3 de septiembre de 2009, 4:27
NUEVATRIBUNA.ES - 22.6.2009
...Que como te juran que lo hacen por tu bien te dan ganas de llorar pero te las aguantas. Por lo menos en los plenos del Ayuntamiento. Claro que no tienes ni tiempo. Bastante incordio es ya convocarlos. No digo nada si encima tienes que ir y aguantar despierto para debatir el estado de la ciudad aunque luego lo aproveches para que debatan cuál es el estado de tu ánimo. Mucho más importante.
Y así en vez de hablar sobre el presente de los barrios extramuros de Cibeles nos ponemos a elucubrar sobre el futuro de don Alberto. A él, para eso, le basta con poner la muleta. Para ser de izquierdas con un abrazo a Sabina. Para ser de derechas lo tiene más complicado. No saben lo engorroso que resulta vender al capital privado todos los servicios públicos. De entrar al trapo de su muleta ya nos ocupamos nosotros como testigos de la realidad. Al menos de la nuestra. El político habla para el periodista y el periodista escribe para el político ¿Para qué cambiar a estas alturas?
Como todo el mundo sabe es mucho más trascendente para el devenir de la Humanidad saber si él es más de baguette o chapata que denunciar que hay gente en San Blas que vive en condiciones precarias porque la torpeza administrativa les impide entrar en sus nuevos pisos que ven desde la ventana ¿A quién le importa? A ellos claro está ¿De cuántos votos estamos hablando? ¿Y lectores? Pues eso.
Como mucho más relevante es para los ciento cincuenta mil vecinos de Centro el modelo de frac con el que uno presenta en Lausanna el dossier olímpico que tener que irse a otro distrito a hacer gimnasia porque hace un año que el suyo no tiene ningún polideportivo. Dos ejemplos entre mil. Lo que se dice demagogia de toda la vida o, si se prefiere a don Juan de Mairena, los hechos consuetudinarios que acontecen en la rua.
Uno, en su supina ignorancia, puede llegar a entender que a alguien predestinado a charlar de tú a tú con Obama sobre las fluctuaciones del índice Dow Jones le incomode sentarse con unos vecinos para que le inflamen con sus problemas algo que casi forma un ripio con el tal índice Jones. Empero,es lo que tiene ser alcalde de tu pueblo.
Será malsonante para un estadista "in pectore". Será un agravio. No digo que no. Una desproporción entre la grandeza del intelecto y la nimiedad del cargo. Una injusticia universal. Todo lo que se quiera pero hay lo que hay. Y lo que hay es que, mientras uno pacta lo suyo y otros preparan el cásting a día de hoy irse de un Pleno es un ejercicio de responsabilidad política. Ya es triste.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS
...Que como te juran que lo hacen por tu bien te dan ganas de llorar pero te las aguantas. Por lo menos en los plenos del Ayuntamiento. Claro que no tienes ni tiempo. Bastante incordio es ya convocarlos. No digo nada si encima tienes que ir y aguantar despierto para debatir el estado de la ciudad aunque luego lo aproveches para que debatan cuál es el estado de tu ánimo. Mucho más importante.
Y así en vez de hablar sobre el presente de los barrios extramuros de Cibeles nos ponemos a elucubrar sobre el futuro de don Alberto. A él, para eso, le basta con poner la muleta. Para ser de izquierdas con un abrazo a Sabina. Para ser de derechas lo tiene más complicado. No saben lo engorroso que resulta vender al capital privado todos los servicios públicos. De entrar al trapo de su muleta ya nos ocupamos nosotros como testigos de la realidad. Al menos de la nuestra. El político habla para el periodista y el periodista escribe para el político ¿Para qué cambiar a estas alturas?
Como todo el mundo sabe es mucho más trascendente para el devenir de la Humanidad saber si él es más de baguette o chapata que denunciar que hay gente en San Blas que vive en condiciones precarias porque la torpeza administrativa les impide entrar en sus nuevos pisos que ven desde la ventana ¿A quién le importa? A ellos claro está ¿De cuántos votos estamos hablando? ¿Y lectores? Pues eso.
Como mucho más relevante es para los ciento cincuenta mil vecinos de Centro el modelo de frac con el que uno presenta en Lausanna el dossier olímpico que tener que irse a otro distrito a hacer gimnasia porque hace un año que el suyo no tiene ningún polideportivo. Dos ejemplos entre mil. Lo que se dice demagogia de toda la vida o, si se prefiere a don Juan de Mairena, los hechos consuetudinarios que acontecen en la rua.
Uno, en su supina ignorancia, puede llegar a entender que a alguien predestinado a charlar de tú a tú con Obama sobre las fluctuaciones del índice Dow Jones le incomode sentarse con unos vecinos para que le inflamen con sus problemas algo que casi forma un ripio con el tal índice Jones. Empero,es lo que tiene ser alcalde de tu pueblo.
Será malsonante para un estadista "in pectore". Será un agravio. No digo que no. Una desproporción entre la grandeza del intelecto y la nimiedad del cargo. Una injusticia universal. Todo lo que se quiera pero hay lo que hay. Y lo que hay es que, mientras uno pacta lo suyo y otros preparan el cásting a día de hoy irse de un Pleno es un ejercicio de responsabilidad política. Ya es triste.
Germán Temprano es escritor y periodista
JAULA DE GRILLOS