sábado. 27.04.2024
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Javier M. González | @jgonzalezok |
Gabriela Máximo | @gab2301 | 

La Policía Federal brasileña lanzó este jueves (8) una megaoperación contra el ex presidente Jair Bolsonaro, ex ministros y ex asesores investigados por intentar dar un golpe de Estado y anular las elecciones de 2022, en las que venció Luiz Inácio Lula da Silva. La policía encontró elementos que muestran que Bolsonaro tuvo una participación activa en la elaboración de un plan que preveía la prisión de diversas autoridades, entre ellas dos jueces del Supremo Tribunal Federal y el presidente del Senado. Policías federales llevaron a cabo acciones de búsqueda contra 33 personas, siendo cuatro detenidos, que formaban parte del gobierno o del entorno de Bolsonaro. Entre estas personas había 16 militares en activo o retirados, siendo cuatro generales de cuatro estrellas. Bolsonaro tuvo que entregar el pasaporte y se le prohibió comunicarse con los demás investigados.

Fue la más amplia operación hecha hasta ahora con el objetivo de descubrir la participación de autoridades civiles y militares del gobierno de Bolsonaro en el intento de golpe que culminó en la invasión de la sede de los tres poderes en Brasilia, el día 8 de enero de 2023, una semana después de la asunción de Lula.

Según las investigaciones, Bolsonaro no solo conocía, sino que también modificó el contenido y aprobó un documento conteniendo los detalles del golpe. Un texto que se hizo conocido como “la minuta del golpe” y que fue encontrado el año pasado en la casa de Anderson Torres, ex ministro de Justicia y hombre de confianza de Bolsonaro. Desde entonces, el ex presidente afirmaba desconocer el documento. La Policía Federal descubrió que la minuta original preveía la prisión de los jueces del Supremo Tribunal Federal Gilmar Mendes y Alexandre de Moraes, además del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco. Según los investigadores, Bolsonaro recibió el documento y mandó retirar los nombres de Mendes y Pacheco, permaneciendo solo el de Moraes, aprobando enseguida el texto modificado.

La Policía Federal encontró en el despacho del ex presidente un documento que anunciaba el decreto del estado de sitio en el país

En la operación de este jueves, la Policía Federal encontró en el despacho que el ex presidente tiene en la sede del Partido Liberal un documento que anunciaba el decreto del estado de sitio en el país. El texto, sin firma, tiene el tono de discurso. Afirma que la medida de excepción sería tomada “para restaurar el estado democrático de derecho en Brasil” y que estaría “dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, expresión muy usada por Bolsonaro. El estado de sitio permitiría suspender temporalmente los derechos y las garantías de los ciudadanos, en nombre del orden público.

Bolsonaro ya fue condenado por el Tribunal Superior Electoral por ataques contra el sistema electoral y es objetivo de otras investigaciones. El ex presidente está inelegible hasta el año 2030.

Antes de lanzar la operación “La Hora de la Verdad”, la policía y la justicia lograron aprehender registros importantes, que permiten pasar de las meras suposiciones a documentos que pueden convertirse en pruebas concluyentes. Entre estos elementos está la grabación en vídeo de una reunión de la alta cúpula del gobierno, el 5 de julio de 2022, tres meses antes de las elecciones. En la reunión, convocada por Bolsonaro, claramente se discuten escenarios golpistas. El entonces presidente reconoce irónicamente que Lula tenía grandes posibilidades de ganar las elecciones y dice que va a entrar al campo con “su ejército”. El vídeo fue encontrado en el computador del teniente coronel Mauro Cid, ayudante de órdenes de Bolsonaro, que se convirtió en arrepentido.

En la decisión que autorizó la operación policial, el juez Alexandre de Moraes, considera que la descripción de esta reunión revela, nítidamente, la dinámica golpista en la cúpula del gobierno, “manifestándose todos los investigados que tomaron parte en ella, en el sentido de respaldar y amplificar la desinformación masiva y las narrativas fraudulentas sobre las elecciones y la Justicia Electoral”. El escrito del juez señala que la instrucción de Bolsonaro era que todos sus ministros promovieran y replicaran, en cada una de sus respectivas áreas, todas las desinformaciones y noticias fraudulentas relativas a la limpieza del sistema de votación, “con uso de la estructura del Estado para fines ilícitos y disociados del interés público”.

En la misma reunión de julio, el general Augusto Heleno, que en ese entonces comandaba el Gabinete de Seguridad Institucional (con categoría de ministro), afirmó: “No va a haber revisión del VAR, así que lo que se tenga que hacer se tiene que hacer antes de las elecciones, si hay que dar un golpe en la mesa es antes de las elecciones (…) Va a llegar un momento en que no vamos a poder hablar más, vamos a tener que actuar; actuar contra determinadas instituciones y contra determinadas personas, eso para mí está muy claro”.

Otro de los participantes del encuentro, el entonces ministro de Defensa, Paulo Sergio Nogueira, hizo críticas al TSE, señalando que la comisión de transparencia electoral montada con la participación de las FFAA era solo para la galería e informó que estaba teniendo reuniones con los comandantes de la fuerza semanalmente, “para ver qué se puede hacer (…) y que las elecciones transcurran como soñamos”. Añadiendo, dirigiéndose a Bolsonaro: “[Que] tengamos el éxito de reelegirlo y ese es el deseo de todos nosotros”. 

Parece demostrado que por lo menos seis generales del Ejército estaban por el golpe y discutieron con el entonces mandatario la edición de un decreto para impedir la elección de Lula

En la delación del ayudante de órdenes de Bolsonaro, quedó claro que por lo menos seis generales del Ejército estaban por el golpe y discutieron con el entonces mandatario la edición de un decreto para impedir la elección de Lula. Los generales son: Braga Netto (ex jefe de gabinete y candidato a vicepresidente en las elecciones del 2022), Estevam Theophilo (ex jefe del comando de Operaciones Terrestres), Freire Gomes (ex comandante del Ejército), Paulo Sérgio Nogueira (ex ministro de Defensa) y el almirante Almir Garnier (ex comandante de la Marina). No participó el jefe de la Fuerza Aérea.

Según el juez Alexandre de Moraes, “los citados mensajes van al encuentro, conforme apunta la Policía Federal, de los hechos descritos por el colaborador Mauro Cid, que confirmó que el entonces comandante de la Marina, almirante Almir Garnier, en reunión con el entonces presidente Jair Bolsonaro, acordó con el golpe de Estado, colocando sus tropas a disposición del presidente”.

La actitud del comandante del Ejército, general Freire Gomes, fue clave en la conjura. Por una parte, participó en las conversaciones golpistas, pero acabó no dando el aval a las mismas, aunque tampoco denunció la maniobra. El general Braga Netto, en un mensaje con un ex mayor, tachó de “cagón” al jefe de la fuerza: “Amigo mío, infelizmente tengo que decir que la culpa por lo que está sucediendo y sucederá es del general Freire Gomes. Omisión e indecisión no combinan con un combatiente”. El calificativo que Braga Netto usó para el jefe de la Fuerza Aérea, Carlos Almeida Baptista Júnior, fue el de “traidor a la patria”. El intercambio de mensajes está en poder de la Justicia.

Las reuniones golpistas se sucedieron incluso después de las elecciones. En aquel momento llamó la atención que Bolsonaro se sumió en el silencio, dejó de acudir al Palacio de Planalto (presidencial) y limitó absolutamente su actividad oficial. Se habló de que estaba deprimido por el resultado adverso en las elecciones. Pero lo que parece deducirse de lo que el auto del juez relató en extenso es que seguía planeando el golpe.

En reacción a la operación policial, el que fuera vicepresidente de Bolsonaro y hoy senador, general retirado Hamilton Mourão, usó la tribuna del Senado para hacer un llamamiento a las Fuerzas Armadas y a la Justicia Militar para que reaccionen ante lo que considera procesos arbitrarios e ilegales llevados a cabo contra militares por parte del Supremo Tribunal Federal. “No tengo la más mínima duda que estamos caminando hacia la implantación de un régimen autoritario de hecho en el país”, afirmó, añadiendo que ni Hitler se había atrevido a eso al comienzo de su ascenso al poder.  

De esta forma, el cerco en torno a Bolsonaro se va cerrando. Muy gráficamente, la portada de la revista Veja trae una silueta en negro del ex presidente, en medio de una diana y la leyenda, “Más cerca del objetivo”.

La justicia brasileña descubre los planes golpistas de Bolsonaro