miércoles. 01.05.2024

Apunten... fuego

La historia nos ha colocado frente al pelotón. Ojos vendados por el miedo para no mirar la muerte de frente. Trabadas las manos como mulos para evitar la huida. El corazón empotrado, tratando de evitar las balas, huyendo de sí mismo, olvidando el tiro de gracia que imprime carácter definitivo al gesto macabro de la agonía. Mentira lo anterior, mentira. Hoy ya no se mata así. Nos hemos vuelto elegantes para todo, hasta para matar.

La historia nos ha colocado frente al pelotón. Ojos vendados por el miedo para no mirar la muerte de frente. Trabadas las manos como mulos para evitar la huida. El corazón empotrado, tratando de evitar las balas, huyendo de sí mismo, olvidando el tiro de gracia que imprime carácter definitivo al gesto macabro de la agonía.

Mentira lo anterior, mentira. Hoy ya no se mata así. Nos hemos vuelto elegantes para todo, hasta para matar. Vestimos boutique-Goya-Serrano. Perfumamos el odio de chanel y envolvemos la femoral en Calvin Klein. Se anestesia al reo, se prohibe la tortilla de media mañana, se penaliza el piropo del andamio, se multa con setecientos cincuenta euros a quien busque comida en los contenedores, se exige que se aguante el hambre impasible el ademán. Ya se puede sembrar la calle de cadáveres elegantes. Nadie está muerto. Simplemente están reformados, ajustados a la realidad creada por Merkel-Sarkozy-Rajoy. D. Mariano, soberano como un coñac-cosa-de-hombres,  haciendo los recados que le mandan, botones al fin de hotel de lujo, viviendo de unas monedas que da el señorita-emperatriz sin mirar siquiera el bolsillo.

Nada es destrucción de derechos. Son reformas. Nada es despido. Son ajustes de plantilla. A nadie se le despide libremente. Son recortes en aras de la productividad. No se empequeñece la huelga. Simplemente se reconoce, por simple sentido común, “que un grupito no puede paralizar a un país” No se le arrebata a nadie  su trabajo por una realidad, sino por la previsión de una realidad. No se grava la enfermedad. Se previene con  amenazas para evitar que el trabajador se ponga enfermo. No se prohibe el aborto. Se reconoce  la violencia estructural. Se impone la cadena perpetua, pero  revisable: cambio de aceite, filtros y correa de transmisión. Para que dure y la perpetuidad se consiga sola.  Al final el preso puede ser vendido como de segunda mano y nos darán algo por el plan renove.

“Se está terminando con los últimos vestigios del franquismo”  dice Esperanza Aguirre. Ya era hora. Y han tenido que ser los hijos de Fraga quienes estén terminando con la dictadura. No han entregado la calle porque es tal vez el último recuerdo de D.Manuel muerto hace poco en loor de santidad. Por eso la violencia policial de Valencia, porque estaban ocupando algo que es patrimonio de la derecha.

Rosell, Fernández, Feito han enviado un piquete a Laponia. Han dejado unas tiendas de campaña porque su conciencia moral de Cristo del Gran Poder no les permitiría dormir tranquilos sabiendo que hay trabajadores acurrucados a cuarenta bajo cero. España es un país de conquistadores, de División Azul también. Feito ha sido el Hernán Cortés actual y hay que poblar de gleba española la Laponia. Los que ya no tengan subsidio de desempleo, los que se nieguen a separarse de su mujer, de sus hijos porque apuesten por el cariño, los que hagan huelga cuando sea un derecho abolido por la CEOE, los despedidos de la noche a la mañana, los que no aguante una disminución salarial que al patrono le nació en su gloriosa entrepierna, los enfermos con fractura de alma, las almas con fractura de cuerpos… Todos podrán cobijarse en Laponia. España volverá a ser una, grande libre. Lo ha conseguido Rajoy, el creador de empleo, Cospedal, patrona de los trabajadores, Pons-tierra prometida-de-tres-cientos-mil-inmediatos, Arenas poniendo un limpiabotas en su vida, Rouco creando un trabajo fijo, regalando una vida apasionante y al final la gloria eterna. Cuánto benefactor para esta resurrección nacional. Cuánto caudillo fusilando la pobreza. Cuánto salvapatrias. Cuánto Isabel y Fernando expulsando a los que estorban en una España-ojos-verdes, verdes como la albahaca.

Ojos vendados por el miedo. Manos trabadas como mulos. Corazón empotrado en la pena, penita, pena. Almas sin cuerpos. Cuerpos sin alma

Apunten… No disparen. Hay que ahorrar munición. Hay millones que se están muriendo solos.

Apunten... fuego
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