Un año más se celebra la semana europea de reducción de residuos del 19 al 25 de noviembre. Este año, a diferencia de los anteriores, si se puede “celebrar” la reducción en la cantidad de residuos generados, un 2% en el año 2011 frente a las cifras de 2010. Sin embargo, la causa de esta reducción está asociada a un consumo menor, por parte de consumidoras y consumidores, derivado de la crisis económica.
Esta situación demuestra que el Estado no ha cumplido con uno de los paradigmas que perseguía. Desacoplar la generación de residuos del Producto Interior Bruto (PIB) sigue como asignatura pendiente. En la misma línea, según la Comisión Europea, España ocupa el puesto duodécimo en el ranking de eficiencia en la gestión de residuos. Los porcentajes de reciclaje son otra de las asignaturas pendientes con un 15% de reciclaje material y un 18% de compostaje.
Esto significa que un 67% de los residuos se vierte o incinera, lo que a su vez supone la eliminación de 15 millones de toneladas de residuos, con la emisión de gases de efecto invernadero correspondientes y con la contaminación del entorno donde se vierten.
Si esto ya plantea un escenario complicado, el problema es aún mayor. En realidad, se están desaprovechando 15 millones de toneladas de recursos naturales valiosos y escasos en vertederos e incineradoras.
La extracción de estos recursos naturales conlleva graves consecuencias más allá de las ambientales, acaparamiento de tierras, afecciones de salud en las comunidades de las zonas de extracción o explotación laboral y social, entre otros impactos.
Más que nunca, ante hechos tan generalizados y asumidos en muchos casos como una práctica inevitable del comportamiento de los mercados, es necesario replantear el modelo de consumo de los países occidentales. En estos se emplean recursos naturales importados para la fabricación de productos con una vida programada escasa, los cuales se convierten, en un breve periodo de tiempo, en residuos que se verterán o incinerarán en su gran mayoría.
Para sensibilizar acerca de estos impactos, Amigos de la Tierra ha empezado a lanzar durante esta semana pequeñas píldoras online con imágenes y datos asociados a la generación de determinados residuos, una lata, una bolsa de plástico y una botella de agua. Bajo el título “¿Qué ves?” la acción online plantea una mirada más profunda al significado real de cada uno de los residuos escogidos, que ya forman parte de los hábitos diarios de consumo.
La responsabilidad de estos impactos afecta a todos los sectores de la sociedad con diferente intensidad. Las empresas deben asumir su parte de responsabilidad, reduciendo su consumo de recursos naturales y asegurando la calidad de vida en las zonas de extracción. Las administraciones públicas deben conocer y limitar el consumo de recursos naturales y las condiciones de extracción, también en sus importaciones. Por último, la ciudadanía puede exigir medidas adecuadas y poner en marcha todas las Rs: Reduce, Reutiliza, Repara, Recicla.