viernes. 26.04.2024

El alto cargo de la Organización para la Liberación de Palestina Saeb Erekat ha solicitado al Cuarteto para Oriente Próximo que reconozca públicamente la intransigencia de Israel, que, a su juicio, es lo que está impidiendo que se realice un proceso de paz entre ambas partes.

"Israel, sin embargo, insiste en anunciar públicamente nuevos planes para construir asentamientos y no hace caso a las líneas básicas del proceso de paz", ha dicho Erekat. Asimismo, ha señalado que el Ejecutivo hebreo está intentando "judaizar" intencionalmente Jerusalén en detrimento de la población palestina de la localidad.

"Es la ocupación israelí lo que impide que haya paz y democracia", ha recalcado Erekat, en respuesta a las declaraciones del enviado especial del Cuarteto, Tony Blair, en las que dijo que la Primavera Árabe podría causar inestabilidad en la región.

El domingo, Blair solicitó a ambas partes que mostraran "su compromiso claro de que ambos bandos generarán propuestas realistas sobre las fronteras y la seguridad en los siguientes 90 días".

"El Cuarteto no debería intentar igualar palestinos e israelíes cuando se trata de compromiso con el proceso de paz"

"El Cuarteto no debería intentar igualar palestinos e israelíes cuando se trata de compromiso con el proceso de paz", ha subrayado Erekat, según ha informado la agencia de noticias palestina Maan.

El 27 de septiembre, el Gobierno israelí aprobó la construcción de 1.100 nuevas viviendas en el asentamiento de Gilo, y a comienzos de octubre inició la construcción de once casas como parte de un proyecto que contempla la edificación de 300 viviendas en el asentamiento de Pisgat Zeev, ambos en Jerusalén Este. Tel Aviv considera que ambos asentamientos forman parte de Jerusalén Este, y por tanto que la construcción es legal y no contraviene ninguna norma internacional.

Además, una ONG israelí informó en octubre sobre los planes del Gobierno israelí para construir 2.610 casas cerca de Gilo, incluyendo el nuevo barrio de Givat Hamotos, que aislará Belén y Cisjordania del sector sur de Jerusalén Este.

Jerusalén Este fue anexionado por Israel en la guerra de 1967, una decisión que no ha sido reconocida por la comunidad internacional. Israel reclama Jerusalén como su capital indivisible, mientras que Palestina afirma que el Este de la localidad debe ser la capital del futuro Estado palestino.

La construcción de asentamientos en territorio ocupado está considerado como un crimen de guerra por las convenciones internacionales.

La OLP pide al Cuarteto que admita que la intransigencia de Israel impide la paz