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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.6.2010

"Imprudencia" es la palabramás repetida este viernes en la prensa a propósito del terrible accidente de Castelldefels Platja que finalmente ha costado la vida a trece personas y heridas a otras catorce. Hay tres investigaciones en marcha para determinar las causas y las circunstancias en las que las trece víctimas mortales fueron arrolladas por un tren lanzado a toda velocidad, un Alaris, procedente de Alicante. Es el segundo accidente más grave de tren en España durante las últimas décadas, después del registrado en Chinchilla (Albacete) en 2003.

Dos investigaciones serán realizadas por Adif y Renfe y a ellas hay que sumar el proceso judicial abierto por el juzgado de guardia de Gavà. De momento, todo apunta como causa principal a la "imprudencia" de las víctimas, tal y como señaló el presidente de la Generalitat, José Montilla, que cruzaron la línea férrea sin utilizar el paso subterráneo, después de descender de un convoy de Cercanías con el objetivo de acudir a la celebración de la verbena de San Juan que se desarrollaba en la playa. El grupo de unas treinta personas, la mayoría jóvenes de origen latinoamericano entre 16 y 26 años, fue arrollado por otro tren de larga distancia dirección Barcelona, procedente de Alicante, que no debía parar en la estación.

El conductor del convoy dio 0,0 grados en la prueba de alcoholemia que se le practicó, y también ha requerido atención psicológica tras lo sucedido al encontrarse en estado de shock.

Según publican este viernes varios medios, Renfe había dispuesto un dispositivo de seguridad con 12 operarios que trabajarían en la estación a partir de las 23.30 horas en esta estación, que se preveía que iba a tener una gran afluencia por la celebración de la verbena. El accidente se produjo siete minutos antes de las 23.30 horas, con lo que los trabajadores todavía no habían llegado cuando se apearon los centenares de viajeros del tren de Cercanías procedente de Barcelona.

Adif recordó que la nueva estación fue inaugurada en octubre de 2009, por lo que las instalaciones contaban con todas las medidas legales de señalización, y que en el momento del accidente se encontraban abiertas y operando con normalidad. Sin embargo, amigos y familiares de las víctimas señalaron a lo largo del día que la zona no estaba bien señalizada y apuntaron que el paso subterráneo se encontraba "colapsado" por la gran afluencia de gente. Al mismo tiempo, el paso elevado se encontraba clausurado desde la inauguración del subterráneo, que cuenta con 3,5 metros de anchura y ascensores de acceso para usuarios con movilidad reducida. Ayer, el cónsul general de Ecuador, Freddy Arellana, aseguró que las víctimas no encontraron la señalización adecuada para cruzar las vías y que al buscar la puerta de salida no la encontraron fácilmente.

El conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, indicó por su parte que el convoy en el que viajaban las víctimas transportaba a unos 700 viajeros --cuando la capacidad es de 1.000--, de los que la gran mayoría optaron por utilizar el pasadizo subterráneo.

De los 14 heridos que provocó el suceso, cuatro ya han sido dados de alta, mientras que otras tres jóvenes se mantienen en "estado crítico", ingresadas en diversos hospitales del área metropolitana de Barcelona. Se trata de una chica de 25 años con fractura de pelvis, y otras dos de 18 con fractura de tibia y peroné, además de traumatismo craneal en un caso. Por otra parte, la consellera de Justicia, Montserrat Tura, ha informado de que ya tienen identificadas a nueve víctimas de las 13 que causó el accidente. Tura ha añadido que se trata de ocho hombres y una mujer: cinco ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos. Además, ha señalado que tardarán días en identificar a una de las víctimas por el estado en que se encontraba su cadáver.

Catalunya decretó para hoy un día de luto oficial, con las banderas ondeando a media asta, mientras se suceden las muestras de condolencias por parte de representantes de la vida social y política de todo el país.

"Imprudencia", la principal hipótesis sobre la tragedia de Castelldefels