la historia de forma desordenada como una cuenta atrás o como nos presenta estos seres misteriosos. Fallando estrepitosamente al ofrecer simples esbozos de los personajes, sin llegar a desarrollarlos, y es una lástima con actrices como Belén Cuesta o Alba Flores.
El ritmo tal vez demasiado precipitado, ya que toda la acción de los seis episodios sucede en una misma noche. Hay algún flashback para mostrar la conversión a vampiro, pero poco más.
Pero hay que reconocer que entretiene y el hecho que los episodios apenas duran 30 minutos, es perfecta para verla en una noche.
Creada por Navarro y Manson
Guion: Fernando Navarro
Dirección: Manson
Reparto: Sasha Cocola, Elena Matic, Ricardo Gómez, Guillermo Toledo, Belén Cuesta, Alba Flores y Ricardo Gómez.
6 episodios: Media hora de duración.
Productora: 100 Balas. The Mediapro Studio.
Estreno: 3 de noviembre en HBO Prime Video.
SINOPSIS:
Cornelia (Elena Matic) es una niña a la que han robado la infancia. Jordán (Sasha Cocola) no es un niño, ni tampoco un hombre. Son dos jóvenes desamparados que escapan de las fuerzas de la ley, de poderosas criaturas sobrenaturales y de sí mismos. ‘Romancero’ es la historia de esta huida, de los perseguidos y los perseguidores, enmarcada en una Andalucía desértica y cruel, tan real como mítica, durante una noche de pesadilla plagada de demonios, brujas y bebedores de sangre.
