viernes. 03.05.2024

El negocio de la información

¿Hasta dónde llega la libertad de expresión en los medios? No es ningún secreto para nadie que la población forma sus opiniones a partir de lo que oye y de lo que ve...

¿Hasta dónde llega la libertad de expresión en los medios? No es ningún secreto para nadie que la población forma sus opiniones a partir de lo que oye y de lo que ve, es ahí donde juegan un papel fundamental los medios de comunicación, principalmente la televisión por su carácter audiovisual, sin embargo esos mismos medios que moldean la opinión pública tienen una línea editorial marcada por una serie de accionistas, es decir, que en última instancia son los dueños de los grandes medios los que crean la opinión pública en función de sus intereses.

Es aquí cuando se nos plantea una pregunta obligatoria: ¿Es legítimo escudarse en la libertad de expresión para manipular a la población? Para responder a esta pregunta nos remitimos al Golpe de Estado de 2002 contra Chávez, cuando los medios privados venezolanos difundieron una falsa dimisión de Chávez para que el pueblo no se echara a las calles, cuando realmente Chávez estaba retenido contra su voluntad por las fuerzas golpistas. Otro caso relevante es el de Ecuador, donde el periódico privado ''El Universo'' publicó un artículo llamando a Rafael Correa ''El dictador'' y acusándolo de haber ordenado abrir fuego contra un hospital lleno de enfermos, cuando la realidad es que Rafael Correa ha ganado las dos últimas elecciones de forma completamente libre, la última de ellas por cerca de 35 puntos de ventaja y en los próximos 4 años se espera la construcción de nuevos hospitales por todo Ecuador. Pero hay casos más recientes en España, este mismo año el presidente Rajoy, acosado por el escándalo de corrupción de su partido, decidió dar una rueda de prensa y amañar las preguntas con el diario ABC para tenerlas ya preparadas de antemano, provocando así las quejas del resto de medios que asistían a la rueda de prensa y gran parte de la población española.

Una vez queda claro que la libertad de expresión no supone una carta blanca para que los medios puedan manipular la opinión colectiva, nos surge la duda de la alternativa, es decir ¿Qué podemos hacer para luchar contra esta manipulación? La respuesta más obvia sería una ley de comunicación como la que está llevando a cabo el gobierno de Ecuador, pero siendo realistas, en ciertos países no hay ninguna entidad o persona neutral para encargarse del arbitraje o de fijar los límites, esta ley por lo tanto acabaría deviniendo en una ley de censura manejada por el gobierno de turno, que en muchos casos puede tener fuertes lazos con los dueños de los grandes medios privados.

Descartada esta opción solo nos quedan los medios comunitarios, que no estatales. Un medio estatal manejado por ciertos gobiernos, no deja de ser un medio orientado a los intereses del partido gobernante y cuya información por tanto estará orientada a favorecer al gobierno de turno, pudiendo incluso estar en connviencia ideológica con los creadores de opinión de los grandes medios.

Cuando hablamos de medios comunitarios estamos hablando de medios públicos, gestionados de forma cooperativa y sin ningún tipo de influencia privada, medios con el único fin de atender a las realidades sociales que no atienden los medios privados y en algunos casos los estatales dependientes del gobierno, realidades vetadas por los grandes medios y que sin embargo tienen una gran base social y el derecho a ser escuchadas. Al principio nos preguntábamos cuál era el límite de la libertad de expresión en los medios, pues bien, la libertad de expresión en los medios llega hasta cuando se excluye deliberadamente a ciertas realidades sociales de las que los grandes medios no quieren informar, llega hasta cuando se manipula a la opinión pública sirviendo a intereses de una minoría que sí puede permitirse comprar un medio de comunicación.

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