viernes. 26.04.2024

El voto a Unidas Podemos

pablo iglesias

Votemos con inteligencia, con visión de futuro y pensando en el conjunto de lo que representa la izquierda.

Confío en que Pedro Sánchez gane las elecciones y siga siendo el presidente del Gobierno de España. Creo que su actual equipo de gobierno, salvo algunas excepciones, es sólido, competente y con perfil claramente progresista. El programa y las propuestas del PSOE responden a una concepción moderadamente socialdemócrata.

Sin embargo, el 28 de abril voy a votar a Unidas Podemos. He sido “errejonista” desde que me vinculé a Podemos en mayo del 2016, me identificaba mucho más con la figura, el talante y las propuestas de Iñigo Errejón, pero el quiebro político que ha dado hace dos meses me ha llevado, al igual que a otros muchos, a separarme de su nueva trayectoria.

El programa y propuestas de Podemos me parece positivo en muchos aspectos y en otros no lo comparto. El hiperliderazgo político de Pablo Iglesias no me entusiasma, y mucho menos el papel de Pablo Echenique y de algunos otros dirigentes, en cambio cada día me interesa más la figura de Irene Montero. No comparto algunos gestos, actuaciones y declaraciones y por supuesto las escabechinas políticas dirigidas contra los errejonistas.

No oculto las dudas que he tenido a la hora de depositar el voto entre el PSOE y UNIDAS PODEMOS, pero me he decantado claramente tras los dos debates electorales en televisión.

Creo que Unidas Podemos necesita y merece un nuevo respaldo y voto de confianza. Sería catastrófico para la izquierda de nuestro país que la energía movilizadora iniciada en la Puerta del Sol el 15 de mayo se fuera diluyendo, perdiendo el interés que despertó en millones de personas y sobre todo entre millones de jóvenes que por primera vez se interesaron por la lucha política.

Por otra parte, como ya he escrito en varias ocasiones, en los últimos meses el proceso de maduración de Unidas Podemos y de Pablo Iglesias es algo innegable. Ver a Pablo leyendo artículos de nuestra Constitución democrática, que en el pasado tanto denostaron, es muy satisfactorio para quienes en su día luchamos por la Constitución y seguimos pensando, que más allá de que necesite algunas reformas, es nuestra referencia fundamental de progreso y libertad.

El trabajo político de Unidas Podemos en esta legislatura, más allá del tremendo error de no haber apoyado en su momento la investidura de Pedro Sánchez favoreciendo así la presidencia de Mariano Rajoy, y olvidándonos de algunos gestos para la galería en los primeros meses, ha sido nítidamente positiva. Han realizado numerosas propuestas, que sin duda podrían haber estado mejor elaboradas, pero han tenido un carácter indudable de izquierdas y han presionado favorablemente al PSOE y a las fuerzas nacionalistas.  

Unidas Podemos, corrigiendo anteriores actitudes sectarias, logró un acuerdo con el PSOE el pasado verano, casi inédito en la historia parlamentaria de la democracia española desde la desaparición del PCE y Santiago Carrillo, impulsando los cambios mas progresistas del breve gobierno de Pedro Sánchez. La foto de Pedro y Pablo firmando ese pacto en la Moncloa, lleno de ilusión a millones de progresistas de nuestro país.

El esfuerzo, finalmente baldío por la ceguera del independentismo catalán, para conseguir la aprobación de los presupuestos del 2019 o el respaldo casi generalizado a los reales decretos ley de las ultima semanas, ha sido otra brillante actuación de la dirección de Unidas Podemos.

La posición de Unidas Podemos en relación al conflicto político de Cataluña, que ha ido evolucionando cautelosamente en los últimos meses, se podrá compartir o no, pero que duda cabe que es constructiva y razonablemente realista y en mi opinión podría alcanzar un consenso con los sectores menos radicalizados del independentismo y desatascar a medio plazo la tensión y división actual en Cataluña. Sin olvidar el acercamiento y revalorización que han tenido del sindicalismo de clase de CCOO y UGT.

Por último, la participación de Pablo Iglesias en la actual campaña con un perfil unitario, con vocación de gobierno, con propuestas nacidas muchas de ellas de la Constitución, con un tono propositivo y nada agresivo, con gestos autocríticos, su inteligente presión a Pedro Sánchez para que no ceda a la tentación de un pacto de gobierno con Albert Rivera…. dan muestras de la evolución y madurez del candidato de Unidas Podemos

Su presencia en los dos debates electorales ha sido mayoritariamente valorada como la más constructiva en el fondo y la más educada en las formas.

Unidas Podemos, es una propuesta política que aun tiene que madurar muchas de sus propuestas, especialmente las que se refieren a los instrumentos de financiación de las políticas de bienestar social, debe cohesionar más su organización interna en el conjunto de España (sin duda con unos responsables de organización mas flexibles que los actuales) aprovechando además la aparente salida de los anticapitalistas (con el lastre que ello suponía), tiene que recuperar la vitalidad de sus primeros tiempos, debe huir del hiperliderazgo de Pablo Iglesias y sería bueno que intentara recuperar a los errejonistas y a otros cuadros que se han ido alejando desde la Asamblea de Vistalegre II.  

Son suficientes razones para votarles y que unos buenos resultados de Unidas Podemos permitan un gobierno progresista en España, encabezado por Pedro Sánchez y en el que seria muy deseable la presencia de Unidas Podemos en las condiciones que se consideraran oportunas. Un fuerte grupo parlamentario de Unidas Podemos es una buena garantía para que los socialistas continúen por el camino de una política progresista.

Por el contrario, unos débiles resultados de Unidas Podemos, además de reflejar un nuevo alejamiento de las generaciones jóvenes de la política, haría inevitable un pacto PSOE-Ciudadanos o mucho peor un gobierno de las tres derechas, hoy tan terriblemente radicalizadas.

Votemos, pues, con inteligencia, con visión de futuro y pensando en el conjunto de lo que representa la izquierda.

El voto a Unidas Podemos