La Real Academia Española define al patriota como la “persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien”.
Sin embargo, la derecha española está consolidando una nueva y lamentable acepción para el término, como la “persona que quiere la patria solo para sí y para los que comparten una determinada versión de la misma”.
Patria es también la memoria de la patria, con verdad, con justicia, con reparación, con deber de no repetir las desgracias de la patria. Y un patriota debe saber distinguir entre verdugos y víctimas en la historia de su patria
Se trata de un patriotismo patrimonial y excluyente, que solo admite como compatriotas a quienes militan en la ideología propia y, lo que es más peligroso, que considera anti-patriotas a todos los demás.
Son los que intentan apropiarse de los símbolos patrios que están llamados a representar a todos, y los utilizan como arma emocional y argumental contra el resto de los nacionales. Son los que distinguen entre buenos y malos españoles, en función de su militancia ideológica.
No es un fenómeno nuevo en España. Se han cometido muchas tropelías en nombre de esa versión terrible de la patria.
Pero la patria son sus instituciones. Y un patriota tiene el deber de cuidarlas, y renovarlas cuando toca para que cumplan su función.
Patria es la gente de la patria. Y un patriota ha de procurar que su economía produzca y su empleo crezca con dignidad, en lugar de buscar “que España se hunda, y ya la levantaremos nosotros”.
Patria son los servicios públicos que atienden el bienestar de los compatriotas. Y un patriota debe asegurar una fiscalidad suficiente y justa para su sostenimiento.
Patria es la unidad de la patria, su vertebración territorial, la buena relación entre las gentes de los territorios diversos. Y un patriota ha de trabajar para unir y no generar agravios, y no enfrentar.
Patria es el prestigio exterior de la patria, el papel que la patria puede ejercer en el contexto internacional. Y un patriota debe hablar bien de su patria cuando sale al extranjero.
Patria es la cultura de la patria, su patrimonio histórico y artístico, sus lenguas. Y un patriota está llamado a velar por todas ellas y no enfrentarlas para obtener beneficio electoral de ello.
Patria es la patria auténtica, en toda su diversidad, que es su riqueza. Y un patriota ha de amar a la patria como es, y no como la dibujan las ensoñaciones excluyentes.
Patria es también la memoria de la patria, con verdad, con justicia, con reparación, con deber de no repetir las desgracias de la patria. Y un patriota debe saber distinguir entre verdugos y víctimas en la historia de su patria.
Algunos que se llaman a sí mismos patriotas, son españoles, sin duda, y aman a su patria, seguro, pero les queda mucho por aprender para “procurar todo su bien”.
