Los militantes del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) empezaron a votar el 20 de febrero sobre si su partido debería formar una nueva coalición con los conservadores de Angela Merkel, en una consulta por correo que podría echar por tierra el cuarto mandato de la canciller.
En enero, una estrecha mayoría de delegados del SPD en un congreso extraordinario respaldaron las negociaciones formales de coalición con Merkel.
Si los casi medio millón de miembros del SPD rechazan el acuerdo, podría haber nuevas elecciones o un gobierno minoritario en la mayor economía de Europa. Ambas situaciones serían una primicia en la Alemania de la posguerra, que lleva casi cinco meses sin gobierno formal.
El resultado de la votación, está abierto y se anunciará el 4 de marzo. Las encuestas indican que una mayoría de votantes del SPD respalda el acuerdo, pero a falta de encuestas internas no está claro si sus militantes tienen la misma opinión.
Los líderes del partido y muchos de sus altos cargos quieren que la coalición siga adelante, pero también hay una fuerte oposición al acuerdo dentro del SPD. El partido está en mínimos históricos en las encuestas y se ha visto envuelto en un complicado cambio de liderazgo después de una disputa personal entre el exlíder Martin Schulz y el ministro de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel.
Los que se oponen al acuerdo culpan a la participación de su partido en la “gran coalición” de 2013 a 2017 de su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial en las elecciones del 24 de septiembre.
Los líderes del SPD -Olaf Scholz, el líder interino, y Andrea Nahles, quien se espera que asuma el control en abril- están recorriendo el país para convencer a los militantes de que aprueben el acuerdo.
Defienden cómo lograron que Merkel concediera los dos principales ministerios, el de Finanzas y el de Exteriores, al SPD, y el domingo una encuesta mostró que los principales alcaldes del SPD estaban a favor de unirse a una coalición.
Sin embargo, el contenido del acuerdo de coalición es insuficiente para muchos en varias áreas, como la política sanitaria y migratoria.
El ala juvenil, los Jusos y los sectores más a la izquierda están llevando a cabo su propia gira, abogando por votar “No Gran Coalición” y confían en mejorar los resultados de las votaciones de hace cuatro años que también dieron el triunfo al Sí al acuerdo.
Una campaña para sumar afiliados al partido y votar en contra de la coalición logró aumentar el número de miembros en aproximadamente 24.000, alcanzando los 464.000 que son los llamados a votar en la actualidad.
