viernes. 26.04.2024

Su frase más célebre es “que me odien, mientras me teman”.

Nace con el nombre de Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, el treinta y uno de agosto del año 12 d. C. en las inmediaciones de Anzio. Fue el tercer emperador romano gobernando desde el año 7 al 41 d. C.

Calígula era el tercero de los seis hijos supervivientes del matrimonio entre Germánico y Agripina la Mayor. Sus hermanos fueron Nerón y Druso, y sus hermanas Julia Livila, Julia Drusila y Agripina la Menor. Por parte de su padre era sobrino del futuro emperador Claudio.

Su padre, Germánico era un importante miembro de la dinastía Julia-Claudia. Germánico es considerado como uno de los más grandes generales del Imperio romano. Su madre, Agripina era hija de Marco Vipsanio Agripa y de Julia la Mayor, y nieta de Octavio Augusto y Escribonia.

Caligula acompañó a su padre con solamente dos o tres años en las campañas que este dirigió al norte de Germania, convirtiéndose prácticamente en la mascota del ejército romano.

A los soldados les divertía el hecho de que fuera vestido con un uniforme militar en miniatura que incluía botas y armadura, y por ello le dieron el cariñoso apodo de Calígula, que significa “botitas”. Si seguimos los escritos de Séneca, siendo ya emperador odiaba este apodo.

Cuando tenía siete años acompañó a Germánico en su desplazamiento a Siria. Durante dicho viaje murió su padre, el diez de octubre del año 19 d. C. Según Suetonio, Germánico fue envenenado a través de un agente contratado por el emperador Tiberio, que veía al general como un peligroso rival político.

Siguiendo los escritos de Tácito nos presenta un importante documento epigráfico, por el cual se conocen los detalles del proceso, cuál fue su condena y suicidio del principal instigador, un senador amigo íntimo del emperador Tiberio.

Tras la muerte de su padre, tuvo que consolarse dedicándose a su caballo, al que posteriormente llegó a otorgar un cargo político, y se trasladó a vivir a Roma con su madre, hasta que las relaciones entre ella y el emperador Tiberio se deterioraron.

El emperador no podía permitir que Agripina se casara, por miedo a que su marido se convirtiera en un posible adversario político, y ella y Nerón César fueron exiliados en el año 29 d. C. bajo cargos de traición.

Se envió a Calígula, que por esa época era un adolescente, a vivir con su bisabuela y madre de Tiberio, Livia. Tras la muerte de Livia, fue acogido por su abuela Antonia. Druso César fue encarcelado en el año 30 d. C. y Nerón César murió en el exilio, no se sabe si por inanición o suicidio.

Suetonio escribe que tras el destierro de su madre y sus hermanos, él y sus hermanas quedaron poco más que como prisioneros del emperador Tiberio, sometiéndoseles a una estrecha vigilancia por parte de los soldados imperiales.

Calígula pasó a formar parte del séquito de acompañantes del emperador Tiberio en la isla de Capri en el año 31 d. C., donde el joven permaneció durante seis años. Para sorpresa de la mayoría, se reconcilió con el emperador.

Según ciertos historiadores era un excelente actor que, viendo el peligro, decidió esconder el resentimiento que albergaba hacia el emperador Tiberio. Un observador dijo de Calígula “Nunca hubo aquí un mejor siervo o un peor amo”.

Tiberio le concedió el cargo de cuestor en el año 33 d. C., puesto que conservó hasta su nombramiento como emperador. Fallecieron en prisión Agripina y Druso, su madre y hermano por esa época.

Calígula contrajo matrimonio con Junia Claudila. Dicho matrimonio terminó con la muerte de Junia durante un parto al año siguiente. Se hizo amigo del prefecto, Sutorio Marco, quien resultó ser un importante aliado.

Incitado por Calígula, Marco habló bien al emperador Tiberio acerca de su amigo a fin de que el emperador no albergara hacia él ninguna sospecha. Calígula y Tiberio Gemelo fueron nombrados herederos del trono en el año 35 d. C.

Calígula se refería a sí mismo como un dios cuando comparecía ante los senadores, y en ocasiones aparecía en los documentos públicos con el nombre de Júpiter

SU LLEGADA AL PODER

Cuando Tiberio falleció el dieciséis de marzo del año 37 d. C., su posición y títulos adquiridos tales como princeps fueron transferidos a Calígula y a su nieto Tiberio Gemelo. A pesar de que Tiberio tenía a su muerte setenta y siete años, algunos historiadores mantienen que fue asesinado.

El historiador Tácito dice, que el prefecto Macro lo asfixió con una almohada con la finalidad de garantizar el ascenso de Calígula. Suetonio nos dice que el joven heredero pudo haber sido el autor material del asesinato. Por su parte, Filón y Josefo nos confirman que Tiberio falleció por muerte natural.

Respaldado por Suetorio Macro, Calígula fue aceptado emperador en solitario al anularse el testamento de Tiberio, alegando demencia de éste al otorgarlo. El dieciocho de marzo del año 37 d. C., el Senado proclamó a Calígula como único emperador, asumiendo el nombre oficial de Gaius Caesar Augustus Germanicus.

Calígula entró en Roma el veintiocho de marzo y, fue recibido por una gran multitud que lo aclamó entre otros con los apodos de “nuestro bebé”. Se le describe como el primer emperador que en el momento de su ascensión era admirado en todo el mundo.

Este amor se debía a que era el hijo del reconocido general ya fallecido Germánico, muy amado por la plebe, así como el sucesor del emperador Tiberio, cuya época final en el trono había sido terrible para el pueblo romano.

Suetonio nos cuenta que se sacrificaron cerca de 160.000 animales en su honor durante los tres primeros meses de su reinado. Según Filón, los primeros siete meses del reinado de Calígula fueron los más felices que había experimentado el Imperio en mucho tiempo.

Los primeros actos de Calígula como emperador fueron generosos con el pueblo y el ejército aunque, según Dion Casio, en muchos casos se habría debido a simples intereses políticos:

El asesinato de Caligula
El asesinato de Caligula

El emperador concedió a la Guardia Pretoriana y a las tropas urbanas y fronterizas una generosa recompensa por los servicios prestados, a fin de ganarse el apoyo del ejército.

Destruyó los documentos en los que habían quedado registrados los nombres de los acusados de traición durante el mandato del emperador Tiberio. Declaró que los juicios por traición eran cosa del pasado y llamó a Roma a los exiliados.

Ayudó a los afectados por el sistema imperial de impuestos, desterró a los delincuentes sexuales y celebró lujosos espectáculos, tales como combates de gladiadores, ganándose así el apoyo del pueblo. También recogió los cadáveres de su madre y sus hermanos y los depositó en el Ara Pacis.

Calígula cayó gravemente enfermo en octubre del año 37 d. C. Según Filón su enfermedad se debía a que Calígula, tras convertirse en emperador, se hizo demasiado amigo de los excesos. El Imperio se paralizó cuando recibió la noticia pues su joven emperador les había llevado a un periodo de prosperidad, que decían equiparable al de Octavio Augusto.

Calígula e Incitato en la misma mesa. Crédito: dibujo de Jean Victor Adam antes del año 1867
Calígula e Incitato en la misma mesa. Crédito: dibujo de Jean Victor Adam antes del año 1867

Calígula logró recuperarse por completo de esta enfermedad, pero al haber estado tan cerca de la muerte marcó un punto de inflexión en su modo de reinar, tal y como indica el historiador Josefo.

Tras haber recobrado la salud, Calígula ordenó asesinar a varias personas que habían prometido sus vidas a los dioses si el emperador se recuperaba.

Filón escribe que Gemelo instigó una conspiración contra Calígula mientras el emperador estaba enfermo. Antes de suicidarse, Marco Silano fue juzgado por Calígula pues Julio Grecino, el encargado de ajusticiarle en un primer momento, se negó, siendo ejecutado por ello. Suetonio cree que dichos complots eran pura imaginación del emperador.

SU POLÍTICA ECONÓMICA, SOCIAL Y REFORMAS

La administración de Calígula centró su atención en el año 38 d. C. en las reformas públicas y políticas que necesitaba el Imperio. Se publicó:

  •  Un documento con los registros de los gastos que había realizado el emperador, algo nunca hecho durante el reinado de Tiberio.
  •  Se ayudó a los afectados por los incendios. 
  • Se abolieron ciertos impuestos.
  • Se impulsaron los espectáculos deportivos. 
  • También se admitió a nuevos miembros en los órdenes senatorial y ecuestre.

Quizá lo más significativo de este periodo sea la reanudación de las elecciones democráticas. Dion Casio dijo de esta decisión del emperador que:

“... aunque hizo las delicias de la plebe, no era un acto sensato, pues las oficinas volverían a caer una vez más en manos de muchos, haciendo que los fondos se emplearan para fines privados en lugar de para obtener ingresos, de lo que derivarían muchos desastres”.

El asesinato del emperador Calígula por Lazzaro Baldi
El asesinato del emperador Calígula por Lazzaro Baldi

Durante este mismo año, Calígula fue duramente criticado por ordenar ejecuciones sin juicio previo. La más significativa fue la del ex prefecto del pretorio Sutorio Macro, a quien en muchos sentidos Calígula debía el trono.

Dion Casio nos informa de que el Imperio tuvo que hacer frente a una grave crisis económica en el año 39 d. C.Suetonio establece el comienzo de dicha crisis en el año 38 d. C. La política de Calígula, marcada por la generosidad y la extravagancia, agotó pronto las reservas financieras del Imperio.

Los historiadores antiguos afirman que Calígula reaccionó acusando falsamente a algunos senadores y caballeros para multarlos e incluso ejecutarlos con el propósito de apoderarse de su patrimonio.

Con el objeto de hacer frente a la crisis, Calígula puso en marcha una serie de medidas desesperadas, algunas de las cuales son descritas por los historiadores, como pedir dinero al pueblo en los actos públicos.

Tiberio, Mesalina y Calígula se reprochan en medio de las llamas en esta obra de autor desconocido pintada en el año 1415
Tiberio, Mesalina y Calígula se reprochan en medio de las llamas en esta obra de autor desconocido pintada en el año 1415

Estableció nuevos impuestos en los juicios, bodas y prostíbulos, y organizó subastas de venta de gladiadores en los espectáculos. Los testamentos de ciudadanos romanos que habían dejado sus bienes a Tiberio fueron reinterpretados a fin de que Calígula recibiera dichos bienes.

Se obligó a los centuriones que habían adquirido propiedades durante saqueos a devolver su botín a la Hacienda Pública, y los oficiales responsables de cobrar los impuestos relativos al uso de calzadas fueron acusados de incompetencia y malversación, y multados duramente.

Quizás fuera esta crisis económica la causante de una breve hambruna de dimensiones desconocidas hasta el momento que azotó el Imperio por esa época, aunque los historiadores clásicos difieren en sus opiniones.

Según Suetonio, se debía a que Calígula confiscó la mayoría de carruajes públicos. Según Séneca, el motivo fue que Calígula impidió el uso de barcos para el transporte de cereales para utilizarlos como puente flotante.

A pesar de la crisis económica, Calígula llevó a cabo numerosos proyectos de construcción durante su reinado. Algunos de estos edificios eran públicos, pero la mayoría se erigieron con un fin privado.

Septercio con el rostro de Calígula
Septercio con el rostro de Calígula

Según el historiador Josefo, los proyectos más importantes que se realizaron durante el reinado de Calígula fueron las ampliaciones de los puertos de Regium y Sicilia. Tras llevarse a cabo dichas obras fue posible aumentar el volumen de cereales embarcados desde Egipto. Estas reformas tal vez se realizaron en respuesta al episodio de hambruna.

Se completaron el Templo de Augusto y el Teatro de Pompeyo. Se inició la construcción de un anfiteatro en las inmediaciones de la Saeota, y se reformó el Palacio Imperial. Se empezaron a construir el Aqua Claudia y el Anio Novus, acueductos que Plinio el Viejo consideraba maravillas de la ingeniería.

Se erigió un gran circo, conocido como el Circo de Cayo y Nerón. Para decorar este edificio, se transportó un gran obelisco desde la provincia de Egipto, el actual Obelisco Vaticano, que se erigió en su centro. Se repararon las murallas de Siracusa y los templos de la ciudad.

Se construyeron nuevas carreteras y se repararon las antiguas. El emperador también planeaba reconstruir el palacio de Polícrates de Samo, terminar el Templo de Apolo Didimeo en Éfeso y fundar una ciudad en la cima de los Alpes.

Sin embargo, el más ambicioso de los proyectos que Calígula quiso llevar a cabo fue el de excavar un canal a través del istmo de Corinto, en la entonces provincia romana de Avaya en Grecia.

Calígula llevó a cabo un espectacular trabajo de ingeniería en el año 39 d. C., construyendo un puente flotante temporal que conectaba los puertos de Baiae y Puteoli empleando barcos. Se ha escrito que este puente rivalizaba con el que levantó el rey persa, Jerjes I cuando cruzó el Helesponto.

Calígula, que no sabía nadar, atravesó el río a lomos de su caballo, Incitato, y portando la coraza de Alejandro Magno, de la que había despojado a su momia cuando visitó su mausoleo en Alejandría.

Es probable que el emperador realizara esto a fin de cumplir la predicción de Tiberio Claudio Trasilo, que había dicho que nadie tenía más posibilidades de convertirse en emperador que aquel que cruzara a caballo la Bahía de Baiae.

Ordenó la construcción de dos enormes embarcaciones, las cuales han sido encontradas en las profundidades del lago de Nemi. Estos dos barcos figuran entre los más grandes del mundo antiguo:

  •  El menor de ellos fue construido con el fin de albergar un templo consagrado a la diosa Diana.
  • El mayor era en esencia un palacio flotante para el emperador, con suelos de mármol y su propio sistema de cañerías.

Calígula y el Senado

Las relaciones entre Calígula y el Senado se deterioraron gravemente en el año 39 d. C. Aunque se desconoce cuál fue el origen de esta disputa, se sabe que hubo una serie de factores que la agravaron en gran medida.

Desde que el emperador Tiberio se retiró a la isla de Capri en el año 26 d. C., el Senado se había acostumbrado a tomar sus propias decisiones. Sin embargo, el ascenso al trono de Calígula alteró este hecho. Además, los juicios por traición de Tiberio eliminaron a un gran número de senadores partidarios de la dinastía Julia-Claudia.

Calígula revisó los casos de los acusados por traición durante el reinado de Tiberio, y sobre la base de los documentos decidió que muchos senadores no eran dignos de confianza. Dichos hombres fueron investigados, y en muchos casos juzgados.

Como resultado, el emperador reemplazó al cónsul y ejecutó a varios senadores. Suetonio escribe que Calígula denigró gravemente a varios senadores al obligarles a esperarle y después a correr detrás de su carro.

Tras el deterioro de sus relaciones con el Senado, Calígula tuvo que hacer frente a un gran número de conspiraciones instigadas con el fin de derrocarle. A finales del año 39, el emperador descubrió un complot en el que se vio envuelto su cuñado, Marco Emilio Lépido. Poco después, hizo ejecutar al gobernador de Germania, Gneo Cornelio L´ntulo Getúlico, acusándolo de formar parte de otra conspiración.

CALÍGULA Y LAS LEGIONES

Militarmente, el reinado de Calígula estuvo marcado por la expansión de las fronteras del Imperio a través de la anexión de la provincia de Mauritania y por el inicio de los preparativos para la conquista de la isla de Britania.

Mauritania era un reino cliente de Roma gobernado por Ptolomeo de Mauritania, al que el emperador ordenó ejecutar durante una de sus visitas a Roma. Tras la muerte de su gobernante, los territorios que conformaban el reino fueron anexionados al Imperio y divididos en dos provincias independientes.

El descontento surgido entre los habitantes de las dos nuevas provincias derivó en una importante revuelta, a la que puso fin la administración del emperador Claudio. Dion Casio escribió un capítulo entero acerca de la anexión de Mauritania, el cual se ha perdido.

El emperador planificó una campaña contra los britanos en el año 40 d. C., para la que reclutó en el año 39 d. C., dos nuevas legiones, la XV y la XXII a las que concedió el apelativo de Primigenia en honor a su deidad favorita, la Fortuna Primigenia.

El reclutamiento de estas dos legiones fue, según Suetonio, muy riguroso en cuanto a las condiciones exigidas a los reclutas. Sin embargo, su ejecución fue realmente extraña, Suetonio escribe en su obra “Las vidas de los doce césares”, el emperador dispuso a sus tropas en formación de batalla a lo largo del canal de la Mancha y les ordenó que atacaran permaneciendo en el agua.

Calígula planeó la invasión a Britania antes que Claudio, pero no la completó por motivos desconocidos y luego Claudio usó estos para invadir Britania.

Suetonio escribe: en su libro “La vida de Calígula”:

Por fin, como decidido a hacer la guerra, reunió a su ejército en la orilla del océano [el Canal de la Mancha - Norte de Francia], con sus balistas y otras máquinas de guerra. Y aunque nadie podía imaginarse lo que pretendía hacer, de repente les ordenó que recogieran conchas marinas y se llenaran los cascos y los pliegues de sus túnicas con ellas, llamándolas” el botín del mar debido al Capitolio y al Palatino."

Como monumento a su éxito, erigió un faro, sobre el cual, como en el Pharos de Alejandría, ordenó que se encendieran luces durante la noche para la dirección de los barcos en el mar. Finalmente, prometiendo a los soldados una recompensa de cien denarios cada uno, como si hubiera superado los más eminentes ejemplos de generosidad, dijo: “Id y alegraos; ¡porque ahora eres rico!".

Debido a la práctica ausencia de fuentes, lo que ocurrió allí es motivo de debate incluso entre los escritores contemporáneos de Calígula. Los historiadores modernos han elaborado un gran número de teorías, en un intento de explicar estas acciones.

La más factible es que la expedición hubiera sido concebida como una simple misión de exploración y reconocimiento del terreno, o con el objetivo de aceptar la rendición del cacique britano Adminio.

Durante su reinado, Calígula tuvo que hacer frente a una serie de revueltas y conspiraciones con origen en las provincias orientales. El emperador recibió para esta tarea la ayuda de su amigo Herodes Agripa, a quien convirtió en gobernador de los territorios de Batanea y Traconítide.

Esta difícil situación en el Este estaba motivada por la conjunción de tres factores: la difusión de la cultura griega, la ley romana y los derechos de los judíos.

Para empeorar las cosas, el prefecto de Egipto, Aulo Avilio Flaco, que no era hombre de confianza del emperador, pues había sido fiel al emperador Tiberio, había conspirado contra la madre de Calígula y contaba con conexiones con los egipcios separatistas.

El emperador decidió vigilar más de cerca a Flaco en el año 38 d. C., para lo que envió a Herodes Agripa a Alejandría sin previo aviso. Según Filón, la visita fue recibida con protestas por la comunidad griega, que creía que Herodes Agripa quería proclamarse rey de los judíos.

Flaco trató de contentar a los griegos y a Calígula al levantar estatuas del emperador en las sinagogas de la región. Como resultado, estallaron disturbios en la ciudad, a lo que Calígula respondió relevando a Flaco de su puesto y ejecutándolo.

Agripa acusó a Herodes Antipas, en el año 39 d. C., que era el tetrarca de Galilea y Perea, de trazar una rebelión contra el gobierno romano con el apoyo del Impero parto. Antipas confesó y Calígula le exilió. Como recompensa, Agripa recibió las provincias de Batanea y Traconítide.

Estallaron nuevos disturbios en Alejandría en el año 40 d. C., que enfrentaron a griegos y judíos. Los judíos fueron acusados de negarse a rendir culto al emperador y ese mismo año estallaron disturbios en la ciudad de Jamnia.

Restos del barco que mando construir Calígula
Restos del barco que mando construir Calígula

El motivo de la revuelta era el descontento que había generado entre la población judía la construcción de un altar. Las tensiones fueron en aumento, hasta que los dirigentes religiosos ordenaron destruirlo.

En represalia, Calígula ordenó el emplazamiento de una gran estatua de sí mismo en el templo de Jerusalén, algo incompatible con el monoteísmo judío. Filón escribió que: “consideraba sospechosos a la mayoría de los judíos, como si fueran las únicas personas que deseaban oponérsele”.

Temiendo que la orden del emperador provocara el estallido de una guerra civil, el gobernador de Siria, Publio Petronio, retrasó todo lo que pudo su ejecución. Finalmente, convencido por Agripa, Calígula revocó dicha orden.

El Asesinato de Calígula y consecuencias

Las fuentes antiguas describen el reinado de Calígula como un azote para las órdenes senatorial y ecuestre. Según Josefo, las acciones del emperador desencadenaron una serie de conspiraciones en su contra, hasta que finalmente se llevó a cabo su asesinato.

Se vieron envueltos los integrantes de la guardia pretoriana, liderados por Casio Querea. Aunque el complot fue planeado solo por tres hombres, parece ser que muchos senadores, soldados y équites estaban al tanto del mismo y en cierto modo involucrados.

Según Josefo, las motivaciones de Querea para cometer el asesinato eran puramente políticas. Suetonio escribe que el motivo del asesinato fue que Calígula se valía de nombres peyorativos para referirse a Querea, al que consideraba un afeminado y un recaudador de impuestos incompetente.

El veinticuatro de enero del año 41 d.C., Querea y unos pretorianos abordaron a Calígula mientras el emperador se dirigía a un grupo de jóvenes actores que participaban en unos juegos.

Los detalles acerca de este suceso varían ligeramente de un escritor a otro, pero todos coinciden en que Querea fue el primero en apuñalar al emperador, seguido por el resto de conspiradores.

Suetonio señala las similitudes entre el asesinato de Calígula y el de Julio César. El historiador escribe que el viejo Cayo Julio César y el joven Calígula fueron asesinados por treinta conspiradores liderados por Casio Querea.

Cuando los guardaespaldas germanos del emperador se dieron cuenta de que Calígula estaba siendo atacado, éste ya estaba muerto. Embargados por la rabia y el dolor, los germanos respondieron asesinando a conspiradores, senadores, transeúntes e inocentes por igual.

El Senado trató de usar la muerte de Calígula para restaurar la República y, por su parte, Querea intentó convencer al ejército para que apoyara a los senadores. No obstante, los militares permanecieron leales a la figura del emperador, y la plebe unánimemente pidió que los asesinos de Calígula fueran llevados ante la justicia.

Viéndose sin apoyos, los asesinos apuñalaron a la esposa de Calígula, Milonia Cesonia, y a su hija, Julia Drusila, a quien rompieron el cráneo al golpear su cabeza contra un muro. Sin embargo, fueron incapaces de encontrar al tío de Calígula, Claudio, que huyó de la ciudad.

Tras haberse asegurado el apoyo de la Guardia Pretoriana, Claudio fue nombrado emperador y, nada más acceder al trono, el tío de Calígula ordenó la ejecución de los asesinos de su sobrino.

Según Suetonio, el cuerpo del emperador fue escondido hasta que sus hermanas pudieron incinerarlo y sepultarlo. Permaneció en el Mausoleo de Augusto, hasta que en el año 410 d. C., durante el saqueo de Roma, sus cenizas fueron dispersadas.

LAS ENFERMEDADES DE CALÍGULA

  1. Demencia

A excepción de Plinio el Viejo, todas las fuentes supervivientes describen a Calígula como un loco. No obstante, no se sabe si están hablando literal o figuradamente. Además, es difícil separar la realidad de la ficción teniendo en cuenta la impopularidad del emperador entre los autores de las fuentes supervivientes.

Los historiadores modernos han tratado de atribuir una razón médica a su inestable carácter, alegando la posibilidad de que padeciera encefalitis, epilepsia o hipotiroidismo. También se habla de adiatrepsia, una palabra griega que el emperador aplicó a fin de describir su propia conducta.

Tanto Filón de Alejandría, Flavio Josefo y Séneca el Joven describen a Calígula como un demente, pero alegan que esta locura era resultado de la experiencia de los años. Según Séneca, el emperador se transformó en un hombre arrogante, iracundo y grosero tras su ascenso al trono.

Josefo piensa que fue el poder el que hizo de Calígula un arrogante, llevándole a creer que era un dios. Por su parte, Filón sostiene que su personalidad experimentó un radical cambio cuando estuvo a punto de morir de una enfermedad. Según Juvenal, el emperador bebió una poción que le hizo volverse loco.

  1. Epilepsia

Suetonio escribe que Calígula padeció epilepsia cuando era joven. Los historiadores modernos han teorizado que el emperador vivía con un profundo y continuo miedo a sufrir un ataque asociado a su enfermedad.

A pesar de que aprender a nadar era parte de la educación imperial, el emperador no lo hizo, pues los epilépticos pueden sufrir ataques causados por la luz que se refleja en el agua. También se dijo de él que hablaba con la luna llena, y la luna se relaciona en ocasiones con la epilepsia.

  1. Hipertiroidismo

Muchos historiadores han defendido que Calígula padecía hipertiroidismo. Este diagnóstico se basa en la irritabilidad y en la mirada del emperador, descrita por Plinio el Viejo.

SUS ESCÁNDALOS

Las fuentes supervivientes ofrecen un importante número de historias acerca de Calígula, que ilustran su crueldad y su demencia. Las fuentes contemporáneas, de Filón de Alejandría y Séneca el Joven, describen al emperador como un demente irascible, caprichoso, derrochador y enfermo sexual.

Se le acusaba de alardear de acostarse con las esposas de sus súbditos, de matar por pura diversión, de provocar una hambruna al gastar demasiado dinero en la construcción de su puente, y de querer erigir una estatua de sí mismo en el templo de Jerusalén con el objeto de ser adorado por todos.

Fuentes posteriores, entre las que destacan Suetonio y Dion Casio, escribieron relatos que no hacen sino repetir los hechos relatados por autores anteriores y añadir nuevas historias de locura. Se acusó a Calígula de mantener relaciones incestuosas con sus hermanas, Agripina la Menor, Julia Drusila y Julia Livila.

También se dijo que las obligó a prostituirse. Además, estos historiadores le acusan de enviar a algunas tropas a efectuar ejercicios militares absurdos, y de convertir el palacio en un burdel.

Probablemente la historia más famosa es la que cuenta que el emperador quiso nombrar a su caballo, Incitato, cónsul y sacerdote. La crítica posterior ha señalado que Suetonio perjudicó a aquellos emperadores que no eran favorables a su partido. De los datos de otros historiadores se deduce, sin embargo, que no tuvo que esforzarse mucho para lograrlo.

Suetonio cuenta que este emperador:

“Fue creador de una nueva especie de baños, de manjares extraordinarios y de banquetes monstruosos, lavábase con esencias unas veces calientes y otras frías; tragaba perlas de crecido precio disueltas en vinagre y hacía servir a sus convidados panes y manjares condimentados con oro, diciendo que era necesario ser económico o vivir como César”.

La validez de estas fuentes como iremos viendo en otros emperadores, es cuestionable pues, en la cultura política romana, la demencia y la perversión sexual iban de la mano en las crónicas que describían a los malos gobernantes.

Calígula el dios

Calígula desarrolló una serie de políticas muy controvertidas en el año 40 d. C. que hicieron de la religión un importante elemento de su papel político. El emperador comenzó a realizar sus apariciones públicas vestido de dios y semidiós, como Hércules, Mercurio, Venus y Apolo.

Se refería a sí mismo como un dios cuando comparecía ante los senadores, y en ocasiones aparecía en los documentos públicos con el nombre de Júpiter. Se erigió tres templos a sí mismo; dos en Roma y uno en Mileto, en la provincia de Asia.

La política religiosa de Calígula rompía totalmente con la de sus predecesores. Según Dion Casio, los emperadores vivos podían ser adorados en el Este, mientras que los emperadores muertos lo podían ser en Roma.

Calígula incluso escribió una obra acerca de su espíritu, aunque Dión considera este acto como una medida extrema que los emperadores preferían eludir. Calígula fue mucho más allá al obligar al Senado y al pueblo a rendirle culto en vida.

CONCLUSIONES

Ofrecer una visión exacta acerca del reinado de Calígula es extremadamente difícil. Solo dos fuentes contemporáneas al emperador han llegado a nuestros días: los trabajos de Filón de Alejandría y Séneca el Joven.

Las obras del primero, “De la Embajada a Cayo y Flaco”, proporcionan algunos detalles acerca de los inicios del reinado de Calígula, pero se centran en los acontecimientos, que rodearon a la población judía que habitaba las provincias de Judea y Egipto.

Pintura renacentista de Calígula
Pintura renacentista de Calígula

Las obras de Séneca ofrecen algunas anécdotas acerca de la personalidad de Calígula; no obstante, la objetividad de estos escritos ha sido cuestionada debido a que el propio Séneca estuvo a punto de ser ejecutado por el emperador en el año 39 d. C., cuando fue acusado de participar en una conspiración a fin de derrocarle.

Existieron obras contemporáneas que relataban detalladamente su reinado, pero estas obras se han perdido en su totalidad. Además, los historiadores que las escribieron fueron tachados de sesgados, ya sea por ser demasiado críticos o aduladores con el emperador.

En cualquier caso, las fuentes primarias perdidas, unidas a las obras de Séneca y Filón, han servido como base de las fuentes secundarias y terciarias supervivientes, escritas por las siguientes generaciones de escritores.

Se conoce el nombre de algunos de ellos; tales como Cluvio Rufo y Fabio Rústico, autores de dos escritos que criticaban duramente a Calígula, ahora perdidos. Rústico fue un conocido amigo de Séneca, famoso entre sus contemporáneos por el elegante uso que hacía de los recursos literarios y por la tergiversación de que eran víctimas sus historias.

Rufo era un influyente senador que se vio envuelto en el asesinato del emperador. La hermana de Calígula, Agripina la Menor, escribió una autobiografía que relataba el periodo de su hermano como emperador, la cual también se ha perdido. Agripina había sido exiliada por su hermano a consecuencia de sus conexiones con Marco Emilio Lépido, que conspiró contra él.

La mayor parte de lo que se conoce acerca de este emperador procede de Suetonio y Dion Casio, cuya objetividad está puesta en duda debido a su condición de patricios. Suetonio redactó su obra ochenta años después de la muerte de Calígula, mientras que Dion Casio lo hizo 180 años después.

Aunque la labor de Dión Casio es muy valiosa, de su obra solo ha sobrevivido un pequeño resumen escrito por Juan Xifilino, que era un monje del siglo XI. Por su parte, Suetonio ocupa los primeros 21 capítulos de su obra, de un total de 60 dedicados a la vida de Calígula, retratándolo como un emperador, y solo a partir del capítulo 22 declara que en adelante hablará de Calígula como un monstruo.

Otra serie de fuentes proporcionan una perspectiva limitada del reinado de este emperador. Josefo ofrece una detallada descripción del asesinato, y Tácito nos da alguna información acerca de su vida durante el reinado del emperador Tiberio.

Tácito, supuestamente el más objetivo de los historiadores de la Antigüedad Clásica, escribió una detallada historia de Calígula, pero parte de sus “Anales” se han perdido. La “Naruralis Historia” de Plinio el Viejo nos aporta también algunos detalles acerca de su vida.

De las pocas fuentes supervivientes, no existe ninguna que ofrezca una visión favorable del emperador. La escasez y parcialidad de dichas fuentes ha dado lugar a importantes lagunas acerca de su reinado.

De sus dos primeros años en el trono no ha sobrevivido prácticamente nada y, además, los importantes acontecimientos acaecidos durante su reinado, tales como la anexión de Mauritania, la campaña en Gran Bretaña y las diferencias con el Senado, no se describen debidamente.


BIBLIOGRAFÍA

A. Barrett, Anthony. “Caligula: the corruption of power”. 1989. Batsford.
Grant, Michael. “The twelve Caesars”. 1975. Charles Scribner's Sons. Nueva York.
Hurley, Donna W. “An Historical and Historiographical Commentary on Suetonius: Life of C. Caligula”. 1993. Georgia: Scholars Press. Atlanta.

Cayo César Augusto Germánico, más conocido por Calígula