viernes. 26.04.2024

Inútil salvajada

NUEVATRIBUNA.ES - 30.7.2009...Pero aún sorprende que alguien haya pensado que el asesinato de un número indeterminado de personas, incluyendo mujeres y niños, pueda ser utilizado como un argumento a favor de una causa política, y que en el lapso de tiempo transcurrido entre la propuesta y la decisión de ejecutarlo nadie haya objetado que era una salvajada, que sólo podía tener efectos negativos para ETA y para la causa que defiende.
NUEVATRIBUNA.ES - 30.7.2009

...Pero aún sorprende que alguien haya pensado que el asesinato de un número indeterminado de personas, incluyendo mujeres y niños, pueda ser utilizado como un argumento a favor de una causa política, y que en el lapso de tiempo transcurrido entre la propuesta y la decisión de ejecutarlo nadie haya objetado que era una salvajada, que sólo podía tener efectos negativos para ETA y para la causa que defiende. Por lo cual, parece que el atentado gozaba de todos los parabienes de la dirección de la banda y que quienes se mueven en su interior están cortados por el mismo y peligroso patrón: el que une la falta de conciencia con la poca mollera.

Teniendo en cuenta lo anterior, es difícil atisbar lo que ETA perseguía, pero no podía aspirar a cambiar lo que existe. A saber: que cada día está más débil por la acción policial y judicial; que su apoyo social se reduce; que hay opciones abertzales que rechazan el terrorismo y que dentro de la propia ETA hay voces que reclaman su fin; que ha mantenido tres procesos de negociación con tres gobiernos distintos y que los tres han fracasado; que el frente nacionalista con el PNV y otras fuerzas fracasó; que las esperanzas puestas en el acto de Anoeta en 2004, se las llevó por delante el atentado de la T-4, que acabó con la última negociación, que, según el gobierno y algunos dirigentes de ETA encarcelados, fue la última oportunidad de negociar una salida; que Otegi ha quedado desautorizado; que EA ha recibido un importante varapalo electoral; que el PNV ha sido desalojado electoralmente del gobierno vasco y que en Euskadi gobierna una coalición de partidos no nacionalistas, que representan, paradójicamente, la opinión mayoritaria -por eso gobiernan- del pueblo vasco y, finalmente, que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ha fallado en contra suya.

Es dudoso que el atentado, aún con víctimas, hubiese podido modificar algo de esto. Parece, entonces, que se debía a otros motivos, como responder a la creciente desmoralización interna y taponar cualquier atisbo de disidencia por parte del nuevo equipo dirigente, que ha querido afirmar su autoridad de manera brutal. Lo cual refuerza la tendencia de que los sucesivos equipos de dirigentes son cada vez más jóvenes y más duros (no pueden ser otra cosa), pero también más breves. También podría deberse al anuncio de una nueva táctica, hecha pública mediante un golpe de efecto.

O, quizá, ante la difícil situación que atraviesa, al deseo de mostrar al mundo y sobre todo a los suyos, que ETA sigue existiendo como un problema nacional cincuenta años después de haberse fundado.

Francisco Javier Vivas es escritor.

Inútil salvajada
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