jueves. 25.04.2024

La palabra fortaleza proviene del latín fortalitia, a su vez del protoindoeuropeo *berǵ, lugar fortificado. El DRAE habla de la fortaleza, en su primera acepción como fuera, vigor. La fortaleza es una de las cuatro virtudes cardinales de la Iglesia Católica junto a la prudencia, templanza y justicia. Consiste en vencer el temor y huir de la temeridad. Para la religión católica, la fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa. La fortaleza da firmeza a las decisiones tomadas para resistir las tentaciones y superar los obstáculos que se presenten en la vida moral de cada persona. Esta virtud capacita para vencer el miedo, incluso a la propia muerte, así como para afrontar las pruebas y las persecuciones. Así pues, la fortaleza es la virtud que da valor al alma para poder afrontar con coraje y vigor los riesgos, moderando el ímpetu de la audacia. Su fin es ordenar el apetito a la razón, de modo que la voluntad siga la razón cristiana ante los peligros o dificultades Para Aristóteles, la fortaleza   Es aquella virtud   moral, adquirida por el hábito, que permite el dominio de las sensaciones. Platón, en el diálogo Laques, escribe: la fortaleza, identificada con la valentía, es propia de quienes no faltan a su deber y mantienen firme su posición frente al enemigo. Sócrates precisa, no obstante, que el hombre valiente combate también cuando se retira y gracias a ello puede resultar vencedor Para los estoicos, en cambio, cualquier manifestación de agresividad es siempre negativa, porque atenta contra la imperturbabilidad del hombre sabio. Finalmente, Santo Tomás habla de la fortaleza como de la virtud que enfrenta los más grandes peligros y por ello la que encuentra el riesgo de perder la vida en batalla. La fortaleza es tratada por Santo Tomás desde el aspecto de su necesidad para asegurar la estabilidad de virtudes en general

La Psicología positiva ha surgido para dar respuesta a estas cuestiones, proponiendo una ambiciosa agenda de investigación cuyos resultados se vislumbran prometedores. En este trabajo se recogen los frutos de los estudios realizados sobre los efectos beneficiosos de las fortalezas trascendentales, con la intención de fomentar su desarrollo y abordar seriamente los problemas de vacío existencial que sufren muchas personas  Dentro del marco de la Psicología positiva las fortalezas son unas características psicológicas que se presenta en distintas situaciones a lo largo de nuestra vida y que se pueden ir adquiriendo, es decir, no nacemos con ellas, sino que se van aprendiendo con la experiencia. Se debe distinguir las fortalezas de las capacidades. Las primeras se pueden aprender y adquirir mientras que en las segundas es necesario que haya una base para poder mejorarlas. Otra diferencia entre ambas es que en las fortalezas, la voluntad es una parte muy importante, mientras que en las capacidades se producen de forma natural y automática. 

François de La Rochefoucauld dijo: ”todos tenemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena”

Martin Seligman y Chris Peterson crearon un inventario de fortalezas personales, el VIA Inventory of Strength, que mide el grado de cada una de las 24 fortalezas que describe, organizadas en 6 virtudes o categorías. Sabiduría y conocimiento: fortalezas cognitivas que conllevan buscar y compartir el conocimiento con otros. Coraje: fortalezas emocionales enfocadas a conseguir nuestras metas frente a la oposición, interna y/o externa. Humanidad: fortalezas que envuelven la creación de relaciones interpersonales que implican afecto y cuidado hacia los demás. Justicia: fortalezas cívicas que conllevan determinar de forma objetiva los derechos y responsabilidades éticas y morales hacia los demás. Moderación: fortalezas que nos protegen contra los posibles excesos. Trascendencia: fortalezas que nos ayudan a conectar con lo que nos rodea y proveernos de un sentido más profundo de significado y propósito en la vida.

También comentar la relación entre las fortalezas y las inteligencias múltiples. La teoría de las inteligencias múltiples propone que no hay una sola inteligencia, sino que esta tiene un carácter dimensional, definiendo nueve tipos de inteligencia: la inteligencia lingüística, la lógico-matemática, la naturalística, la interpersonal, la visuoespacial, la musical, la corporal-cinéstésica, la interpersonal y la existencial. Las desarrollaremos en próximos artículos.

Por último, compartir esta reflexión irónica de François de La Rochefoucauld: ”todos tenemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena”.

Aspectos cuasiexistenciales del valor, la virtud de la fortaleza