viernes. 26.04.2024

Votos en Marinaleda y votos xenófobos en Cataluña

Aunque Izquierda Unida ha obtenido casi un millón y medio de votos en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, superando en doscientos mil votos los conseguidos en los pasados comicios, no se puede decir que el balance sea satisfactorio, sobre todo si se tiene en cuenta la debacle del PSOE, que podría haber repercutido

Aunque Izquierda Unida ha obtenido casi un millón y medio de votos en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, superando en doscientos mil votos los conseguidos en los pasados comicios, no se puede decir que el balance sea satisfactorio, sobre todo si se tiene en cuenta la debacle del PSOE, que podría haber repercutido positivamente en IU.

Quizá la lectura más positiva del 22-M para Izquierda Unida, como viene ocurriendo en elecciones precedentes, la volvemos a encontrar en la localidad sevillana de Marinaleda, donde su alcalde, José Manuel Sánchez Gordillo, ha vuelto a ser reelegido, con lo que prolongará un cuatrienio más los más de 30 años que lleva en el cargo. Allí, donde votó casi el 90 por ciento de la población, Sánchez Gordillo no solo ha mantenido el número de votos sino que lo ha incrementado con relación a los anteriores comicios (de 1.092 a 1.387 papeletas), obteniendo 9 de los 11 concejales, frente a solo 2 del Partido Socialista. El Partido Popular obtuvo 77 votos.

Al lado de esta reconfortante reelección continuada y por una mayoría sobradamente absoluta de un gobierno municipal, al que avala en su eficaz gestión una democracia directa, popular y asamblearia, hemos asistido en Cataluña a unos resultados en verdad preocupantes, que podrían interpretarse como una versión a pequeña escala de los que se están dando en otros países europeos. Plataforma per Catalunya, el partido ultraderechista de Josep Anglada, cuenta ahora con un apoyo quintuplicado de los electores. Gracias a sus 67.000 votos ha conseguido 67 concejales, logrando representación en municipios como L’Hospitalet y Santa Coloma de Gramanet, donde ha roto la mayoría absoluta del PSC. En Vic, el partido de Anglada es ya la segunda fuerza política.

Quizá no llame mucho la atención, según hacía constar un portavoz del Partido Socialista de Catalunya, que los 205.000 votos perdidos por el PSC con relación a los pasados comicios municipales, se los hayan repartido CiU y el Partido Popular, pero sí que en el municipio de Torelló (14.000 habitantes) el PSC haya visto mermar sus votos en 900 papeletas y 3 concejales, los mismos que ha logrado el partido de Josep Anglada. Esto quiere decir que también hubo un trasvase de votos del PSC a la ultraderecha en el conjunto de Cataluña.

No se debe olvidar, además, que a fin de restar votos a Plataforma per Catalunya, el puede que próximo alcalde de Badalona, García Albiol (PP) y el aspirante de los populares a la alcaldía de Barcelona, Fernández Díaz, mantuvieron en sus mítines mensajes de sesgo xenófobo muy similares al de Anglada.

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