viernes. 26.04.2024
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Este domingo, 13 de noviembre, las calles de Madrid retumbarán con un grito al unísono en defensa de una sanidad pública de calidad. Ciudadanos, profesionales sanitarios, organizaciones políticas y sindicales, personalidades del mundo de la cultura y decenas de colectivos en defensa de la sanidad pública confluirán en una unidad de acción y protesta contra la privatización sanitaria y el desmantelamiento de servicios tan fundamentales como la atención primaria.

Las últimas arengas de la presidenta Isabel Díaz-Ayuso no han hecho más que avivar el fuego de un conflicto que viene de largo. Lejos de querer contener el malestar social, la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha pasado toda la semana atacando sin tregua a profesionales sanitarios, sindicatos y partidos de la izquierda. “¿34 médicos dan para una huelga, un boicot y una manifestación?”, se preguntaba aludiendo a esa treintena de puntos de urgencia donde los pacientes se encontrarán con una pantalla de plasma para solucionar sus problemas de salud.

Los últimos quince días han devenido en una conflictividad creciente. El caos en la apertura de las urgencias extrahospitalarias, con centros cerrados y sin médicos de guardia ha tensionado aún más la situación hasta derivar en dimisiones en cascada en el seno de la Consejería de Sanidad de cargos nombrados por el propio Gobierno regional que han decidido marcharse por una gestión que hace aguas.

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No es solo ni principalmente por los 34 médicos. Es por la degradación en conjunto del sistema sanitario público urdido durante décadas y cuyos protagonistas son y siguen siendo los mismos conocidos de siempre. No es un complot, es la respuesta legítima de médicos y enfermeras a los que se les ha llamado “vagos”, elementos subversivos en manos de la izquierda para boicotear los servicios públicos. Mientras, por el camino, se queda una ciudadanía que pierde sus derechos y que ya está harta de tantos desmanes.

“Madrid se levanta por la sanidad pública. Contra el plan de destrucción de la atención primaria”, reza el cartel de la manifestación de este domingo en la que confluirán cuatro columnas que partirán a las 12:00 del mediodía desde Atocha, Nuevos Ministerios, Hospital de la Princesa y Ópera y confluirán en la Plaza de Cibeles. “Todos a la calle para exigir lo que es nuestro”, reclama en este tuit Ana Encinas, médica de familia en Carabanchel.

Como ella, muchos médicos, muchas enfermeras, vecinos de todos los distritos de Madrid y de los pueblos de la región están llamados a participar en una manifestación que se prevé multitudinaria. Las redes sociales están llenas de mensajes de apoyo. Actores como Javier Bardem, Jorge Sanz o Luis Tosar, han subido vídeos en defensa de la sanidad pública. Personalidades de la cultura sí, a los que Ayuso, para embarrar aún más, debe referirse al comparar esta protesta con ‘los del no a la guerra de Irak’.

Algunos datos ponen de manifiesto la falta de interés por la sanidad pública que tiene el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Esta es la autonomía que menos invierte por persona y año (1.300 euros), alcanzando incluso un 50% menos que la comunidad que más dinero destina a la sanidad y ocupando también el último lugar con respecto al Producto Interior Bruto según cifras facilitadas por UGT de Madrid. En cuanto a la atención primaria, apenas crece un 4% en los presupuestos para 2023. Se trata de la partida que menos aumento experimenta de todas las sanitarias a pesar de los graves problemas que arrastra desde antes, durante y después de la pandemia. El sindicato pone en valor las recomendaciones de la OMS de invertir el 25% del presupuesto sanitario en atención primaria, aunque en España, de media solo se invierte un 14% y en Madrid la cifra se queda en el 10,7%.

UGT, junto con CCOO, CSIT UP y SATSE, los sindicatos con representación en la mesa sectorial rompían el pasado 4 de noviembre el acuerdo alcanzado con la Consejería de Sanidad para la apertura de las urgencias extrahospitalarias que ha acabado siendo un fiasco. Contra ellos arremetió también Díaz-Ayuso, por lo que denominó “ruptura unilateral”.

Representantes de todos los partidos de la izquierda en Madrid también se han sumado a esta manifestación. Los mismos a los que la presidenta llama peligrosos comunistas y amigos de los etarras y los independentistas. Cualquier cosa vale para que Díaz-Ayuso intente deslegitimar a la oposición, a los sindicatos, a los médicos y enfermeras. Pero la presidenta de la Comunidad de Madrid debería saber que no renta poner en riesgo la salud de la población y que los servicios públicos, en este caso la sanidad, son la columna vertebral del estado de bienestar. Por eso, creo que acudir a esta marcha es un deber de tod@s.

Madrid responde a la ofensiva de Ayuso con una gran movilización en las calles