jueves. 28.03.2024
Consejería-de-Sanidad-de-Madrid

El balance de legislatura (2014-2019) de la Comunidad de Madrid en materia sanitaria no puede ser más desalentador. Los datos recogidos por el Observatorio Madrileño de Salud, del que forman parte ayuntamientos, sindicatos, asociaciones profesionales y distintas entidades sociales, sitúan la sanidad pública madrileña en parámetros negativos muy alejados de la media del resto de comunidades autónomas.

El deterioro del sistema se ha ido fraguando en las dos últimas décadas con una legislación autonómica enfocada a privatizar progresivamente el sistema, un camino que, en buena medida, ya dejó expedito la ley estatal de 1997 al permitir, entre otras cuestiones “la prestación y gestión de servicios sanitarios y sociosanitarios llevarse a cabo, además de por medios propios, mediante acuerdos, convenios o contratos con personas o entidades públicas o privadas”.

Una sanidad pública infrafinanciada

El principal problema el sistema sanitario público madrileño es una financiación insuficiente. Si el presupuesto sanitario madrileño alcanzara en 2019 el promedio per cápita de las CCAA tendría que haber sido de 9.514 millones de euros y el realmente aprobado fue de 8.106 millones, es decir 1.400 millones menos de lo necesario para igualarse al gasto per cápita promedio de las CCAA.

cuadro sanidad 2

La falta de recursos para la atención primaria es otro asunto relevante, ya que se ha pasado del 12,67% del presupuesto total en 2010 al 11,63% en 2016 y continúa bajando, llegando en 2019 al 10,9%.

Por contra, las cantidades dedicadas a la privatización se han incrementado notablemente mientras que por ejemplo las partidas para infraestructuras han ido descendiendo, lo que explica el mal estado de las mismas que se ha expresado en numerosos incidentes (techos caídos, rotura de cañerías, etc.).

Asimismo, el gasto farmacéutico ha ido en aumento, alcanzando el 21,51% en los últimos 4 años. Entre 2014 y 2018 se ha producido un crecimiento del gasto hospitalario del 27,68% y del gasto en recetas del 17,48%, este último, a pesar de los copagos farmacéuticos (aproximadamente 400 millones de euros anuales que aportan los ciudadanos directamente de su bolsillo) y de que 169.000 personas señalan no tener acceso a los medicamentos prescritos por problemas económicos.

La atención primaria, marginada y deteriorada

La progresiva desfinanciación de la atención primaria se ha traducido en una mayor presión asistencial y en demoras en las citas médicas. Madrid se encuentra por encima de la media en número de tarjetas sanitarias individuales por profesional.

cuadro sanidad

Además, el Gobierno del PP ha dejado sin abrir los nuevos centros prometidos, manteniendo los recortes de personal y a la vez introduciendo medidas que empeoran y privatizan la atención primaria, como los llamados centros en transición y los recortes horarios en 14 centros de salud.

Según el informe, en atención hospitalaria y especializada, existe una media de espera de 148 días, y 590.517 personas están en listas de espera reconocidas, lo que supone un 8,96% de la población.

Las demoras en las citas en atención primaria se han incrementado y son excesivas, solo un 47,1% recibe cita en 48 horas y hasta un 14,7% en más de 6 días.

Se ha producido una reducción del total de camas hospitalarias con financiación pública en la región (793 camas menos) que además tiene una de las ratios más bajas por habitante. Esta reducción se ha realizado en los centros de gestión totalmente pública mientras aumentaban en los centros de gestión privada y semiprivada.

Las urgencias hospitalarias han tenido un gran aumento en la región y se encuentran saturadas debido a la política de recortes y a la mala gestión.

Recortes de personal

Una gran parte de los recortes presupuestarios han ido a cargo de la disminución de las partidas presupuestarias de personal.

Un menor número de profesionales trabajando, además del incremento de la jornada laboral de 35 a 37,5 horas semanales y su cálculo en cómputo anual, ha supuesto que cualquier profesional trabaje 19 días más al año que 10 años antes.Según las Memorias del SERMAS, mientras que en 2009 había 75.490 profesionales, en 2017, último año disponible, había 70.171 efectivos, lo que significa todavía una reducción de 5.319 puestos de trabajo.


Propuestas para recuperar la sanidad pública cara a las elecciones del 26M

El Gobierno del PP en Madrid deja una sanidad pública en estado crítico