viernes. 26.04.2024
Finlandia | País neutral

La neutralidad en  derecho internacional, es la no participación en una guerra por parte de un país. Las relaciones entre países neutrales y beligerantes están reglamentadas por diversas normas internacionales. Según estas, los estados neutrales no deben actuar a favor de ninguno de los bandos, en tanto que los beligerantes deben respetar la soberanía de los países neutrales. También puede haber países no neutrales y no beligerantes al mismo tiempo, por ser aliados de algún país beligerante, pero no intervenir militarmente en el conflicto. Las reglas referidas a la neutralidad son complejas y suelen ser interpretadas de manera muy diferente según se trate de un estado beligerante o neutral. En principio los ciudadanos de países neutrales pueden comerciar libremente con los países beligerantes, pero si estos imponen un bloqueo, ese bloqueo debe ser respetado.

En la última ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania se ha abierto la posibilidad del cese de la guerra cuando Ucrania ha asumido que no entrará en la OTAN y que puede aceptar una “neutralidad propia” distinta a la que tienen países como Austria o Suecia.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov ha manifestado “El modelo austríaco o sueco de lo que es un estado desmilitarizado se está discutiendo para Ucrania y puede verse como una opción para un compromiso"

Austria y Suecia, no tienen  en la actualidad ninguna base extranjera en su territorio, son dos de los países europeos con ejército propio pero no están adheridos a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Rusia lleva años pidiendo una estatus especial para Ucrania con el fin de que no entre en la OTAN ni acoja bases militares extranjeras. Ahora, parece que Kiev podría renunciar a su ingreso en la OTAN, tal y como ha sugerido el 16 de marzo el presidente Zelenski.

Pero Kiev reclama otra cosa. La parte que negocia con Rusia ha dicho que la opción ucraniana es establecer un modelo de neutralidad propio para su país y no uno basado en el de otros países como Suecia o Austria.  “El modelo de neutralidad de Ucrania solo puede ser ucraniano”, dijo este miércoles de forma tajante Mykhailo Podoliak, al asesor del presidente Zelenski, y miembro de la delegación ucraniana en las negociaciones con Moscú, según la agencia Interfax-Ukraine.

La neutralidad austriaca

Para Austria, que destina el 0,6% de su PIB a gasto militar, el ingreso en la OTAN ha estado hasta ahora fuera de su agenda política. De hecho, la conocida “neutralidad” austriaca se celebra como la fiesta nacional de la república centroeuropea. 

Esta política exterior es consecuencia del desenlace de la segunda guerra mundial. Austria fue ocupada por los aliados y la unión soviética. Norteaméricanos, franceses, italianos y soviéticos se dividían el territorio austriaco hasta 1955. La estatua al soldado soviético sigue estando en el centro de Viena.

Monumento a los Héroes del Ejército Rojo. Viena (Austria)

Conocido también como el Heldendenkmal der Roten Armee -"Monumento a los Héroes del Ejército Rojo"-, se construyó en 1945 para rendir homenaje a los más de 15.000 soldados muertos durante la acción bélica en esta ciudad, que puso fin a la ocupación nazi en Austria. En la base de la estatua se lee una inscripción con palabras del poeta Sergei Michaelkow, escritas como elogio a los soldados que liberaron la ciudad de la ocupación fascista, que empieza así: "Monumento a los soldados del ejército soviético, que dieron su vida para liberar a Austria del fascismo...".Alrededor de la estatua hay el arco del triunfo y una columnata semicircular de mármol blanco.

No fue hasta mayo de 1955 cuando Austria recuperó su soberanía nacional. El documento de acuerdo entre los vencedores de la guerra prohíbe la restauración de la dinastía de los Habsburgo, la fusión con Alemania, la existencia de partidos nazis y fascistas, y exige una capacidad bélica del ejercito muy limitada.

Una ley constitucional promulgada en octubre de 1955 convirtió a Austria en un Estado neutral a perpetuidad, excluido de alianzas militares. Esta neutralidad no impide a los dirigentes austriacos manifestar su posición ideológica y cultural con el bloque occidental.

La neutralidad sueca

La neutralidad sueca se refiere a la antigua política sueca de neutralidad en los conflictos armados, que estuvo vigente entre principios del siglo XIX y el año 2009, cuando Suecia firmó varios tratados de defensa mutua con la UE y otros países nórdicos. 

La adhesión a la Unión Europea en 1995 significó la eliminación de la neutralidad como principio. Suecia sigue siendo hoy un país neutral y no alineado con respecto a la política exterior y de seguridad. Sin embargo, mantiene fuertes vínculos con la OTAN.

En la Primera Guerra Mundial Suecia permaneció neutral, en cumplimiento de la política de neutralidad. Debido a una combinación entre su ubicación geográfica, maniobras exitosas de realpolitik durante una serie impredecible de eventos y un delicado equilibrio militar, Suecia pudo mantenerse neutral durante la Segunda Guerra Mundial, aunque el cumplimiento de la política de neutralidad fue puesto al límite. Y cuando los aliados, particularmente Gran Bretaña, quisieron enviar tropas a través de Suecia para ayudar a Finlandia en marzo de 1940, Suecia se negó.

El ataque de Alemania contra Dinamarca y Noruega colocó a Suecia en una situación difícil. Alemania pronto exigió mover los transportes militares sobre territorio sueco para atacar a los defensores de Noruega. Estas demandas fueron rechazadas en abril y mayo de 1940, y solo se permitió el tránsito de los transportes de la Cruz Roja al norte de Noruega. Sin embargo, en junio de 1940, los suecos se sintieron obligados a permitir el tránsito de equipos militares y personal alemanes entre Noruega y Alemania, a través de Suecia. El Gobierno y el Alto Mando coincidieron en que una guerra sin esperanza con Alemania sería inevitable si las demandas fueran rechazadas.

En relación con el ataque alemán contra la Unión Soviética en junio de 1941, se permitió la transferencia de una división de infantería alemana totalmente equipada bajo el mando del general Engelbrecht de Noruega a Finlandia a través de territorio sueco. Suecia continuó comerciando con Alemania durante la guerra, pero después de la batalla de Stalingrado, Suecia redujo las exportaciones de mineral de hierro a Alemania. Durante la guerra se aplicaron algunas restricciones a la prensa para aplacar a los alemanes.

Estocolmo (Suecia)

Con relación al bando aliado, Suecia compartió inteligencia militar y ayudó a entrenar soldados de Noruega y Dinamarca para ser usados en la liberación de sus países. También permitió a los aliados usar bases aéreas suecas entre 1944 y 1945. Al mismo tiempo, el gobierno contribuyó a proteger refugiados que huían de los nazis.

Suecia mantuvo su política de neutralidad después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la cooperación sustancial con Occidente. En los primeros años de la Guerra Fría, esta política se mantuvo a pesar de que los líderes de Suecia entendieron que la neutralidad probablemente fracasaría en una tercera guerra mundial. El objetivo de la política era evitar el violento intercambio nuclear inicial entre las superpotencias. Públicamente, la estricta política de neutralidad se mantuvo a la fuerza, pero extraoficialmente se mantuvieron lazos fuertes con Estados Unidos. Suecia, por ejemplo, cooperó ampliamente con la inteligencia estadounidense: Aunque oficialmente neutral, Suecia de hecho estableció lazos muy estrechos con la OTAN y el gobierno estadounidense a fines de la década de 1940 y principios de la de 1950 y estuvo profundamente involucrado en las operaciones de espionaje de la guerra fría.

Después del final de la Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética, Suecia abandonó su política oficial de neutralidad militar, pero continuó comportándose como un país neutral y no alineado. En 1995, Suecia se unió a la Unión Europea y desde mediados de la década de 1990 continuó reduciendo sus fuerzas armadas y se involucró en más misiones internacionales en países como Bosnia-Herzegovina y Afganistán.

En 2009, Suecia acordó entablar tratados de autodefensa mutua con la UE y con otros países nórdicos, poniendo así fin a un período de casi 200 años de neutralidad militar oficial.1​

Sin embargo, Suecia sí contribuye a varios grupos de combate de la OTAN y la UE y está involucrado en organizaciones internacionales.

Desde marzo hasta octubre de 2011, Suecia participó en el contingente internacional liderado por la OTAN en la Guerra de Libia.

Los socialdemócratas obtuvieron el poder en Suecia durante las elecciones generales de septiembre de 2014, tras ocho años de gobierno conservador. El primer ministro, Stefan Lofven, prometió ajustar la política exterior de Suecia, lo que incluiría que el país renunciara a sus aspiraciones de unirse a la OTAN.2​

En 2016, Suecia se convirtió en un "Afiliado de la OTAN" (no miembro) y firmó un tratado que permite que las operaciones de la OTAN se realicen dentro de las fronteras del país.

La neutralidad española

España  durante el siglo XX, siguió la política de neutralidad tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial.

Las razones han sido abundantemente explicadas en la historiografía española. En la primera guerra mundial el rey Alfonso XIII era de la opinión que el país no estaba preparado para una guerra ni a nivel militar, ni político ni económico. España se encontraba sumida en una profunda crisis que se arrastraba de las últimas décadas del siglo XIX con la pérdida de las colonias.

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial España acababa de salir de una cruenta guerra civil y su debilidad en todos los ámbitos era manifiesta. Si bien Franco estaba aliado con Hitler y le debía agradecimiento por su apoyo, al final España no intervino directamente. Sólo la participación de algunos voluntarios de la División Azul en el frente del Este rompió esa neutralidad española. Muchos de los españoles que lograron pasar a Francia participaron en la resistencia y tomaron parte de la toma de Paris por los aliados.

El proceso de incorporación de España a la Alianza Atlántica se inició el 25 de febrero de 1981. El 2 de diciembre de 1981, España comunicó a la Alianza su intención formal de adherirse al Tratado de Washington y casi de forma automática recibió la invitación del Consejo del Atlántico Norte (CAN) para iniciar el proceso de adhesión.

Cartel elecciones generales España 1982

Así, el 30 de mayo de 1982,  España se convirtió en el miembro número dieciséis de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Tras las elecciones generales del 28 de octubre de 1982, ganadas por el PSOE,  se produjo un periodo de reflexión sobre la entrada de España en la Alianza, que condujo a la suspensión de las conversaciones sobre la integración militar española en la OTAN.

 Posteriormente, en el discurso sobre el Estado de la Nación de octubre de 1984, el presidente del Gobierno, Felipe González, presentó el Decálogo de Paz y Seguridad, que estableció las directrices políticas que el pueblo español debería ratificar por referéndum y que incluían: La participación de España en la Alianza no conllevaría su incorporación a la estructura militar integrada.Se mantendría la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en el territorio español. 

El referéndum del 12 de marzo de 1986 mostró el respaldo de los ciudadanos a esta propuesta con el 52,54 % de los votos.

 A partir de ese momento, España inició su participación en todos los comités, grupos de trabajo, agencias, presupuestos y planeamiento de la defensa de la OTAN, con excepción de la estructura militar integrada. La modalidad de la participación española quedó definida mediante la firma de seis Acuerdos de Coordinación entre las autoridades militares españolas (JEMAD) y las de la OTAN. En ellos se regulaba la asignación de fuerzas españolas a misiones específicas de la OTAN acordadas en cada caso. En concreto, las autoridades militares españolas retendrían el mando de dichas fuerzas y cederían únicamente a los comandantes aliados su control operativo.

El 14 de noviembre de 1996, el Congreso de los Diputados, aprobó la autorización al Gobierno para que negociase el ingreso de España en la nueva Estructura de Mandos de la OTAN. Como consecuencia de esta autorización, el 3 de julio de 1997, el Gobierno español anunció su deseo de ubicar el futuro Cuartel General del Mando Subregional Sudoeste de la OTAN en el acuartelamiento de Retamares (Madrid). El Comunicado de la Cumbre de la Alianza, celebrada en Madrid ese mismo mes, recogió la aspiración española de la “plena participación” en la estructura militar integrada en fase de reforma.

Finalmente, España culminó su incorporación plena a la estructura militar integrada de la OTAN el 1 de enero de 1999. A partir de entonces, se produjo la incorporación progresiva de generales, oficiales y suboficiales españoles al resto de cuarteles generales de la estructura de mandos de la OTAN.

LOS PAISES NEUTRALES EN LA ACTUALIDAD

Los países que actualmente se declaran neutrales son Austria, Costa Rica, Finlandia, Irlanda, Panamá, Suecia, Suiza, Turkmenistán, Ciudad del Vaticano. Los países que se reclaman de ser neutrales pero no son reconocidos como tal son Camboya, Japón, Laos, Mexico, Moldavia y Serbia.

Otros países se han declarado neutrales en el pasado pero actualmente han dejado de serlo al ingresar en la OTAN o por otras causas. Son Bélgica, Dinamarca, España, Argentina, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Portugal y Países Bajos.

En febrero de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el Día Internacional de la Neutralidad  el 12 de Diciembre a propuesta de Turkmenistán, reconocido por las Naciones Unidas como un Estado permanentemente neutral desde diciembre de 1995.

"Frente a la tensión política y a la escalada de las crisis, es de gran importancia que se respeten los principios de soberanía y e igualdad soberana de los Estados. También los de integridad territorial, libre determinación y no intervención en los asuntos internos de cualquier Estado. Además, es necesario promover y alentar la solución de los conflictos internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales."

¿Puede un país ser neutral en el siglo XXI?